¿Lovers or Enemies? //Imagina con Choi San//

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¡Mph! ¡MHP! —Intenté gritar pero lo único que se escuchaba eran las voces de afuera.

No sabía dónde estaba, lo que me ponía muy nerviosa.

Pronto se me ocurrió la idea de tantear el lugar. No me habían quitado las telas, lo cual me retrasaba.

Me arrastré hacia adelante, y luego me puse en posición horizontal para rodar. Eso era más rápido.

Hasta que choqué con una pared. Me puse de espaldas a ella y con las manos la toqué. Dos partes eran diferentes. Una era de madera, hueca, así que supuse que era la puerta. Y la otra era fría y maciza, esa si era la pared.

Intenté levantarme, lo logré, y busqué la manija de la puerta.

Era de metal. Genial...

Froté la tela que apresaba mis muñecas contra la esquina de la manija. Sentí que se iba rasgando, sonreí y seguí frotando la tela hasta que me cansé e hice fuerza para terminar de romperla.

Lo logré. Sonreí y me quité la venda de los ojos.

El lugar era lúgubre.
Había moho verde en las paredes marrones, el piso estaba roto en algunas partes, extrañamente no me caí en ninguno de los huecos, y la luz titilaba mucho. Me estaba comenzando a marear así que rápidamente procedí a desatarme la venda de los pies, luego me quité la que tenía en la boca y me levanté.

Con los pedazos de tela formé una cuerda larga atando los extremos de cada una.

Intenté abrir la puerta con lentitud pero estaba cerrada.

Rayos.

Me senté en el suelo y estuve esperando por varios minutos, o quizás horas, a que algo pasara o alguien viniera.

Hasta que por fin escuché unas llaves acercándose.

Me levanté rápidamente y me puse al lado de la puerta.

Abrieron la puerta y cuando la persona entró, yo le di un golpe en la cara y cayó al suelo.

Sentado. No lo había noqueado.

El hombre levantó la mirada y ví que era Seungmin.

¿Jane? —Dijo con su mano en su mandíbula y el ceño un poco fruncido por el dolor del golpe.

Me tapé la boca sorprendida y apenada, y rápidamente me acerqué a él.

Discúlpame, pensé que- —Me interrumpí a mí misma— ¿Cómo me encontraste? —Pregunté un poco más seria mirándolo fijamente a los ojos.

Yo- —Se interrumpió a sí mismo— Te estuve buscando por horas. —Dijo mirando en dirección a la puerta detrás de mí y se levantó— Hay que irnos de aquí. —Dijo tomándome de la muñeca y ambos salimos de esa habitación.

De repente sentí que perdía la estabilidad de mi cuerpo.

¿Qué está pasando? —Pregunté en voz baja y él me miró preocupado.

Sentí que estaba a punto de caerme al suelo, de no ser porque Seungmin me sostuvo a tiempo.

Pero aún así, se cerraron mis ojos y no supe más del mundo.

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–Por otro lado–
[Narrador omnisciente]

¡¿Estás loco?! —Susurró la mujer mirando al chico— ¿Cómo se te ocurre traerla aquí? —Regañó enojada.

Yo solo quería ayudarla. No pensé que fuéramos a llegar hasta aquí. —Se defendió.

Dile a los demás que se abstengan de meterse con ella, porque sino estaremos en problemas con la jefa. —Advirtió.

De acuerdo... Pero mientras... ¿Qué hacemos con ella? —Preguntó mirando a Jane.

¿Qué sé yo? —Frunció el ceño— Y no hables en plural, invéntate algo pero sácala de aquí antes de que ella venga. —Dijo refiriéndose a su jefa.

Qué fácil es decirlo. —Se quejó en voz baja mientras levantaba a Jane.

¿Qué dijiste? —Preguntó la chica en tono amenazante.

Nada. —Respondió rápidamente nervioso, pasando su brazo izquierdo por la cintura de Jane, y el brazo izquierdo de Jane por el cuello de él.

Mañana debe estar como si nada. Ten cuidado. —Advirtió la mujer antes de que ambos se fueran— Ah. Espera, su celular. —Se lo dió y desapareció de la escena.

Tú, pequeña niña... —Dijo el chico mirando a Jane— Espero que no seas tan buena como para traernos problemas. —Amenazó tranquilo y comenzó a caminar lentamente.

La mujer desconocida había hecho que Jane se desmayase, con un poco de presión en la sien.

Técnicas especiales...

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