Overlord: El que se quedó PRT. 2

Capitulo 57 Volumen 7

Enri se quedó el tiempo suficiente para ver a sus jinetes de lobos goblin alejarse de donde se formaron. Los goblins iban vestidos con su armadura ligera, cuero oscuro de piel de dragón con gorras sueltas del mismo material, con lanzas largas y delgadas preparadas. Los lobos eran del tamaño de ponis, y sus grandes lenguas rosadas colgaban, jadeando mientras la Reina Lobo daba sus órdenes. Diez de ancho y cinco de profundidad, se formaron en diez cuadrados, haciendo un número de quinientos.

Sus lanzas llevaban banderines que mostraban su bandera nacional para disminuir la apariencia de hostilidad al menos en algunos y darles una apariencia más de "desfile" cuando se movían en grupos.

Enri, como era de esperar, hizo breves sus instrucciones. "...Entonces localiza y asegura a la Reina Dragón, o si está muerta, su cuerpo, y devuélvela a la seguridad del organismo internacional, y... si puedes, también a sus doncellas. Salva a todos los que puedas.

Raymond observó la orden que daba la Reina Lobo. 'Un nombre tan... absurdo... para un alma tan suave.' Pensó, y debería haberla despreciado por ello.

Pero no pudo. 'Salva a todos los que puedas... ese es el ideal con el que todos comenzamos el sacerdocio, ese es el ideal por el que todos elegimos luchar cuando recorrimos el camino de las Escrituras, para convertirnos en cardenales y liderar la nación...' Fue un trago amargo ver un campesino con atuendo real que podría dar una orden tan loca con una cara seria. Hablaba en serio cada palabra, él podía oírlo desde lo más profundo de sí misma.

'¿Cuándo fue la última vez que soné así?' Se preguntaba mientras el licor le golpeaba el cerebro, y miraba desde su alto lugar en el balcón del hotel reservado para los visitantes oficiales, pero todavía apartado de las naciones que, de alguna manera, se habían vuelto tan cercanas que eran compañeras de viaje. Se llevó la mano a la cabeza como si pudiera quitarse la resaca. 'Años de aletear sobre 'el bien de la humanidad', ¿cuántos aldeanos como ella destruimos en busca del bien mayor?' Sabía que la destrucción de la Escritura de la Luz del Sol no estaba lejos de aquí.

'Al menos puedo decir que les dije que la misión era una mala idea. Deberíamos haber matado al rey débil y dejar que se derrumbaran en la siguiente invasión. Ese idiota de Barbro no habría durado ni un año. Raymond gimió en un momento particularmente doloroso y observó a los goblins montados en lobos levantar sus lanzas y animar a su Reina.

El sonido de cientos de patas de lobo golpeando la piedra era como el ruido de una lluvia constante, muy diferente al estruendo de los cascos de los caballos, pero incluso de un vistazo supo con certeza que esos lobos causarían un desastre sangriento si se enfrentaban a enemigos. jinetes

'Mentirle a Zesshi también fue por el bien mayor... y por el de ella... pero ¿seguirá viéndolo así? ¿Ella tiene que saber la verdad ahora...?' Se preguntó eso mientras esperaba lo contrario. 'Conociéndola, seguramente estará en camino a Arwintar... lo que significa que mi mejor oportunidad de encontrarla es ir por ese camino yo mismo'. Esa no era la primera vez que lo pensaba, y nuevamente se preguntó si solo estaba tratando de convencerse a sí mismo o no. Si se fue con ese vagabundo, ¿quién puede decir lo que está haciendo? Los dioses saben que se perdería en su propia casa si no fuera cuidadosa... e ingenua, protegida como está... dioses... por favor escucha mi oración...', dijo Raymond y se arrodilló en el aire vacío, bajó la frente hacia el suelo. piso y puso sus manos en el piso con las palmas hacia arriba sobre su cabeza para recibir su bendición.

"Toda mi vida he seguido tus enseñanzas... protegí a la humanidad... pero ahora... veo una bestia, una bestia traidora... y ella pone semihumanos para salvar a un humano... Me dice que sus humanos son su gente... y si miente para mí no puedo verlo. Veo a una simple campesina convertida en reina, y ella envía duendes para salvar a los campesinos del monstruo del reino de los elfos... y la chica que conozco desde que era un simple niño... Temo que esté herida en su corazón y con dolor... Temo las consecuencias de mis mentiras, y que perderé a mi amigo, a mi camarada. Nunca en mi vida pronuncié una oración egoísta, me dieron todos los dones que necesitaba... hasta ahora. ¡Por favor dime qué hacer! ¡Dame palabras que la ayuden a entender! ¡Fortalece mi fe! ¡Demuéstrame que estoy engañado por una fiebre o un hechizo o las malditas mentiras de un mago poderoso! ¡Demuéstrame que no me equivoco!

Afuera, podía escuchar el traqueteo de los carruajes y los vítores de humanos y no humanos por igual mientras los monarcas reanudaban su viaje compartido a Arwintar.

Pasaron junto a él momentos después, pero no pudo verlos. No con los ojos cerrados y la cabeza gacha.

Pero si los dioses dieron alguna respuesta, no pudo escucharla. Si estaban escuchando, no le dieron ninguna señal. Si les importaba, parecía que no sabían cómo demostrarlo. El silencio se prolongó, el minuto se hizo minuto hasta que pasó una hora completa, hasta que le dolió el cuerpo por la incómoda postura, y el cardenal Raymond se levantó de nuevo.

'Arwintar...'Se recordó a sí mismo mientras ponía la oración fallida en su pasado y se ponía de pie. 'No puedo hacer nada más aquí, ya sea que los dioses me respondan o no, este no es el lugar donde debo estar'.

Y con eso, fue a hacer los preparativos para irse, sin saber qué encontraría a medida que avanzaba.

'Mientras encuentre a Zesshi... mi... Zesshi, puedo vivir con casi cualquier otra cosa...'Se dijo a sí mismo, y esperó a los dioses que el viaje no lo convirtiera en un mentiroso...

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Que gran boom ese de las inteligencias artificiales no...me llaman mucho la atención, vere si gano dinero con ellas.

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