Llegué a la comisaría en menos de veinte minutos, y busqué con la mirada la dichosa cafetería.
A unas pocas calles pude ver el símbolo de una taza de café en un tablero, así que caminé hacia allí.
Llegué y entré rápidamente para buscar una mesa o a Seungmin.
Encontré algunas mesas ocupadas, pero una chica llegó rápidamente hasta mí y me guió al segundo piso.Yo la seguí y me dejó ahí.
Este piso estaba casi vacío, y cuando volteé hacia la zona de las ventanas, me encontré a Seungmin.Lo noté un poco intranquilo, lo que me hizo fruncir el ceño.
Pero tuve que sonreír cuando conectó miradas conmigo.
Me saludó de lejos y yo me acerqué a su mesa.Hola, ¿cómo está? —Me senté sonriendo.
Hola, bien ¿y usted? —Preguntó de igual forma.
Bien, pero curiosa de saber porqué me invitó aquí hoy. —Dejé mi bolso a un lado y fijé mi atención en él.
¿Podríamos dejar los honoríficos aquí? No estamos en la comisaría... —Sonrió incómodo.
Oh. —Me sorprendí— De acuerdo. —Asentí mirando hacia otro lado por un momento, y luego a él.
Este se puso un poco nervioso.
¿No quieres ordenar algo? —Tomó el menú— Te recomiendo las donas de fresa bañadas en chocolate. Son muy buenas. —Sonrió evitando mi mirada.
Yo asentí levemente, de tal manera que no lo notara, y tomé el menú para mirarlo un poco.
Su actitud me recuerda a cuando un chico quiere proponerle ser su novio a una chica. Lo cual me parece raro, ya que nos conocemos hace poco tiempo.
Pero si no fuera eso, ¿por qué estaría así?
¿Entonces? —Me sacó de mis pensamientos una voz.
Seungmin, había estado hablándome, al parecer esperando por algo. De repente noto la presencia de la mesera a mi lado. En qué momento había llegado, no lo sé.
Oh. —Fijé mi atención en el menú nuevamente.
Seungmin sonrió burlón poniéndome nerviosa.
Qué vergüenza...Eh... Si, me gustarían dos donas de fresa bañadas en chocolate... Y... —Miré a Seungmin y este sonrió más, por lo que volví a mirar el menú— U-una botella de agua. —Miré a la mesera, mientras me hundía en mi asiento, por alguna razón, ocultándome un poco de él.
Perfecto. —Dijo la mesera terminando de anotar— En un momento se los traigo. —Nos sonrió.
Gracias. —Dijo Seungmin sonriéndole de igual manera y se retiró.
Me miró y poco después yo igual.
¿Te sumiste en tus pensamientos? —Sonrió tiernamente y luego se rió.
Si... Perdón. —Suspiré— Es que después de lo que pasó ayer, estoy un poco distraída. —Seungmin dejó de sonreír abruptamente.
Lo cual me descolocó un poco.
Bueno. Te cité aquí porque quiero hablarte de algo... —Me puse seria y él también— Así que necesito que me prestes total atención, y escuches lo que tengo que decir. —Dijo serio.
Ok, ahora sí captaste toda mi atención.
Sé que eres muy buena en tu trabajo, porque haberte graduado con honores de la academia, y casi al instante ser reclutada por la comisaría central de Seul, es bastante sorprendente. —Sonreí— Aún así, me gustaría aconsejarte algunas cosas. Ya que como sabes, tengo más tiempo ahí que tú. —Alzó las cejas y yo asentí— Si bien no soy policía de acción, igualmente sé varias cosas básicas, porque hasta para ser recepcionista necesitas un entrenamiento previo. —Asentí dándole la razón— Una de las cosas que te quiero decir, y la más importante por ahora, es que tengas cuidado con el jefe Song. —Advirtió.
Alcé las cejas.
No me esperaba eso.No sé si ya tuviste la oportunidad de hablar cara a cara con él, pero si lo hicieron, deberías haberte dado cuenta de que el jefe no es el más... —Buscó las palabras en su mente, mientras miraba al techo, y luego me miró— Atento, o... cordial. —Se rió y la mesera llegó con la comida, dejándola ordenadamente frente a nosotros.
Aquí tienen, esperamos que disfruten. —Sonrió, hizo una reverencia y se retiró.
Ambos ordenamos las mismas donas, pero él en vez de ordenar agua, como yo, pidió una malteada de arándanos.
Di un mordisco a la dona.
¡Está muy buena! Tenías razón. —Sonreí un poco y él también— Pero bueno, sigue. —Hice un movimiento con la mano y di otro mordisco a la dona.
Luego de un rato de silencio, lo miré extrañada.
Seungmin estaba observando mi boca, lo cual me puso nerviosa.
Segundos después me miró a los ojos y se rió un poco.Tomó una servilleta, y me limpió con unos toques, la boca.
No, no, no, no me digas que me manché...
No lo miré mientras me limpiaba por vergüenza, pero poco después detuve su mano con la mía, al mismo tiempo que tomaba la servilleta con la que me limpió.
Él me miró petrificado, y yo a él, pero seria.
Oh. —Se alejó de mí y se sentó nuevamente— Disculpa. —Hizo una mini reverencia.
No te preocupes. —Sonreí un poco, más calmada— ¿Ya está? —Posé por un momento y él rió.
Seungmin asintió y yo igual, en agradecimiento.
Te falta práctica en comer donas. Yo soy experto. —Sonrió orgulloso y yo me reí.
Si, recuerdo que cuando llegué a la comisaría escondiste una caja detrás del mostrador. —Se puso nervioso— No fuiste muy disimulado que digamos. —Me crucé de brazos y él sonrió tiernamente rascándose el cuello.
Y menos mal que fue la señorita Shin la que me vio esa vez, porque si hubiera sido el jefe... ahora estuviera en aprietos. —Tomó de su malteada de manera graciosa, haciéndome reír nuevamente.
Bueno... —Hablé y miré hacia un lado— Respecto al jefe...
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¿Lovers or Enemies? //Imagina con Choi San//
Fiksi Penggemar//EN PROCESO// CAPITULOS HECHOS: 28 Un ladrón seductor y calculador... Una policía inteligente e intuitiva... Por cosas del destino, se encontrarán. ¿Quién logrará su objetivo? ¿La buena ley o el rompe reglas? Pronto descubrirán que a pesar de las d...