Overlord: El que se quedó PRT. 2

Capitulo 5 Volumen 8

NT: Paciencia en este capítulo que Mare tartamudea mucho.
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Rey Mare I se puso de pie inquieto. A su izquierda y derecha había dos jóvenes elfos que lo miraban con la reverencia que se usa para mirar a los dioses vivientes. Sus atareadas manos se ocupaban de su túnica real, cortada de los restos de la ropa del antiguo rey elfo. Era extravagante por decir lo menos, con volantes de color verde brillante y suelto de modo que colgaba suelto alrededor de sus esbeltos brazos y piernas, cada paso enviaba el aire corriendo contra la piel desnuda.

La única diferencia era... la ropa con la que estaba vestido incluía una falda en lugar de pantalones. Aunque la falda no era tan corta como le gustaba, era una pequeña concesión a lo que parecía ser la "modestia de moda" entre los elfos desde la muerte de su último monarca.

"¿AA-Están los invasores d-muertos?" Preguntó sin mirar al asesor detrás de él. El elfo fuera de la vista era viejo para los estándares élficos, tenía los primeros indicios de canas en la cabeza, su constitución era sorprendentemente buena, ahora que había dejado de perderse las comidas.

Era cierto para todos los elfos con los que se cruzaba Mare. "Aunque tenían mucha comida, se saltaban las comidas por estrés o intentaban volverse poco atractivos para el antiguo rey. Todo el mundo se ve mejor ahora. Espero que Lord Ainz me alabe.' Pensó satisfecho, aunque no tenía un amor especial por los elfos del bosque, ni por nadie fuera de Nazarick, su indiferencia pasiva, y puesta a la crueldad y el desprecio del difunto Rey elfo, lo convertía en un verdadero dios-santo a sus ojos.

"Sí, mi Rey. Pero los sobrevivientes vivieron para confirmar que, de hecho, estaban actuando completamente por su cuenta, con la esperanza de obtener una ganancia rápida vendiendo elfos capturados en los mercados de esclavos. No estaban afiliados a los Cardenales en absoluto". El asesor prometió, y era una promesa que podía hacer con confianza. "Después de verlos comidos vivos de adentro hacia afuera hasta que confesaron todo, dudo mucho que pudieran haber guardado algún secreto, sin importar cuán leales fueran".

"B-Bien. C-Cortar sus cuerpos en seis p-pedazos a-y clavarlos en madera, p-poner la cabeza en una estaca, m-hacerlos . E-entonces p-ponga todo eso en los pa-caminos que usarían los hu-humanos. ¿M-Está bien? A-Y ma-asegúrate de que haya una señal. S-Así que todo el mundo sabe qué-qué hicieron. El tartamudeo de Mare, contrariamente a lo esperado, no debilitó sus palabras en lo más mínimo. En cambio, cuando miró hacia atrás con sus ojos luminosos, parecían ser como un monstruo que se avecinaba desde arriba. "N-no puedo b-quemar el c-país. Pe-Pero ellos ca-no pueden pensar q-eso está bien q-hacer." (NT: Así habla el, todo raro, no me culpen XD)

"Por supuesto, mi rey". El anciano consejero hizo una profunda reverencia por la cintura, y las jóvenes que atendían al rey se rieron de satisfacción. La política del nuevo rey de retribución brutal y letal absoluta hacia los intentos de esclavistas fue popular.

"¿Y-y atraparon a alguien?" preguntó el Rey Mare.

"Parece que algunas personas aisladas cerca de la frontera han desaparecido". El ministro dijo tosiendo: "No más de una docena".

King Mare asimiló eso, en silencio. "¿Cuál es el nombre del cardenal hu-humano que no es amigable..., p-pero escuchará?"

"Hay tres. Maximiliano, Berenice e Yvon. El cardenal Raymond es un reformador, el cardenal Dominic un militante, Ginedine es un desconocido. Maximilian, Berenice e Yvon son los menos amigables que aún son razonables. ¿Por qué, mi rey? preguntó el ministro. "¿Tengo que redactar una carta para ti?"

"N-No. Pero me saldré por unas pocas horas". Mare dijo.

Nunca tuvieron la oportunidad de preguntar a dónde iba, apareció el portal y se alejó antes de que los asistentes pudieran terminar de vestirlo adecuadamente, y se fue.