Jungkook se desocupó luego, cargó los tambores en la camioneta y se fue en busca de Jimin. Lo encontró conversando relajadamente con los encargados de la vidriería. Cuando entró lo saludaron amistosamente. Todos se conocían. Como dicen "pueblo chico, infierno grande "
- ¡Hola muchacho!- dijo el más viejo- ¿qué te trae por acá?
Jungkook se acercó y les estrechó la mano a ambos sonriendo.
- Hola, Don Carlos. Vine por unos tambores de alimento y Jimin- lo señaló con la cabeza- me acompañó para ver unos espejos. Jimin es el sobrino de Ma'Elena.
- ¿Cómo?¿Éste jovencito tan agradable es sobrino de Doña Elena?- el hombre lo miró con detenimiento- en realidad nunca lo habría imaginado.
- Sí, soy su sobrino, hijo de su hermano. Pero me parezco más a la familia de mi madre- les explicó Jimin.
- Eso debe ser. Por eso no notamos ningún parecido. ¿Así que vienen juntos entonces?- preguntó Don Carlos.
Jungkook asintió con la cabeza.
- ¿Encontraste algo que te sirva?- le preguntó Jungkook a Jimin a continuación.
- Sí, estos amables caballeros, me cortaron dos espejos para poner en la pared. En cinco minutos más me los tienen listos y podremos volver.
- Así es muchacho. Estamos escasos de personal. ¿Porqué no lo llevas al mercadillo? Justo hoy se puso- le sugirió don Gastón.
- ¿Quieres ir?- le preguntó Jungkook a Jimin.
- Claro- respondió Jimin al instante- un placer, nos vemos al rato, Don Gastón.
- ¡Qué te compré una limonada fría, muchacho! Son lo mejorcito de la zona- le dijo Don Gastón cuando iban saliendo.
- Viejo bribón, todo porqué su señora es la dueña del puesto de limonadas- le dijo Jungkook ya caminando por la calle con la risotada divertida del hombre en la puerta de su negocio.
Jimin sonreía. Era tan pintoresco todo. Todos se conocían. Tan diferente a Seúl, pensó Jimin.
- ¿Me comprarás una?- le dijo Jimin pegando su hombro al de Jungkook mientras caminaban.
- Sí tú quieres. En realidad no se que le echa María a sus limonadas, pero son exquisitas- le contó- ven vamos, el mercadillo se pone en la parte de atrás del pueblo.
Jimin lo siguió, mirando todo y haciendo una que otra observación que Jungkook respondía para explicarle.
-Hola María- saludo Jungkook a una mujer regordeta y de mejillas coloradas cuando llegaron al puesto de limonadas de la esposa de Don Carlos.
- ¡Jungkook!- gritó la señora- que bueno verte muchacho- luego miró a Jimin con curiosidad- ¿ y éste apuesto joven que no había visto por acá?
Jimin sonrió ante la poco disimulada pregunta para saber quién era.
- Soy sobrino de la Sra. Elena, vine por el verano solamente- le sonrió Jimin, respondiendo él mismo la pregunta.
- Mira que cosa, no sabía que Elena tuviera un sobrino, y tan bonito, además- dijo zalamera María- nunca habías venido, ¿cierto?.
Jungkook se largó a reír.
- No seas chismosa, María. Danos dos limonadas mejor- le dijo Jungkook sonriendo. María era capaz de confesar hasta el más reacio de sus clientes si así lo quería.
- No seas grosero- le dijo Jimin dándole un codazo amistoso, luego miró a Doña María que le brillaban los ojos de curiosidad- creo que vine con mi padre cuando era apenas un niño, alrededor de los cuatro o cinco años, no recuerdo muy bien, esa creo fue la única vez hasta ahora.
- Ah...entonces Jungkook aún no vivía con Elena, fue después de la tragedia que asoló el pueblo y sus alrededores que Jungkook fue adoptado por ella, un alma bondadosa y buena la de Elena...
Jimin vio que Jungkook se ponía pálido. Al parecer la conversación estaba tomando un rumbo que no le agradaba.
- Bueno, ya respondí. Creo que ahora si quiero esas limonadas que su esposo alabó tanto- le dijo Jimin para guiar la conversación hacia otro lugar.
- ¿Conociste a mi Carlos?- exclamó Doña María- siempre me manda clientes, es un dulce, ¿verdad?
Jimin sonrió asintiendo mientras ella llenaba dos vasos plásticos con limonada helada.
- Tomen- les pasó los vasos sonriendo- es un regalo de bienvenida, no tienen que pagar.
- María éste es tu trabajo, recibe el dinero- le dijo Jungkook pasándole un billete.
- Mira bribón, yo decido si cobró o no- le levantó una ceja- ya dije que era un regalo.
- Gracias, María- Jungkook guardó nuevamente el billete en su cartera.
Jimin le hizo una venia con la cabeza y se alejó con Jungkook hacia una banca debajo de un árbol donde se sentaron a beber su limonada. Jungkook la bebía en silencio un poco ido.
- ¿Pasa algo?- preguntó Jimin.
- ¿Ah?...- Jungkook lo miró y tardó en procesar- No... Bueno es un poco molesto cuando se acuerdan de la muerte mis padres. Han pasado muchos años, pero aún así me incomoda- Jungkook bebió un largo sorbo de su vaso.
- ¿Cuántos años tenías cuando murieron?
- Ocho años, princeso- Jungkook miró el cielo- todavía recuerdo sus rostros, espero no olvidarlos nunca.
Jimin le apretó suavemente el hombro con sus dedos.
- Ni siquiera puedo imaginar que mis padres murieran, y eso que tengo veinticuatro años. Supongo que con ocho debe ser mucho más difícil.
- No puedo quejarme. He tenido desde sus muertes a Ma'Elena conmigo. Ella nunca trató de reemplazarlos ni hizo nada para que los olvidara, al contrario siempre me hacía hablar de ellos y recordar lo buena que había sido mi vida a su lado. Me decía que Dios, aunque había sido brevemente, me premió con unos buenos y amorosos padres- Jungkook sonrió recordando- María tiene razón. Ma'Elena es un alma bondadosa, yo lo sé más que nadie.
- Eres un hijo para ella, Jungkook. Dios también la premió a ella al dejarla tenerte a su lado- Jimin le acarició la espalda con cariño- ambos tuvieron suerte.
- Hablas bonito, princeso. Gracias por eso- Jungkook le sonrió y miró los ojos de Jimin que lo miraban con ternura y cariño. Sería tan fácil enamorarse de él. Nunca se había puesto en un escenario parecido, hasta que llegó Jimin y le sacudió su mundo perfecto y ordenado. ¿Sería?¿Sería que empezaba a tener sentimientos más complejos por el sobrino de Ma'Elena? Eso lo dejó más pálido que el recuerdo de sus padres.
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Estrella fugaz
Fiksi PenggemarPark Jimin es un bailarín caprichoso y muy voluble, razón por la cual sus padres deciden mandarlo por la temporada de verano a casa de su tía solterona que es dueña de un fundo en el campo. El objetivo de sus padres es que aprenda a valorar lo que t...