Capítulo 31

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Jimin no podía dormir pensando en todo lo que había pasado en ese día. No sólo habían compartido esos dos besos,  hubo un último en la puerta de su habitación cuando se retiraron a descansar y su tía ya se encontraba reposando en su habitación del primer piso.  Jimin con gusto habría invitado a Jungkook a dormir con él,  pero tampoco quería apresurarse.  Quería disfrutar de ese sentimiento,  ir poco a poco, aunque tampoco disponía de mucho tiempo que digamos antes de su inminente partida.  Pero no quería amargarse pensando en eso ahora.  Viviría el día a día,  disfrutaría a concho el verano, que erróneamente pensó al venir,  sería un fastidio.

Jungkook por otro lado se sentó en la ventana mirando y escuchando los ruidos de la noche con una sonrisa que  no dejaba de tirar sus labios.  Ni en sus más atrevidos sueños pensó verse envuelto en una relación de este tipo.  ¿Se arrepentía? No, ni en un millón de años lo haría.  Jimin lo hacía sentir vivo,  feliz.  Sus besos eran el cielo.  Su boca lo más delicioso que había probado,  su sabor ya era parte de él.  Cuando se despidieron, en la puerta de la habitación de Jimin, estaba renuente a dejarlo pero también tuvo miedo de no saber que hacer si las cosas iban más lejos,  por mucho que el quisiera era nuevo en todo esto de mantener una relación con un hombre,  había muchas cosas que desconocía,  pero que esperaba aprender y disfrutar.

No quería pensar mucho en el hecho de que Jimin tenía un novio en Seúl,  en que terminado el verano se iría,  eso sólo le acarrearía ansiedad impidiéndole disfrutar de lo que tenía ahora. Era una locura pensar que se había embarcado en una aventura incierta donde el control de lo que sucedería no estaba en sus manos.

Cuando por fin se acostó,  cerró los ojos y se durmió con la misma sonrisa que parecía no querer abandonarlo.

Por la mañana desayunaron con la Sra. Elena,  sólo los tres,  Rosita no venía los domingos.  Jimin en un arranque de energía les preparó unos panqueques con canela y frambuesas que Jungkook fue a cortar,  frescas y fragantes, recién cosechadas.  Se comportaron como lo harían dos amigos a vista de Ma'Elena,  pero cada vez que podían se rozaban al descuido sus manos o sus pies por debajo de la mesa.  Ma'Elena les sugirió que aprovecharan el resto del día en la frescura del río ya que eran jóvenes.  Ella descansaría porque el ajetreo del día anterior la había dejado exhausta.

Prepararon una canasta con sándwiches de carne, cervezas y un pocillo con frutas.  Luego a regañadientes Jimin montó en Trueno ya que Jungkook le dijo que la camioneta no podía pasar al lugar donde lo llevaría.  En realidad disfrutó el paseo a caballo con el corazón de Jungkook latiendo uniforme en su espalda que apoyaba lánguidamente en el pecho de él mientras sus manos entrelazadas en la brida del caballo lo guiaban por el rústico y precario sendero.

- Debes aprender a montar,  princeso- le susurró Jungkook al oído haciendo estremecer a Jimin.

- No lo creo,  me aterra sólo pensarlo.  Prefiero montar otra cosa- dijo Jimin riéndose del doble sentido de sus palabras.

Jungkook carraspeó un poco.

- Eres un descarado,  princeso,  ¿lo sabías?- replicó Jungkook riéndose.

- ¿Y a tí no te gusta?

- Mmmm...- Jungkook se quedó en silencio unos segundos- creo que me está gustando demasiado.

Jimin giró su cabeza y besó suavemente su barbilla y luego volvió a acomodarse en los cálidos brazos y tórax de Jungkook.

El lugar a dónde lo llevó era un remanso de paz y privacidad.  Aparte de los pájaros no se veía nada ni nadie.  El murmullo del agua cristalina era reconfortante para el caluroso día y los árboles daban sombra.  Bajo uno de ellos pusieron una manta y la canasta.  Las cervezas las pusieron en una orilla del río dentro de una pileta de piedras, que improvisó Jungkook, para mantenerlas frías.

Jimin miraba el lugar,  era hermoso a pesar de que él no acostumbraba ir a sitios así.  Bueno con Jungkook todo era perfecto.

- ¿Te gusta?- dijo Jungkook acercándose y abrazándolo por la espalda apoyando su barbilla sobre su hombro al hablar.

Jimin suspiró sonriendo y se relajó en el abrazo.

- Sí,  mucho. ¿Nos bañaremos?- preguntó Jimin.

- Esa es la idea,  princeso.

- ¿Y no es peligroso o muy profundo o la corriente muy fuerte?

Jungkook se largó a reír.

- Estás conmigo,  princeso.  Nada malo va a pasarte- Jungkook le besó la nuca- desde pequeño he nadado en este río,  lo conozco como la palma de mi mano.  Este lugar no tiene ningún peligro para tí,  así que disfrútalo.

- Eso haré- Jimin se volteó para mirarlo- y también disfrutaré la compañía- añadió coqueto mordiendo su labio inferior.

- Como dije- Jungkook lo acercó aún más- esa es la idea.

Jungkook le atrapó el labio inferior y lo mordió despacito para luego acariciarlo con su lengua sedosa y húmeda,  luego se separó.

- ¿Pasa algo?- preguntó Jimin con desconcierto.

- Sí seguimos así,  no haremos otra cosa que besarnos.

- No me opongo- dijo Jimin con picardía,  luego agregó- pero también quiero bañarme,  ¡hace un calor endemoniado!

- ¡A bañarnos entonces!- dijo Jungkook y lo tomó en brazos acercándose a la orilla y empezando a caminar por el agua con Jimin chillando.

- ¡Está fría,  bruto! ¡Y estoy vestido!

Jungkook largó una risotada.

- Se secará en un santiamén,  deja de chillar y disfruta.

Jimin se aferraba con fuerza al cuello de Jungkook casi ahorcándolo, y cuando empezó a relajarse Jungkook se hundió junto con él mojándolo por completo.  Cuando emergieron Jimin no dijo nada,  no emitió ningún sonido,  sólo porque estaba ocupado tratando de recuperar la respiración y tosiendo por haber tragado agua.  Ni siquiera la risa burlona de Jungkook besándole el cuello lograron hacerlo reír.

- ¡Bruto,  bruto,  bruto!- chilló al recuperar el habla. Cosa que hizo reír con más ganas a Jungkook.

- Ahora estás fresquito,  princeso- Jungkook le besó la nariz a un enfurruñado Jimin que poco a poco empezó a sonreír hasta reírse tanto como Jungkook.

- Me gusta tu risa- dijo Jungkook estabilizándolo en el suelo arenoso del lecho del río.

Jimin le rodeó el cuello con sus brazos chorreando agua.

- ¿Sólo eso te gusta?- preguntó respirándole encima,  mezclando su respiración con la de él.

- No. Me gusta el paquete completo- le respondió Jungkook y acto seguido lo besó apasionadamente.

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