Capitulo 5 Volumen 7

137 22 1
                                    


Ahora estuve haciendo filas y esperando para poder entrar a una entrevista y no logré quedarme con el trabajo 😀, por eso el restraso, aquí está el capítulo, disfruten.
_________________

Calca se acercó al carruaje con Aurelion en brazos. Un paso atrás, a su lado, caminaba Kelart Custodio. Estaban vestidos con vestidos de azul y blanco con el símbolo brillante del Reino Santo de Roble en sus pechos. A Gustav no se le pasó por alto que la pareja estaba vestida a juego, pero fue solo porque él era consciente de la cercanía de la pareja que el significado de sus vestidos a juego estaba claro.

El carruaje, un gran vehículo con bordes dorados y paneles blancos, estaba tirado por cuatro caballos blancos cuyos flancos estaban pintados con la insignia de la casa real en un azul cielo brillante. Encima del carruaje, banderines del mismo ondeaban en la brisa. Sostuvo la puerta para el trío y les permitió pasar.

"¡Paladines! ¡Formación! ¡Ya!" Gritó cada palabra por separado, y desde sus lugares una docena de hombres montados con armaduras rúnicas completas comenzaron a trotar, tres al frente, tres atrás y tres a cada lado.

Gustav luego se puso detrás de ellos, su propia armadura no tintineó, la armadura de artesanía rúnica por alguna razón, parecía estar tranquila, al menos la suya sí lo estaba. A diferencia de la mayoría, prefería la malla de escamas a las placas, intercambiando un poco de defensa por mucha más maniobrabilidad y mayor resistencia. Sobre su armadura llevaba un tabardo a juego con el de ellos.

En el tiempo transcurrido desde la guerra civil y la invasión de la Reina escarcha de Demalbion, el Reino Sagrado se involucró en un período conocido como 'La Gran Renovación'. La cruzada implacable e incorruptible del Principio del Movimiento contra el crimen y la injusticia, respaldada por la corona, hizo que la familia real, una vez casi derrocada, fuera más popular de lo que había sido en generaciones.

Así que cuando el carruaje rodó por las calles vacías, fue con el sonido de estupendos vítores. Con el hermano mayor de Calca actuando como regente en su ausencia, no había una mente entre diez mil que dudara del futuro seguro del Reino Santo. Sobre todo gracias a los lazos comerciales con el Reino de Nazarick y la creciente... relación irónicamente amistosa con los demihumanos del Este.

Todavía le parecía a Gustav como si todo fuera un sueño extraño. "¿Realmente vamos a ir con... ella?" Preguntó, mirando por la ventana mientras la ciudad pasaba más allá de la multitud.

El brazo de Calca estaba fuera de la ventana mientras saludaba a la gente, su rostro sonriente en toda su belleza radiante estaba en su mejor momento.

Fue Kelart quien respondió por la distraída Reina mientras ella atendía al cariño de sus admiradores.

"Es lo práctico que hacer, Gustav, lo sabes". Kelart dijo y cruzó los brazos frente a su pecho. Ella resopló, "Sé que todavía no te gustan sus tipos, pero-"

Él la interrumpió con un resoplido propio. "No. No es eso. No lo olvides, participé en hacer de esa lo que es. Estar cerca de ella es un recordatorio de los peores errores de mi vida. Tal vez haya dejado de lado su resentimiento hacia mí, no lo sé, pero incluso si lo ha hecho, no he dejado de sentirme resentido conmigo mismo".

La vergüenza en su rostro imberbe era evidente, no podía mirar a la mujer con la que hablaba y sus manos formaban puños carnosos, tensos y apretados. "Pasará mucho tiempo antes de que me deje crecer la barba de un hombre nuevamente... es una pequeña penitencia, mantenerla corta, pero al menos no es nada".

Cuando el carruaje salió por fin de la ciudad y la puerta empezó a cerrarse detrás de todos ellos, Calca volvió su amable rostro hacia Gustav, luego se inclinó y le dio una palmadita en la rodilla. "Te preocupas demasiado. Todo el mundo hizo mucho daño, y todos hemos tratado de superarlo por el bien común. Las cosas van bien, todo lo que tenemos que hacer es mantenerlas así y viajar juntas con mi..." Calca tosió un poco en su mano, "La hermana real... puede parecer extraño, pero contribuirá en gran medida a mostrarles a ambas nuestros pueblos que estamos unidos en nuestro anhelo de convivencia pacífica".

Overlord: El que se quedó PRT. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora