¿Lovers or Enemies? //Imagina con Choi San//

27

¡Janeeee! —Escuché una tierna voz detrás de mí, pero cuando me volteé alguien ya me estaba rodeando con sus pequeños brazos.

Miré hacia abajo y me encontré con la hermosa sonrisa de Minha, la cual correspondí alegremente.

¡Hoola! —Dije abrazándola de regreso, provocando su risa.

Luego miré alrededor buscando a Sehun.

Lo encontré. Estaba como a unos 7 metros hablando con otros oficiales. Todavía no me había visto, así que volví a mirar a Minha.

¿Qué tal les fue? ¿Ayudaste en algo? —Dije invitándola a sentarse a mi lado.

Un poco. Me preguntaron muchas cosas. —Dijo enderezándose, y yo asentí.

Eso es normal. —Sonreí tranquila y luego me acordé de algo— Adivina qué te traje. —Minha sonrió abiertamente.

¿Qué? —Sonreí y saqué el alfajor de la bolsa para dárselo— ¡Gracias! —Empezó a abrirlo inmediatamente, y yo me reí.

Luego fijé mi mirada en Sehun mientras le hablaba a sus compañeros.

Se veía un poco más serio de lo normal, lo cual me preocupó ligeramente. Crucé los brazos y las piernas.

Luego de unos asentimientos de cabeza, comenzaron a despedirse. Los otros oficiales se fueron a los vestidores.

Sehun buscó con la mirada a Minha, y al encontrarla, rápidamente posó su mirada en mí. Le sonreí tranquila como saludo, ya que no nos veíamos desde la mañana.

Caminó hacia nosotras con algo de fatiga.

Me levanté cuando ya estaba a menos de dos metros, y me acerqué a él.

Hola. —Mantuve mi sonrisa.

Hola. —Igualó mi semblante.

¿Cómo les fue? —Pregunté curiosa bajando un poco la voz.

Mejor te cuento cuando lleguemos a casa. —Miró a Minha, luego a mí y yo asentí comprendiendo— Voy a cambiarme. —Caminó hacia los baños.

Volví a sentarme al lado de Minha, quien ya se había acabado su alfajor.
Me reí.

¿Te gustó? —Sonreí y ella también.

¡Mucho! —Me acerqué a ella y busqué una servilleta en mi mochila para limpiarla.

Unos minutos después, Sehun salió de los vestidores con su mochila, y ya cambiado caminó hacia nosotras nuevamente.

Sehun. —Me miró con atención— Tengo algo para darte. —Su cara de confusión se hizo evidente.

¿En serio? —Asentí con una leve sonrisa— ¿Qué cosa? —Me miró de arriba a abajo rápidamente.

Mejor te lo doy en casa. —Lo miré burlona, sacándole una sonrisa.

Está bien, está bien. Vamos. —Respondió caminando con pasos largos a la puerta de entrada de la comisaría.

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Una vez en casa de Sehun.

Le dije a Minha que se cepillara los dientes y fuera a la habitación, que en un rato iba yo.

Cuando entró en el baño me volteé para mirar a Sehun.

¿Qué me vas a dar? —Alzó una ceja mirándome con atención, mientras se quitaba la chaqueta.

Deja de comer ansias... —Me reí— Espera. —Caminé hacia mi mochila, donde había puesto la bolsa, y de ahí saqué el Bubble tea que le había comprado a Sehun para mostrárselo.

Se acercó a mí rápidamente y me lo quitó de las manos.

Gracias. —Sonrió y me miró— Justo lo que necesitaba. —Me reí un poco nerviosa.

Tómalo como parte de mi paga por vivir aquí. —Puse los brazos detrás de mi espalda, y él me miró con algo de burla en sus ojos.

Poniéndome más nerviosa.

Milagrosamente para terminar ese incómodo silencio, Minha salió del baño. La miré.

¿Todo listo? —Le pregunté y ella asintió, y caminó directamente a la habitación.

Sonreí por su obediencia.

Caminé hacia el sofá, y me senté en una esquina.

Ahora te toca. —Alcé la mirada hasta Sehun— Cuéntame qué pasó.

Tienes razón. —Se puso más serio— Pero espera, debo poner esto en el refrigerador. Se calentó. —Abrí un poco la boca e hice un puchero triste mientras no me veía.

Luego de hacer lo que dijo, caminó hasta mí y se sentó en la esquina opuesta del sofá.

Llegamos al lugar, presentamos el permiso, y nos permitieron revisar las cámaras. Minha confirmó a una pareja que apareció en las cámaras. —Abrí un poco más los ojos— Aseguró que eran sus padres. Así que por lo menos ya sabemos cómo son. —Asentí.

¿Sus nombres? —Pregunté.

No sabemos. Ya mandé las fotos al departamento de averiguación de identidad. Están procesando los rostros. Lo bueno es que son coreanos así que no tendremos que derivarlo al internacional. —Me mantuve en silencio por un momento.

¿No probaron con ver si había algún tipo de información en los registros de compras? —Hablé volteándome completamente hacia él.

¿A qué te refieres? —Se enderezó mirándome con interés en mis palabras.

Si han comprado ahí antes las cajeras deberían tener datos de alguno de los dos. El ARC, y alguna tarjeta de crédito o débito utilizada. —Resolví la idea.

Sehun alzó las cejas y miró hacia un lado, pensativo.

Tienes razón. Mañana mismo vamos a revisar eso. —Sonreí orgullosa.

Y mientras tanto, ¿cuál es el plan? —Pregunté.

Hay que averiguar lo que propones, y si es así, será mucho más fácil ubicar familiares y preguntarles si saben de algún antecedente o problema interno que la pareja haya tenido con alguien. —Asentí.

¿Averiguaron algo más? —Pregunté curiosa.

No, por el momento. Hay que esperar a mañana para recibir los resultados del departamento de investigación, y conseguir más pistas. —Se peinó el cabello un par de veces hacia atrás, sin mirarme.

Miré el suelo, por unos minutos, en silencio.

Sehun. —Dije sin mirarlo.

¿Mh? —Respondió para que yo siguiera hablando.

Hay cosas que han estado rondando por mi mente estos días. —Jugué con mis manos mientras hablaba— ¿Tienes ánimo para escucharme? —Lo miré y él me miró con más atención.

¿Qué pasa? —Preguntó frunciendo ligeramente el ceño, indicando que estaba concentrado en mí.

Yo volví a mirar mis manos.

Se trata sobre el parque que estoy cuidando, y cosas que han pasado desde que llegué... —Miré a un punto perdido frente a mí.

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