Capítulo 13

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Je devrais avoir mon enfer pour la colère,
mon enfer pour l'orgueil,
et l'enfer de la caresse
un concert d'enfers.

Tal como lo predijo Lionel, a la mañana siguiente, toda la Esteban Echeverría habla sin tapujos del hecho que involucra a Ángel Di María Ilia.

El hecho de que un miembro del Consejo Estudiantil esté involucrado ya es controversial, sobre todo siendo él descendiente de la mezcla de una familia de la nobleza italiana conjuntamente con una familia patricia. Los rumores de su afiliación a las filas anarquistas corrieron como reguero de pólvora y antes de que pudiese afectar al conjunto de alumnos y sobre todo a Ángel mismo, los miembros del Consejo citan para reunión de urgencia a todos sus miembros en el Palacio de los Árboles.

El Racine Quercus se sienta en su lugar de costumbre, a la derecha del Racine Myrtaceae. Un halo de tranquilidad inunda su rostro, como si tan solo se tratase de una situación que no amerita tanta importancia. Diego es el primero en hablar.

"A esta altura todos saben el hecho que nos convoca hoy. No es nuestro estilo manejarnos con rumores o calumnias que puedan perjudicar a los involucrados, por lo tanto, me gustaría Ángel que, por favor, nos expliques la situación que aconteció ayer en el Teatro Colón." Placente se cruza de piernas, esperando la respuesta.

Lionel y Pablo se sientan frente a ellos, junto a los demás miembros mientras que Lautaro, a la izquierda de Diego, mira hacia la mesa, con una suave sonrisa. Como si algo supiese de antemano. "Pues lo que les han contado es verdad. Cuando anoche, el grupo anarquista irrumpió en el Colón, alcé mi voz en solidaridad con la causa." Di María es escueto pero preciso.

Pablo se muerde los labios y mira a su alrededor. Algunos miembros, sobre todo los más jóvenes, intercambian miradas de preocupación con sus mayores, pero nadie dice nada. Es Lautaro quien habla a continuación. "Tus razones tendrás. Me gustaría escucharlas."

Di María sonríe de costado y asiente. "Claro, creo que sos el único que puede, tal vez, tener una idea. Pero me veo en la obligación de contarles porque todos son mis hermanos y merecen la verdad antes que los demás."

El grupo se apresta a escucharlo con un poco de ansiedad. Sobre todo, Pablo, que fue el último en ingresar y quien aún necesita aprender cómo funcionan este tipo de interacciones en situaciones fuera de lo común. Los límites para él son borrosos, especialmente porque con Lionel, los sentimientos que afloran en su pecho hacen que sus conversaciones y sus actividades juntos se den esporádicamente, sin demasiado protocolo. Con excepción, por supuesto, del impuesto por sus familias de sangre. Con el resto de los miembros del Consejo, si bien el trato es amable, no es el mismo nivel de confianza.

"Varios miembros de mi familia fueron asesinados por Mussolini en Italia. Si bien yo soy nacido en Argentina, mi padre vino de Italia para expandir los negocios de mi abuelo en Argentina, un lugar en donde la economía florecía. Tres de mis tíos paternos y cinco de mis primos fueron encarcelados, torturados y muertos a mano de los Camicie Nere hace cuatro años." Ángel hace una pausa y suspira. Diego redirige su vista hacia el menor de los Myrtaceae. "Pablo, prepará café por favor."

"¡S-sí!"

Aimar se pone de pie y sale de la sala para dirigirse a la pequeña cocina del edificio. Le gustaría quedarse y escuchar el resto de la historia, pero estima que el nivel personal de conversación debe ser algo que no es para sus oídos aún. De todas formas, la reunión es para todo el grupo ¿Por qué no lo incluyen?

Pablo abre el gabinete superior de la cocina y saca la lata de café para poner los granos en la moledora manual. Luego, los coloca en el filtro de tela mientras el agua se calienta en la pava. A través de la ventana que da al jardín, observa los pájaros picoteando y seleccionando las mejores ramitas del piso para armar sus nidos y se distrae hasta que el agua comienza a hervir. Con cuidado, filtra el café para que no se rebalse y lo coloca en la tetera que utilizan solamente para esta bebida, ya que está bastante manchada por el uso. Prepara en una bandeja unos cinco pocillos con sus platos y justo cuando está por decidir qué cargar primero, entra Julián a la cocina.

La Eternidad (Scaloni x Aimar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora