𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒 𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐎𝐑 𝐓𝐑𝐈𝐎 | ᴛʀᴀᴅᴜᴄᴄɪᴏ́ɴ

Refugio

Estamos poniendo nuestras vidas en manos de una persona. El dueño de un hotel en medio de la nada, que nos ha ofrecido unas horas para limpiarnos, secarnos y está dispuesto a escucharnos. Shuichi salió rápidamente de la ducha y se puso rápidamente la ropa que el hombre les había prestado.

Se miró en el espejo una vez vestido y reprimió una risa a costa suya. La camisa le colgaba del cuerpo y, por mucho que lo intentara, los pantalones no iban a permanecer en su cuerpo sin ayuda. Cogió un cinturón de un cajón cercano y tiró de él con toda la fuerza posible, haciendo que pasaran de ser "Extra grandes" a verse "Apenas colgando".

Himiko, por su lado, no reprimió su risa cuando entró para avisar de que la ducha estaba abierta, e incluso Maki esbozó una pequeña sonrisita. "Son chicas, y sólo tenemos sus cosas para ponernos. Les quedará igual de mal a ustedes".

"Nyeh... No tengo que preocuparme por eso ahora mismo..."

Una vez que todos se ducharon, se secaron y descansaron, llegó el momento de dar explicaciones. Los tres se sentaron en un sofá frente a él, mientras él lo hacía en un sillón cercano. Himiko insistió en sentarse en el centro para poder coger las manos de ambos, y Maki y Shuichi accedieron.

"Así que..." Shuichi empezó, con la voz entrecortada. No sé por dónde empezar... ¡Ni siquiera sabemos lo que el Team Danganronpa ha estado diciendo de nosotros!

"¿Y bien, qué? Esta es tu oportunidad de convencerme de que deje que se queden, en vez de entregar a tres prófugos. Necesitas contar algo más que eso".

"...Nos escapamos por una razón". Dijo Maki. "Nos retuvieron allí, incluso después de matar a todos nuestros amigos, e insistieron en que era por nuestra propia seguridad".

"Según las noticias, ustedes mataron a uno de los guardias y mutilaron a otros dos".

"Fue en defensa propia. ¿No intentarías escapar si alguien te secuestrara y te mantuviera en confinamiento aislado durante semanas?"

"Espera... ¿Confinamiento aislado?" El hombre se inclinó hacia adelante en su silla. "Siempre han dicho que utilizan técnicas de terapia de última generación para asegurarse de que los sobrevivientes puedan recuperarse feliz y sanamente- ¡Eso no es terapia, es tortura!"

"Lo sabemos".

Shuichi se frotó los ojos. "Esta es la gente que nos hizo ver morir a nuestros amigos. Vi a Kaede colgada y triturada por un piano gigante, Kokichi envenenado y aplastado bajo una prensa hidráulica, a Kaito le provocaron intencionalmente un cáncer de pulmón, y apuñalaron a alguien y le prendieron fuego. No confío en esta gente para nuestro tratamiento, y me niego a pasar otro momento bajo su control".

"Eso es... una declaración bastante fuerte. Y si digo que te voy a entregar, ¿qué vas a hacer?"

"Te detendré, y luego ya pensaremos en algo". Dijo Maki.

"Supongo que 'detener' significa realmente 'matar'".

"Si llega a eso, sí. No vamos a volver".

"¿Recibieron alguna terapia real?"

"Me obligaron a tomar un montón de drogas..." Dijo Himiko. "Y hablé con una señora que me decía que no debería importarme tanto, ya que sólo los conocí a todos por tres semanas... ¡Pero esas tres semanas son todo lo que hay! No existimos... ¡Nos quitaron todo y a todos!" Himiko se estremeció y dejó escapar un sollozo, antes de enterrarse en el pecho de Shuichi. Él la movió un poco para que se sentara en su regazo.

"No volveré allí. No lo haré".

"No sé qué más decirle". Dijo Shuichi. "Llevamos días corriendo... Estamos sin fuerzas. El juego habla por sí mismo, y ya le dijimos lo que pasó. Así que, ¿ahora qué?"

Suspiró antes de ponerse finalmente de pie y caminar hacia el sofá. "Creo que ya han corrido bastante". Le tendió la mano a Shuichi, que la tomó y la estrechó. "Me llamo Ismau Mamoru, y éste es el Hotel Nokori. Durante el tiempo que estén dispuestos a quedarse... Bienvenidos a casa".