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Seungmin me hizo un gesto con la mano para que siguiera hablando, con una pequeña sonrisa.

Con respecto al jefe... —Miré por la ventana— Considero que hace bien su trabajo. —Volteé hacia Seungmin y este ya me estaba mirando totalmente serio, por lo que volví a mirar por la ventana— Se necesita a alguien así para ese cargo, mano dura. Porque sé por experiencia que si dejas que la gente haga lo que quiera todo va a ser un caos. Para eso está la policía, para controlar en la medida de lo justo, lo que hace la gente. Y si él es como me imagino, lo está haciendo bien. —Me crucé de brazos y miré a Seungmin con seriedad.

Ya veo... —Asintió mirándome serio, fijamente, y luego sonrió— Entonces está bien tu percepción de él. —Sonreí— Otro consejo que te doy, es que seas enérgica con tu trabajo, sea cual sea. Ese tipo de personas le agradan. —Comió de su dona, y en pocos minutos se la acabó— Así que si quieres tener misiones cada vez más importantes. Haz bien las cosas pequeñas. —Asentí repetidamente, rápido.

Lo sé, lo sé. —Me acabé la primera dona— ¿Te digo cuál fue mi primera misión? —Dije un poco molesta y él se rió con una sonrisa.

¿Ya te dió una? —Asentí— Qué rápido. —Sonrió— ¿Cuál? —Tomó de su malteada.

Cuidar un pequeño parque fuera del cono urbano. Él de la calle 78. —Seungmin casi estalla de la risa, pero se contuvo.

¿Qué? —Sonrió dejando su malteada a un lado y yo empecé a comer de mi segunda dona, mientras asentía— Hace menos de un minuto dije que sea cual sea tu trabajo seas enérgica, pero con ese trabajo... —Me miró divertido y yo le entrecerré los ojos.

No, pero... Sé que igual debo esforzarme. Así le demostraré que soy una de las mejores ahí. —Alcé una ceja con orgullo y tomé agua.

Oh. —Me señaló tranquilo— Hablando de eso. ¿Cómo te fue con tus compañeros? Porque, por lo que sé, eres la única mujer ahí. Y no solo eso, también eres la más joven de tu escuadrón. —Agarré aire, inflando mis mejillas, y asentí mirando la mesa.

Él sonrió, y dió un mordisco a su dona.

Pues... —Acomodé un mechón de cabello detrás de mi oreja— No fue la gran cosa. Cada uno se enfocó en su misión. No hubo tiempo para presentaciones. —Me crucé de brazos con algo de tristeza.

No te preocupes. Todo fluirá cómo tenga que fluir. —Sonrió reconfortante— Un momento. —Se puso serio y yo lo miré con atención— ¿Dijiste que cuidaste el parque de la calle 78? —Asentí— ¿Sola? —Negué rápidamente— Entonces ya debes conocer a Yang Jeongin. —Aseguró y yo ladeé la cabeza, con confusión.

No. —Me puse la mano en el mentón y miré la mesa— Bueno, no nos presentamos... —Lo miré a él de nuevo— ¿Por qué? ¿Él se encarga de ese parque? —Seungmin asintió ante mi suposición.

Él tiene misiones como esas. De la comunidad y cotidianidad. Está en la comisaría desde hace dos años, más o menos. —Asentí comprendiendo.

Espero poder ascender de nivel. —Hice un pequeño puchero y comí uno de los últimos pedazos de mi dona.

No te preocupes por esas cosas. A demás, cuentas conmigo y con la señorita Shin. —Sonrió levemente.

¡Oh! Hablando de ella. —Lo miré— ¿Hay algo que deba saber de ella? —Seungmin en seguida se puso serio.

Este chico tiene cambios de semblante muy extremos y bruscos...

¿Qué pasa? —Pregunté un poco nerviosa— ¿Seungmin? —Parece que salió de su trance y me miró sonriendo un poco.

Nada de especial. Es... —Miró hacia otro lado, y luego a mí— Peculiarmente compasiva. —Comió el último pedazo de su dona y yo asentí, para terminar la mía.

Luego de unos minutos de silencio, volví a hablar.

Y... —Miré su malteada— ¿Hay algo que deba saber de ti? —Seungmin me miró y yo a él, curiosa.

Mmm... —Tomó de su malteada— Soy... —Meneó la bebida lentamente mirando la cafetería, como pensando en algo, y me miró a los ojos— Un amigo en potencia. —Sonrió de lado y yo me reí.

De acuerdo. —Tomé agua.

Seungmin y yo hablamos durante un rato más, y llegó la hora de irnos.

Bueno Jane. —Se levantó sonriendo, y yo hice lo mismo, mientras tomaba mi bolso— Debo irme. Fue agradable charlar contigo, para conocernos mejor. —Sonreí.

Sip. Tal vez dentro de poco si nos volvamos cercanos. —Él sonrió más y yo me reí— Yo también tengo cosas que hacer, pero nos vemos mañana en el trabajo, ¿no? —Asintió.

Comenzamos a caminar hacia las escaleras, para bajar al primer piso, pero recordé que aún debía preguntarle algo.

¡Oh! —Lo miré— Por cierto, ¿cuántos años tienes? —Él me miró y sonrió.

Si tienes curiosidad por saber si soy mayor que tú, si soy mayor que tú. —Me sonrió coquetamente y yo hice un pequeño puchero— Tengo 23 años. —Asentí.

Llegamos al primer piso y salimos de la cafetería.

¿Y tú? —Me miró con curiosidad.

Tengo 20. —Desvié la mirada.

Awww. —Se rió y yo también— Bueno, cualquier cosa me mandas un mensaje. ¡Nos vemos! —Se despidió agitando las manos, y yo sonreí y asentí.

Dió media vuelta y comenzó a caminar hacia la comisaría. Miraba su espalda con tranquilidad, hasta que giró por una calle, y lo perdí de vista.

Seungmin es muy agradable.
Parece que tengo un nuevo amigo.
Sonreí ante la idea.

Bueno, es hora de buscar una inmobiliaria. —Suspiré con cansancio, pero luego me tapé la boca sorprendida— ¡Debí haberle preguntado si conocía una! —Corrí hasta la calle por la que giró.

Qué tonta. Tanto tiempo que estuvimos hablando y no se me ocurrió preguntarle.

Llegué a la esquina y giré, pero ya no estaba.

Rayos. —Me puse las manos en la cintura— Desapareció muy rápido. —Fruncí un poco el ceño.

Intenté recuperar el aliento.

Bueno, tendré que buscar por internet. —Suspiré.

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¿Lovers or Enemies? //Imagina con Choi San//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora