Overlord: El que se quedó PRT. 2

Capitulo 31 Volumen 6

Los ojos de Ainz revolotearon, sus pestañas batieron rápido como las alas de una mariposa, algo se sentía extraño. Bien. Pero... miró a su alrededor, 'Esto no es Nazarick...' Los muebles eran, según los estándares del viejo mundo, maravillosos, intrincados y ornamentados tocadores de madera, un espejo de vidrio de forma ovalada con adornos dorados con un marfil blanco tallado y un taburete en el frente. 'Contador de maquillaje, no tengo un mostrador de maquillaje... oh... espera...' La sensación se volvió más intensa, escuchó un débil sonido de 'sorbido'.

Sus ojos se abrieron como platos y levantó la manta para encontrar la boca de la Santa Reina entre sus piernas, enfocada en su hombría. "Buenos dias." Ella se rió de la mirada estupefacta, con la boca abierta y los ojos muy abiertos en su rostro y se sentó, apartando la manta de piel de ambos.

"Algunos de ustedes se despertaron antes que el resto de ustedes, y me dijeron que esta es la mejor manera de asegurarse de que un hombre se despierte feliz". Ella le dio una pequeña sonrisa burlona y se estiró con los brazos sobre la cabeza mientras seguía arrodillada a su lado, su cabello se soltó una vez ante el gesto brusco y luego cayó de nuevo.

"B-Buenos días". Ainz tartamudeó y la sonrisa de Calca desapareció, volviéndose un poco más seria.

"¿Estás... cómo te sientes? También fue tu primera vez, ¿no? Preguntó, y el rostro de Ainz se puso rojo brillante. "Ya me lo imaginaba." Le dio unas palmaditas en el pecho para tranquilizarlo y dijo: "Está bien, nadie lo escuchará de mí. Todo el mundo tiene una primera vez, y tú también eras mía, no era lo que esperaba, pero tampoco era lo que me temía." Dijo con una pequeña sonrisa de arco en su rostro.

"Ah, sí, bueno..." Ainz se frotó la cara y miró hacia otro lado mientras trataba de no responder demasiado ansiosamente a la forma en que su mano se movía arriba y abajo de su eje. "Y-yo gracias. Quería que los dos lo disfrutáramos... no sabía que eras... de esa manera quiero decir y si yo hubiera...

Calca arqueó la espalda y se rió, palmeando su pecho con su mano libre de nuevo, "¿Me habrías rechazado?" Ella le dio una mirada maliciosa y agitó esa mano arriba y abajo a lo largo de su forma desnuda y bien formada.

El sonrojo de Ainz se intensificó de nuevo justo cuando se desvanecía. "Ah, bueno, es solo..."

Calca negó con la cabeza, "Somos la Monarquía, debemos producir un heredero al trono y proteger a nuestra gente. Si no fueras tú, probablemente habría tenido que casarme con el duque Astraka para poner fin a su guerra civil y asegurar mi estatus y luego hacer retroceder a los Demi-humanos, si pudiéramos manejarlo como un solo Reino Unido... No puedo. empezar a adivinar sobre eso... Ella frunció los labios, su mano había seguido trabajando en su virilidad mientras hablaban.

"Eres un buen rey, eso es lo suficientemente bueno. No tenemos que amarnos unos a otros, solo a nuestros hijos, cuando regreses y me dejes atrás después de que todo haya terminado... si puedes amar a tu mujer sin odiarla por ello, hazlo. no me importará Solo asegúrese de preparar este Reino para todo lo que necesitará. Todo lo demás para mí... simplemente no importa". Luego le cubrió la boca con un beso, se sentó a horcajadas sobre él y ambos gimieron juntos cuando ella se llenó de nuevo.

Cuánto tiempo podría haber durado su cópula era cuestionable, horas tras horas, tal vez la mayor parte del día, pero después de un tiempo se lo impidieron por un constante golpe en la puerta.

Calca lo ignoró al principio, meciéndose de un lado a otro encima de su compañero elegido, clavando las uñas en un cofre que bien podría haber sido de hierro, pero la puerta siguió golpeando con los golpes del otro lado. "¡La reina está ocupada!" Ella finalmente gritó.

"¡Mi reina! ¡Es importante!" La voz de Kelart, ahogada como estaba, llegó por el otro lado.

El rostro de Calca se transformó en ese instante, su momento de placer se convirtió casi en una angustia instantánea, sus labios temblaban como hojas en la brisa cuando miró al Rey, su rostro era una súplica silenciosa con los ojos yendo de él a la puerta y de regreso. .

"Vamos." Ainz dijo con indiferencia lo más que pudo: 'Todo esto es demasiado para mí de todos modos...' Se dijo a sí mismo y esperó mientras la Reina iba, se ponía una túnica y corría hacia la puerta cerrada.

Ainz se cubrió con la sábana para ocultar su desnudez mientras la Reina se ataba una bata de seda rosa ceñida a la cintura y se sacaba el cabello de los confines de la tela.

Abrió el pestillo, respiró hondo y abrió la puerta lo suficiente para permitir que Kelart entrara en la habitación.

Incluso desde donde se sentó Ainz, 'huele como una bodega'. Apenas evitó que su mano se tapara la nariz, pero Kelart, aparentemente consciente de la situación, con el pelo despeinado y la ropa algo despeinada, dejó clara su urgencia.

"Perdonen mi apariencia... Sus majestades..." Ella dijo, parpadeando para contener las lágrimas tan rápido como pudieron, "No los molestaría con mi humilde presencia o apariencia durante un asunto... de estado... pero uno de nuestros investigadores encontró algo..."

"Encontre algo'?" Calca preguntó mientras la mirada sonrojada de lujuria se desvanecía de su rostro, miró a Ainz, quien solo se encogió de hombros, luego miró a Kelart, quien agregó...

"Su Majestad, purgar toda la corrupción ha tomado mucho tiempo... e incluso después de colgar a los nobles, eso aún dejó todos sus documentos... algunos de nuestros... nuestros hallazgos recientes, apuntaron a una sola fuente". Kelart tragó mientras ganaba la guerra contra sus lágrimas, "La Teocracia Slane. Aquí hay un breve resumen de algunas de las líneas de evidencia que hemos encontrado. Sobornos, notas de cambio de moneda y más, esto es justo lo que hemos encontrado 'hasta ahora'. La verdad es que, una vez que empezamos a encontrarlo, sabiendo qué buscar, se seguía acumulando. Incluyendo evidencia de una casa segura en esta misma ciudad... estamos enviando guardias allí ahora".

Calca aceptó el documento y comenzó a repasar los resúmenes rápidos de los hallazgos a medida que se presentaban, aunque la lectura no le impidió objetar. "Pero... son un Estado Hermano... ¿por qué ellos...?" Las palabras de la reina Calca pasaron de la fuerza de una inundación a un goteo agonizante casi tan rápido como comenzaron. Miró hacia el Allfather en su cama.

"No... no, no, no, no, no, no, no..." Calca pronunció y sacudió la cabeza violentamente de un lado a otro. "No puede ser, no puede ser..." Casi gritó.

"¿Qué no puede ser?" Ainz preguntó sin levantarse de su cama.

"Eres tu." Calca susurró con la boca abierta y mirando a Ainz como si le hubiera crecido una segunda cabeza.

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Nos vemos mañana...

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