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Como dijeron, los señores Myoui encontraron a uno de los mejores psicólogos de toda la ciudad. Las sesiones eran costosas, pero para el bienestar de su hija no hay precio.

Kai ayudaba cada que podía; por ejemplo el lunes se paso todo el día en la habitación de su hermana siendo su doctor personal. Le daba de comer en la boca y cuando debía bajar a la cocina iba lo más rápido que podía.

No la dejaba sola ni un momento, hasta llegó a cantarle para que se relajara y durmiera.

Los señores Myoui también se tomaron el tiempo de ir a la escuela para que le dieran a su hija un permiso de inasistencias por una semana.

Sus amigos estaban preocupados por ella, al parecer se habían enterado de que no asistiría y para ellos les resultó extraño. Le escribían mensajes pero Mina no respondía, ni siquiera los veía.

Era como si los quisiera evitar.

Pensaron en ir a su casa para ver que estuviera bien, pero Olivia les dijo que era mejor que le dieran espacio a su hermana.

Lisa era de las más preocupadas, quería respetar el espacio de Mina pero al mismo se moría por saber como estaba.

Lo mismo pensaba Chaeyoung, tenía planeado ir a casa de los Myoui sin que sus amigos supieran.

Momo y Elliot debían decirle algo importante a su amiga, pero no querían invadir su espacio ya que no sabían lo que pasaba.

(...)
Ya era Jueves, Mina estaba mejorando de a poco, durante los primeros días estuvo muy débil y apenas podía estar de pie.

-Ag- se quejaba del dolor al estirar sus brazos. Sus padres la llevarían a una sesión con el nuevo psicólogo y debía arreglarse lo más que pudiera.

Sobre todo porque su piel estaba más pálida que de costumbre, incluso llego a pensar que era de un tono grisáceo. Sus ojos estaban rojos y tenía unas ojeras muy profundas.

Se puso una sudadera para tapar las cortadas y bajó a la sala donde ya esperaban sus padres.

Condujeron hasta llegar al consultorio y la ayudaron a bajar. Cuando estuvieron dentro de la oficina del psicólogo salieron ya que debía estar sola.

-Hola Mina, soy el doctor Chanyeol- el alto hombre se presentaba a su ahora paciente y tomaba asiento en el sillón que estaba frente a ella.

Al principio estaba muy a la defensiva, no quería hablar sobre lo que sentía y pensaba porque no sabía como reaccionaría el doctor al saber sobre su condición. Pero a medida que pasó el tiempo pudo expresar todo lo que le pasaba.

No era sencillo para ella, ha pasado 20 años soportando todo tipo de acoso y burlas. Estaba cansada de todo eso, ya no quería sentir más dolor, por eso aquella tarde tomó esa terrible decisión.

Fueron 3 largas horas con aquel doctor, en donde lloró, río y hasta cierto punto agradeció ser escuchada por alguien más. Se sentía liberada, como si las pesadas piedras atadas a sus tobillos desaparecieras; el cambió dentro de ella no sería inmediato, todo tendría su tiempo, sabía que el llegaría el momento de sentirse libre.

-Si necesitas algún consejo puedes llamarme, no será necesario agendar una cita- el doctor le dio una de sus tarjetas de presentación.

-Gracias pero, ¿por qué es tan amable conmigo?- preguntó desde su silla.

-Porque, a tu edad es muy importante tener ese... acompañamiento, así tendrán la suficiente confianza para hablar de sus problemas-

-Sus hijos deben ser muy seguros de si mismos- miraba la tarjeta y se preguntaba a si misma porque ella no tenía esa confianza.

-Eso es lo que quiero pensar, de hecho mi hija menor estudia en la misma escuela que tú, su nombre es Chaeyoung.

-¿Son Chaeyoung?- Mina se había quedado congelada al escuchar tal cosa.

-Si exacto, ella es mi pequeña bebé- dijo lleno de orgullo. -¿Están en la misma clase?- preguntó.

-Somos, amigas en realidad- respondió un poco apenada al recordar lo que había pasado hace unos días con el hermano de Chae.

-Vaya, me da gusto escuchar eso, entonces eres bienvenida a nuestro humilde hogar cuando gustes-

Si tan solo supiera que ya ha estado en su casa.

(...)
Era sábado en la mañana, a pesar de las indicaciones de no dejar sola a Mina, los señores Myoui debían salir por un evento de deportes organizado por la escuela de Kai.

Antes de irse se aseguraron de que su hija estuviese bien, aún estaba dormida y no querían despertarla.

Cuando dieron las 11 a.m. se despertó para darse una ducha y después bajó a la cocina. Buscó algo de tomar en el refrigerador cuando escucho una voz detrás de ella.

-¿Tienes hambre?- era Olivia.

-Un poco- respondió, por un momento esperó una respuesta grosera o prepotente, pero fue todo lo contrario.

-Déjame preparar el desayuno, ve a sentarte- se sorprendió por la actitud de su hermana.

Jalo una de las sillas y se sentó cerca de la isla de la cocina mientras su hermana sacaba los ingredientes que usaría. Todo estaba muy tranquilo, su hermana puso algo de música y el olor de la comida inundaba la cocina.

-Espero te guste- Olivia dejaba el plato frente a ella, eran unas tostadas francesas con huevos revueltos y una taza de café.

Desayunaron juntas y una extraña vibra invadía el cuerpo de Mina. Era como si la Olivia de hace años hubiese regresado.

-Debes alimentarte bien, oí que entraste al equipo de fútbol- dijo antes de servirse más café.

-Si, algo así- respondió.

-Ten cuidado, pueden haber chicas que solo busquen darte un fuerte golpe o esconder tu ropa después del partido-

Mina sintió...felicidad al escuchar ese tipo de palabras de parte de su hermana, era muy raro de ella no salieran comentarios hirientes.

-Tus amigos me preguntaron mucho por ti- Levantó los platos y los llevo a la pila para lavarlos.

-No he hablado con ninguno de ellos, tal vez piensan que me ocurrió algo-

-Deberías hablarles para que no estén preocupados, son buenas personas- hubo un silencio.

La mente de Olivia comparaba a sus "amigos" y a los de su hermana. Eran tan distintos, mientras unos se cuidaban entre sí, otros solo se destruían y buscaban lastimar a los demás; divagaba al punto de quedarse en blanco. Si no fuese por la voz de Mina que le hablaba, ella seguiría perdida en sus pensamientos.

-Que te parece sí vas a recostarte en lo que terminó de limpiar la casa y después vemos una película-

Era algo casi totalmente nuevo para ambas, desde hace mucho tiempo no pasaban tiempo juntas a pesar de vivir en la misma casa. Mina no entendía porque su hermana estaba actuando de esa manera, tan gentil y amable que hasta parecía ser otra persona.

Sin embargo, se sentía tranquila, sentía que su corazón se relajaba y encontraba esa paz que tanto necesitaba.

Pero por su parte Olivia se sentía perdida, sentía que su cuerpo quemaba y que en cualquier momento se quebraría. Había algo extraño dentro de ella, algo que durante las noches no la dejaba dormir y le causaba pánico.

(...)
El lunes llegó, y los Myoui se preparaban para una nueva semana.

Mina estaba lista para regresar, por suerte el saco del uniforme la ayudaba a ocultar las heridas de sus brazos. No iba a dar explicaciones, esta vez quería pasar inadvertida y no llamar la atención.

Caminaba por los pasillos con sus airpods en los oídos y sus manos en los bolsillos, vio a lo lejos estaban sus amigas junto a Elliot y Momo.

Prefirió irse por otro pasillo para no hablarlos, iba con la mirada en el suelo cuando chocó con alguien accidentalmente.

- Oh Discúlpame- dijo al ver como la otra chica levantaba del suelo la maqueta que llevaba en las manos. Sintió lástima por ella y la ayudó a levantar lo que faltaba.

-Parece que se despegaron algunas piezas- habló avergonzada al ver el mal estado en el que estaba la maqueta.

-Fue un accidente, aunque pienso que la profesora Adams no me creerá cuando se lo diga- respondió la otra chica un poco más relajada.

-Puedes decirle que tu perro mordió la maqueta, eso siempre funciona- ambas rieron por el comentario de Mina.

-O que una ancianita le dio un golpe con su sombrilla- no le estaban dando importancia a la situación. -Soy Jennie-

-Mina- respondió

-Tu nombre me resulta familiar- la más baja entrecerró sus ojos.

-Debe ser porque no tiene mucho que llegué aquí, soy nueva en la escuela- respondió.

-Si tal vez sea eso...bueno, será mejor que componga esto- señalo lo que tenía en sus manos. -Hasta luego chica rompe maquetas-

Continuo caminando hasta llegar a la clase de álgebra. Entró al salón y tomó uno de los asientos del fondo; la profesora Im aún no llegaba y por ello algunos alumnos aprovechaban para terminar las tareas.

Miro hacía la puerta y que sorpresa se llevo... Elliot y Momo se despedían con un beso en los labios.

(...)
-¿QUE MIERDA ESTA PASANDO? ME VOY UNA SEMANA Y USTEDES YA ESTAN JUNTOS-

Después de esa clase, Elliot se encargó de llevar a fuerzas a Mina hasta las últimas gradas en donde Momo ya los esperaba. Necesitaban hablar con ella.

-Baja la voz- dijo el castaño

-Déjanos explicarte- su amiga se acercaba a ella para tratar de tranquilizarla.

-Okay, los escuchó- se cruzó de brazos y esperó a que sus amigos hablarán.

La situación era más compleja de lo que parecía. Ambos amigos decidieron fingir una relación por dos motivos.

El primero era para mantener a los chicos lejos de Momo, al saber que ya "estaba" con alguien serviría para que se alejaran de ella. Y en verdad funcionaba, solo así Lucas mantuvo un poco la distancia.

Y el segundo motivo era para que los padres de Elliot creyeran que su hijo "tenía una novia".

-Desde hace unos días, me di cuenta que...soy gay- el chico se sentó en las gradas, estaba muy sensible al respecto y ese tema no ayudaba.

-Yo... tenía ese presentimiento desde hace meses, pero no quería aceptarlo. El día que te conocí en el parque me hice la idea de intentar acercarme a ti, pero algo en mí me lo impedía-

-Me aferré a la idea de convencerme de ser alguien que soy, de hacerme creer que mis sentimientos van hacía las mujeres... pero al intentarlo una y otra vez solo me estaba lastimando a mi mismo-

-Para mi eres como una hermana y jamás podría verte de otra manera, pero cuando necesite hablar contigo y decirte lo que me estaba pasando, no estabas-

-Tenia que buscar ayuda, y me refugie en Momo, ella ha sido una gran amiga para mí-

-Me sentía perdido porque creí que tal vez, era un error sentir esto... no puedo decirle a mis padres, no ahora, no se como reaccionarían... por eso acordamos fingir ante los demás-

-Lo siento por no estar para ti- Mina sentó junto a él y lo abrazó. -Les debo una enorme explicación a todos-

En este punto Elliot lloraba como un pequeño niño; se escucha que su llanto era el resultado de algo doloroso para él.

-Desde ahora, prometo estar a su lado, cada que me necesiten estaré para ustedes, en las buenas y en las malas- habló Mina con la voz entre cortada

-Juntos... vamos a encontrar nuestra felicidad- Momo se unió a aquel dulce abrazo como significado del inicio de una nueva amistad.

Así fue como el universo unió los caminos de tres personas heridas que necesitan de amor, cariño y atención. A partir de ahora... nada ni nadie los iba a separar.


Loser & Lover     °Michaeng°    (G!P) ☢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora