Ok.
Mi nombre es Jane Han, tengo 20 años, y hace unas semanas me gradué de la academia de policías (con honores, si no les molesta que presuma). Me llegó una carta poco después. Resulta que la comisaría principal de Seúl se había enterado de mi rendimiento y me habían propuesto trabajar con ellos temporalmente.
Yo, muy emocionada, acepté.
Pero mis padres no.
“Me alegra que te hayas graduado de algo que ayudará a la sociedad, pero... ¿por qué no mejor te quedas y nos ayudas con la tienda? Es más seguro.”
“Eres una mujer. Vivirás rodeada de hombres. No me parece bien.”
“Es demasiado peligroso. En Seúl abundan los casos de estafas, asesinatos, robos... Y ni hablar de las mafias.”
“Los malos de la ciudad no son como los de aquí, del campo, Jane. Son mucho más peligrosos, tienen armas, y muchas tácticas.”
“Dicen que no hay muchas mujeres policías en las comisarías precisamente porque los malos las atacan directamente a ellas.”
“Nos hubiese encantado que ejercieras tu profesión aquí, donde podamos estar cerca el uno del otro, Jane. Pero no fue así.”
“Por favor no vayas. No queremos perder a nuestra hijita...”
“Eres muy joven como para que corten tu hilo tan pronto.”
Me negué. Les dije que iba a estar bien. Que mis esfuerzos no serían en vano. Que podía cuidarme, y que podrían estar orgullosos de mí.
Pero su frase final fue:
“No irás.”
“Te lo prohibimos.”
Frase que en conjunto, me destruyó.
Mi sueño siempre había sido ser policía. Esa carta era mi escalera para llegar a mi meta, al éxito. Pero ellos me la negaron...
Desde que empecé en la academia, estuve ahorrando para mudarme a otro lugar. No iba a vivir con mis padres para siempre. Debía hacer mi propia vida.
Y por ello, aún así, me dispongo a viajar hacia la gran capital. Seúl.
Sin que ellos se enteraran.
Hace unas horas me escapé de mi casa. Empaqué en mi maleta todo lo necesario y me fui de ahí antes de que mis padres se despertaran.
Salí a las 6, y ahora son alrededor de las 8 de la mañana.
Pisaba con mi pie derecho repetidas veces el suelo del tren.
Estaba sentada en los asientos más cercanos a una de las salidas, con mi maleta a un lado.
En estas instancias, dudaba.
Dudaba mucho.
¡Último llamado! —Dijo el chófer desde afuera, antes de sonar su silbato.
Lo miré fijamente aunque él no me miraba.
¿Y si mis padres tienen razón?
El señor entró luego de mirar a los alrededores, y en su lugar me quedé mirando la puerta.
Como esperando a que Dios me diera una señal para saber qué hacer.
Pero estaba sola. Ellos no vendrían.
Yo soy muy capaz de defenderme.
He entrenado mucho.
Ensayo y error, durante cuatro años.
Soy lo suficientemente buena para esto, aquí, en Seúl, y en la China.Mis intentos de animarme fueron a paso de tortuga, haciendo resultado.
Me irá bien, se los prometo. —Murmuré al ver cómo se cerraban las puertas mecánicas del tren, evitando llorar— Seré una de las mejores policías del país, y tal vez hasta internacionalmente. Estarán orgullosos de mí. —Sonreí de lado con melancolía— Los amo mucho, gracias por todo lo que me dieron... hasta pronto... —Cerré los ojos y me los imaginé.
Cómo me hubiese gustado que fuera de otra forma...
Suspiré cuando habían pasado unos cuantos minutos, y el tren había arrancado.
Puse mi maleta en el estante sobre mi cabeza y me cambié a un asiento al lado de la ventana.
Miré a un señor que iba pasando con unos dulces, entre ellos gomas de mascar. No lo pensé dos veces y detuve su andar para preguntar cuánto costaba uno de menta. Al ser un precio accesible, la compré.
El señor se fue feliz por haber tenido ganancias, y yo por tener algo que saborear a parte de mis nervios.
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Primer capítulo!!!
¿Qué opinan?
Espero que lo hayan disfrutado uwu
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¿Lovers or Enemies? //Imagina con Choi San//
Fanfiction//EN PROCESO// CAPITULOS HECHOS: 28 Un ladrón seductor y calculador... Una policía inteligente e intuitiva... Por cosas del destino, se encontrarán. ¿Quién logrará su objetivo? ¿La buena ley o el rompe reglas? Pronto descubrirán que a pesar de las d...