Overlord: El que se quedó PRT. 2

Capitulo 94 Volumen 7

Sin palabras ante este cap...
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La experiencia es una gran maestra. Y en el transcurso de sus andanzas, Brain había gastado su moneda duramente ganada en profesionales de muchas tendencias, desde aquellos que conocían el camino de la espada, incluso si solo significaba aprender una sola técnica, hasta aquellos que dominaban el baile sobre sus espaldas. . Fue de este último de quien Brain sacó conocimiento cuando Zesshi lo besó, ella fue contundente, casi violenta, y las lágrimas picaban en sus ojos cuando lo hizo.

Lo que ella sentía no era desconocido, y lo que quería, lo que buscaba en sus brazos, estaba claro como el agua. Así que él le devolvió el beso, dejó que sus manos trabajaran en su ropa como las de ella hacían con las suyas, y cuando ella agarró su virilidad, él ya estaba preparado para ella.

No había forma de hablar, no con palabras cuando ella envolvió sus piernas alrededor de él y buscó la liberación. Pero su ingenuidad, su inocencia, volvieron a ser evidentes. Sin una palabra, sus labios le hablaron a ella. Sin un ruido, su lengua la instruyó. Sin el agarre de un espadachín, la sostuvo.

Y Zesshi demostró ser una estudiosa rápida y una estudiante entusiasta a medida que los minutos se acumulaban en horas y el sudor resbaladizo de sus cuerpos se mezclaba. "Ahh-ahhh-ahhh... ahí mismo, sí, así como así..." Zesshi jadeó cuando el dedo encallecido por la espada de Brain jugueteó con su clítoris. Su cuerpo se elevó y cayó contra él, sus ojos se cerraron con fuerza contra el mundo mientras la felicidad la envolvía y ese temblor ahora familiar la alcanzó y provocó que los dedos de sus pies se curvaran y sus ojos se pusieran en blanco mientras su espalda se arqueaba para encontrarse con él.

No pudo hablar cuando sus labios capturaron los de ella en un beso y sus lenguas se batieron en duelo en una batalla sin ganador ni perdedor y sintió el hierro de su cuerpo dentro, incluso sin haber estado nunca con nadie antes, los guerreros de la Escritura Negra eran un Mucho rudo y no tímido con sus palabras. Tenía suficiente boca a boca para saber lo que estaba pasando, y en su estado febril y voraz lo abrazó, apretando sus músculos internos alrededor de su eje y aferrándose a él como si fuera un salvavidas y estuviera a punto de ahogarse.

Se arqueó una vez más y derramó su deseo sobre su carne, lo escuchó gemir y sintió sus brazos apretarse alrededor de su cuerpo, el olor de sus deseos mezclados llenó sus fosas nasales cuando lo sintió estallar dentro de ella... y colapsaron.

Ella aterrizó sobre él, sus pechos se agitaron, fue él quien tiró de ella hacia él, de modo que ella estaba encima y todavía estaban unidos por las caderas.

Durante quizás un minuto, la respiración pesada fue lo único cercano al lenguaje que tenían, y Zesshi se sintió más débil que nunca, permitiéndose descansar completamente sobre su pecho. Su mano bajó por su espalda para descansar suavemente sobre su trasero, y un pequeño rastro de una sonrisa se formó en sus labios. "Entonces, ¿eres un caballero al dejarme descansar encima... o es esa la forma en que el pervertido consigue agarrarme el trasero de nuevo?"

Brain se rió a través de su respiración pesada y dijo: "Ambos funcionan. ¿Pero estás bien? ¿Estamos bien? Preguntó y giró la cabeza para mirarla cuando ella se elevó un poco sobre él.

"Sí... sí, estamos... yo solo... no estaba planeando eso, pero ¿sabiendo que Cenna intentó que me mataran?" Zesshi miró hacia otro lado, "Nunca esperé eso de él".

"Para ser justos, tal vez no lo hizo. Quizás lo que pediste, ni siquiera llegó a él. No fuiste a él sino a otra persona. Tal vez lo prepararon". Brain lo sugirió tentativamente, ella pudo ver en su rostro, la forma en que sus ojos se apartaron, que él no estaba seguro de eso y solo estaba tratando de hacerla sentir mejor.

Hizo que su corazón se derritiera un poco, pero incluso si él no creía en sus propias palabras, ¿a Zesshi? 'Eso tiene sentido, los Agante no trabajan para los Black. Trabajan para Dominic. Raymond había hablado con él sobre mí antes. ¿Qué fue lo que le oí gritar? 'El bien de la humanidad incluye lo que es bueno para ella, y si tengo que decirlo de nuevo, ¡no usaré palabras!'

Nadie, excepto su madre, había argumentado en su favor antes, y eso aseguró su absoluta confianza en Raymond durante los siguientes veinte años y algo más. Fácilmente pude ver a Dominic, tal vez a los demás también, decidiendo deshacerse de mí si pensaban que los estaba traicionando. Lo consideró y lo encontró más que probable.

"Entonces... ¿nosotros?" preguntó el cerebro.

"¿Somos personas diferentes?" preguntó Zesshi, y Brain ladeó la cabeza hacia ella.

"Así que sí, estamos bien. No hiciste nada que yo no quisiera..." Ella sonrió un poco, "En realidad, todo lo contrario".

"La práctica hace la perfección." Llevaba esa sonrisita infantil y arrogante y una pequeña parte de ella la enfurecía, pero en el buen sentido eso la dejó sintiendo algo que no había sentido en mucho tiempo. Juguetón.

"Pervertido." Dijo y se cruzó de brazos, sintió que su virilidad dentro de ella comenzaba a endurecerse. "¡Qué voy a hacer contigo... ahhhh!" Ella comenzó a balancear sus caderas hacia adelante y hacia atrás y luego sus brazos salieron y lo inmovilizaron por los hombros, su cabello cayó a ambos lados de su espalda. "Juguemos... un juego..." susurró mientras comenzaba a trabajar su carne con la de ella.

"El que termina primero, hace campamento para las próximas dos noches". Ella sugirió.

"Yo... aceptaré esa apuesta". Él dijo, y jugó 'sucio' para ganar en el transcurso de otra hora hasta que ella le apretó los dientes en el hombro para contener sus gritos mientras él reclamaba la victoria, y terminó solo unos segundos después.

Sintió que ella lo ensangrentaba arañando su espalda y rompiendo la piel de su hombro, y no le importó.

"Yo gano." Dijo cuando finalmente se separaron y Zesshi se puso de pie para estirarse y se agachó para atizar el fuego que moría lentamente. El brillo anaranjado rugió brevemente a la vida e iluminó su gloriosa forma, el cabello blanco y negro se balanceó un poco con la brisa, particularmente el largo y único mechón que siempre bailaba incluso cuando no había nada que lo agitara. Sus pechos estaban lejos de ser grandes, pero eran flexibles, como melocotones maduros. Sus piernas largas y esbeltas eran mucho más poderosas de lo que parecían, y sus orejas semielfas aún se movían por la atención que les había prestado.

"No siento que haya perdido eso". dijo Brain mientras se daba la vuelta y apoyaba la oreja en la palma de la mano y el codo en el suelo.

"Sé lo suficiente como para saber que si un hombre tiene relaciones sexuales, nunca se siente perdido". Zesshi sonrió, "Supongo que acamparé por los próximos dos días, un trato es un trato. Y cuando lleguemos a la ciudad..." Miró a Layali, la pequeña semielfa aún dormía, el vendaje alrededor de su garganta requeriría una explicación. "Nos despediremos de ella. Si la Teocracia se entera de que su intento fracasó... y yo me destaco, entonces lo sabrán con seguridad... ella podría, no, quedar atrapada en otro intento. No quiero eso.

"Yo tampoco. Pero Layali se opondrá. Cerebro señaló.

"Lo sé." Zesshi respondió y agachándose cerca del fuego, se abrazó a sí misma, "Las cosas eran más simples antes de irme".

"Bienvenido al mundo. Es un desastre aquí. Brain dijo mientras se ponía la ropa de nuevo.

Zesshi lo miró desde donde estaba agachada antes de sentarse, "¿Qué, ningún consejo sabio? No, ¿'se vuelve más fácil' o algo así? Exigió.

"No nada. Y si lo quieres fácil, quédate solo. Eso es lo que siempre he hecho. Tan pronto como agregas más a la mezcla, las cosas se complican... agradablemente a veces". Dijo, sus ojos recorriendo su piel desnuda de nuevo y esa sonrisa infantil, arrogante e irritante regresó y le hizo recordar su desnudez actual.

"¡Gah! ¡Pervertido!" Ella espetó y le tendió la mano, él se rió, recogió su ropa y se la entregó. Ella se lo arrebató y se puso de espaldas a él para que se vistiera, aunque cuando él se sentó junto al fuego con ella, ella no se alejó, sino que observaron la llama hasta que se convirtió en cenizas, y la pequeña niña medio elfa, hasta que se despertó con el sol naciente.

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