Capítulo 2

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J'ai tant fait patience
Qu'à jamais j'oublie ;
Craintes et souffrances
Aux cieux sont parties.
Et la soif malsaine
Obscurcit mes veines.

En la habitación de altos techos decorados con pinturas al aceite y pisos de pinotea, el Consejo Estudiantil se presenta ante los ojos de Pablo como un tribunal supremo. Tres varones se sientan al centro de la larga mesa, rodeados por el resto de los miembros, algunos de espaldas a Lionel y a él. El rubio del discurso de bienvenida es quien toma la palabra.

"Creo que es menester que nos expliques exactamente por qué lo estás eligiendo," argumenta el joven, cruzándose de brazos.

"Eso no tiene importancia. Lo elijo como mi frère y se zanja el asunto," responde Scaloni a la defensiva.

Pablo mira hacia abajo la mano del más alto, aun apretando su muñeca y hace una mueca de dolor ante la presión. El detalle no escapa a otro de los miembros quien hace un gesto con su cabeza, apuntando a su mano. Lionel lo libera inmediatamente, como si quemara.

"¿Al menos podemos saber su nombre?" pregunta otro muchacho mucho más delgado al lado del rubio, alzando las cejas.

"Presentate," ordena Lionel, juntando sus manos al frente.

El joven Aimar se aclara la garganta e imita la postura del más alto. "Pablo César Aimar Giordano, primer año de Contador Público," responde, tratando de ser lo más claro posible.

Los tres jóvenes del centro ríen y asienten. "Sí, nos dimos cuenta de que sos de primer año. Bueno, si tan seguro estás, Lionel, adelante."

El mayor gira, enfrentando a Pablo quien espeja sus movimientos. Con delicadeza, retira un broche que lleva sobre una solapa del saco. Es un diseño de tres hojas largas y finas de eucalipto superpuestas, al parecer hecho de plata con fondo negro y los detalles de las nervaduras en color dorado. Se aproxima a Pablo y cuando está a punto de colocarlo sobre su propia solapa, el menor da un paso atrás.

"No, no." El joven levanta una mano a la defensiva. "Yo no accedí a esto y ni tampoco tengo idea de qué se trata. No me... malinterpreten, pero recién ingreso y no sé qué se supone que signifique todo esto."

"Tiene razón." Otro joven de cabello corto y oscuro con algunos destellos castaños, sentado a la derecha del tercer varón que parece ser de los altos rangos, comenta para los demás. "Creo que es injusto para alguien que no conoce el funcionamiento del Consejo, forzarlo a algo por una situación ajena a su voluntad."

Los tres varones del centro se miran entre sí y asienten. "Te pedimos disculpas, ni siquiera conocías a Lionel y te quiso forzar a aceptar su broche."

Pablo quiere decir algo, pero comienza a sentir un ataque de rabia burbujeando en su interior. El tal Scaloni no se inmuta ante lo que dice el principal de la mesa ni lo corrige. No es que se conocían profundamente, pero esta no es la primera vez que se ven. Charlaron incluso frente a la estatua de Rimbaud, pero evidentemente eso no cuenta como nada. "Comprendo," se limita a responder.

"Por lo tanto, vamos a pasar al plan b." El rubio del centro se reclina en su silla y esboza una sonrisa. "Tendrás que adaptarte al feuille que te elijamos nosotros."

"¿Cómo?" Scaloni pone ambas manos sobre la mesa, visiblemente molesto.

"El Consejo Estudiantil debe mantener una continuidad a lo largo del tiempo. Así como los tres Racines tenemos nuestros Branches y dos de ellos a su vez tienen sus Feuilles, el mismo caso se tiene que aplicar con vos ¿O pensabas dejar acéfalo el Genus Myrtaceae?" pregunta el rubio.

La Eternidad (Scaloni x Aimar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora