𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒 𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐎𝐑 𝐓𝐑𝐈𝐎 | ᴛʀᴀᴅᴜᴄᴄɪᴏ́ɴ

⚠️ Paranoia ⚠️

-N.A: Advertencia de trigger warning- Descripción de ataques de pánico. 

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Shuichi despertó sobresaltado, jadeando mientras todo su cuerpo temblaba. Zumbidos, zumbidos, por todas partes- Sacudió la cabeza para deshacerse del ruido y miró a la cama de al lado. Himiko y Maki seguían profundamente dormidas, respirando suave y regularmente. Aún era tarde, así que tuvo cuidado de no despertarlas mientras iba a hurtadillas al baño.

Bueno, no querer despertarlas era una de las razones...

Reponiéndose todavía de la pesadilla, Shuichi abrió la ducha y empezó a tallarse el cuerpo, recordando el momento en que Kiibo les mostró los Nanokumas.

"Puede que se metan por mi boca o mi nariz sin que yo me entere".

Siempre observando.

Observando.

Observando.

Siguió metido en la ducha, tratando de eliminar cualquier rastro de los bichos invisibles. Siempre estábamos siendo observados. No había privacidad en nada. Incluso si los que observaban no lo veían- Tsumugi siempre lo sabía. Monokuma siempre lo sabía. Nos veían dormir, llorar, bañarnos, cambiarnos-

Reprimiendo sus ganas de vomitar, sintió que sus piernas empezaban a flaquear. El agua caliente se deslizaba por su piel en carne viva, y sintió que finalmente se había deshecho de los diminutos, imperceptibles y omnipresentes bichos.

El pánico empezó a desaparecer y se dio cuenta de lo adolorido que se encontraba todo su cuerpo. Un rápido vistazo a éste reveló que varios lugares se habían enrojecido a causa del calor y la fricción, y algunos otros alrededor de las muñecas, los codos y las rodillas se habían agrietado y habían comenzado a sangrar a causa de la intensa lavada.

"... No otra vez..." Cogió una toalla del estante y empezó a deshacerse metódicamente de la evidencia. Puso loción en cualquier lugar que no estuviera demasiado en carne viva, se limpió la sangre y salió de la ducha, y escondió la toalla manchada en el fondo de la lavandería. Deseó una toalla de otro color que no fuera blanco, sería más fácil de esconder de esa manera-.

Huh, me pregunto por qué nunca usaste este talento tuyo para esconder evidencia durante el juego de asesinatos-.

Shuichi se mordió el labio, temblando a medida que el pensamiento intrusivo iba y venía. La sangre en sus brazos y en la toalla le hizo desear volver corriendo a la ducha, para continuar hasta que no hubiera sangre y tener por fin algún tipo de alivio-.

"Shuichi... ¿Estás bien...?" balbuceó Himiko.

"...Sí. Estoy bien."

"Vuelve a la cama... Es solitario y frío..."

"Ahora mismo voy. Vuelve a dormir".

Himiko se dio la vuelta y se acurrucó en el hombro de Maki mientras Shuichi se ponía de nuevo su suéter gris y un par de pantalones de pijama.

El sueño no iba a llegar fácilmente, nunca lo hacía después de sus ataques... Y la idea de tener que explicar de dónde procedía la sangre a la mañana siguiente, y por qué parecía haber perdido una pelea contra un gato, casi le hizo caer en una especie de crisis-.

Pero tarde o temprano llegó el sueño, en lugar de otra carrera hacia la ducha.

No mejoró.

Pero fue lo suficiente.