CAPÍTULO 10

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-Ya estoy aquí- comenta bajito Sunghoon al entrar en su casa- Ummm eso huele tan bien, no será sólo para la pequeña, me muero de hambre-

Me río y me volteo para mirarlo cuando entra por la cocina.

-Iba a comer y he dejado algo por si querías comer cuando vinieras-

-Gracias, hace tiempo que no comía comida caliente-

-Me recuerda por el olor de mi abuela- siento la nostalgia en su voz y le pongo la mano en el brazo cariñosamente.

-Ella siempre estará contigo-

-Sí- me sorprende cuando Sunghoon pone su mano sobre la mía, y más, cuando antes de quitarla la acaricia. Mi corazón martillea en mi pecho con fuerza, y me voy a terminar de poner la mesa para que no vea lo mucho que me ha alterado su gesto.

-Me cambio y bajo-

Asiento y cuando regresa ya lo tengo todo listo, al principio comemos en silencio, pero ya noto la tensión de esta mañana y por eso como en silencio, sin que este me resulte molesto.

-¿Qué tal el trabajo?-

-Cansado, pero me gusta-

-Disfrutas con el-

-Sí, el poder hacer lo que te gusta es un lujo-

-Sí-

Pienso en mí, y en lo poco claro que tengo mi futuro.

-Yo no sé que quiero hacer...

-¿Por qué no estudias bellas artes?-

Alzo los hombros.

-No se me da bien estudiar-

-No lo sabes si no lo intentas-

-Lo sé, pero no creo que eso hiciera feliz a mi madre. Mientras lo que hago sea hobby no dice nada, si viera que realmente es lo que quiero...la defraudaría-

-¿Y no quieres hacerlo?-

-No, es mi madre. Nos llevemos mejor o peor, me entienda menos que más...es mi madre-

-Sí, te entiendo- Sunghoon come en silencio- Mi padre y yo no tenemos muchos trato, pero nunca he dejado de llamarle padre-

-Tiene que ser duro-

-Sí, cuando era niño y sonaba el teléfono, pensaba que era la policía para informarnos que mi padre había muerto por culpa del alcohol. Muchas noches lo trajeron borracho a casa y yo lo miraba desde la puerta despotricar contra todos...lo odiaba, odiaba como trataba a mis abuelos, y lo imbécil que era por no saber valorar lo que ellos hacían por él. Y pese a eso, le sigo llamando padre y nunca lo ha sido-

Me quedo mirándolo, sus ojos mieles están tristes, y casi puedo ver a ese niño pequeño. De repente él me mira y veo en sus ojos la sorpresa por haber compartido conmigo esto de su vida.

-Gracias por compartir algo así conmigo-

-No sé por qué lo he hecho- reconoce

-A veces necesitamos hablar con un extraño-

-No eres un extraño para mí-

Nos quedamos mirándonos en silencio, hasta que Sunghoon se levanta y una vez más se retrae, no entiendo por qué siempre que tiene momentos más íntimos conmigo se retrae. Me levanto y le ayudo a recoger la mesa.

-Va siendo hora de que me vaya, no quiero arruinarte-

Sonrío y espero que Sunghoon lo haga, y lo hace, pero siento que algo sigue rondándole la cabeza. Alzo la vista para mirar a sus ojos, pues yo mido un metro setenta y él podría, perfectamente, llegar a medir más de un metro ochenta y siete.

Complete mess | Sungjake |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora