𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒 𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐎𝐑 𝐓𝐑𝐈𝐎 | ᴛʀᴀᴅᴜᴄᴄɪᴏ́ɴ

Kiibo

N.A: "Esta es una continuación que también quería escribir desde el capítulo 3, pero la idea que tenía entonces era tonta y no sabía qué hacer con Kiibo después de decidir que mi primera idea era basura. Así que ahora él es Cortana."
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El trío se escabulló por el ya conocido bosque, llegando rápidamente a la conclusión de que, o bien no los habían notado, o sus antiguos captores no tenían interés en acercarse a ellos por el momento.

Una vez que llegaron a la ciudad de Kyushu, fue una simple cuestión de ponerse enormes gorras, mascarillas y mantener la cabeza baja durante el viaje en tren de vuelta a Tokio. Serían cinco horas de nerviosismo, pero esperaban que todo esto mereciera la pena. El pendrive ardía en el bolsillo de Shuichi, quien estaba tentado de sacar la laptop de su bolso y empezar a analizar los datos allí mismo para ver si podía sacar algo de provecho.

Se resistió al impulso, sabiendo que el riesgo de que alguien reconociera los datos robados y alertara a los demás pasajeros de sus identidades podría acabar en desastre. Fue un alivio volver finalmente a su estrecho y lúgubre apartamento.

Himiko se entretuvo preparando la cena, mientras Shuichi se puso a trabajar con el pendrive.

"¿Sabes?, podría ser un virus que le avise a quien sea que haya puesto esto dónde estamos en cuanto lo metas". Dijo Maki.

"Ya lo sé. Por eso mi laptop no está conectada al Wi-Fi ahora mismo".

"Eso es bueno al menos... ¿Crees que lo que hay en ese pendrive tiene realmente algo que ver con Kiibo?"

"Sólo hay una manera de averiguarlo..." Shuichi introdujo el pendrive y contuvo la respiración durante unos instantes mientras esperaba que la computadora lo reconociera. En cuanto lo hizo, comenzó a revisar lentamente todos los archivos almacenados en él.

"Unidades de memoria... Algoritmos de aprendizaje... Puedo intuir lo que significa, si es que no están mal etiquetados intencionadamente". Shuichi murmuró. "Pero si no lo están... Entonces creo que tenemos su IA".

Clicaron en los archivos que podían abrir. Contenían imágenes del juego, fórmulas y programación que no alcanzaban a entender, y otros datos en bruto que les llevaría meses revisar. "Sabíamos que el Team Danganronpa tenía acceso a tecnología más allá de la que está disponible comercialmente... Pero este pendrive tiene más almacenamiento que cualquier cosa que haya visto antes. Me sorprende que mi laptop haya reconocido el dispositivo, y no explotara en el proceso". Dijo Shuichi.

"Bueno, si realmente son los datos de Kiibo... ¿Qué podemos hacer con ellos? Si ocupa tanto espacio, entonces nada de lo que tenemos puede contenerlo, incluso si supiéramos cómo hacer que su IA vuelva a funcionar."

"Realmente estoy extrañando a Miu en este momento". Dijo Shuichi, enterrando su cara en sus manos. "Si ella estuviera aquí, no se detendría hasta tener una forma de traerlo de vuelta. O al menos sería capaz de averiguar si esto es realmente él y no un montón de cosas mal etiquetadas intencionadamente para confundirnos".

Maki dejó escapar un suspiro, y continuó mirando el pendrive con Shuichi. "Me pregunto... ¿Cuántas cosas de este pendrive son realmente necesarias? Si pudiéramos reducir su tamaño, tal vez podríamos trabajar con eso..."

Shuichi se encogió de hombros. "No creo que perdamos intentando". Ejecutó la aplicación de limpieza de archivos en la computadora, y los tres cenaron mientras esperaban a que revisara los datos.

Lo primero de lo que se deshicieron fue de las fotos de los mojones de Miu. Esto ni siquiera empezó a reducir el tamaño del archivo, pero les hizo sentir mejor después de verlo.

"Ya que no tenemos forma de darle un cuerpo, ¿crees que quitarle la capacidad de recibir información sensorial podría ayudar a reducir las cosas? A excepción de la vista y el oído".

"Quitar el procesamiento táctil parece que reducirá mucho el espacio... Pero eso también significa que si alguna vez encontramos una forma de traerlo de vuelta, no podrá sentir nada, lo que probablemente le dificultará hacer cosas como caminar".

"¿Cómo haríamos eso?"

"...Buen punto."

Finalmente, las únicas cosas que pudieron mantener intactas, fueron la capacidad de hablar, ver, oír y aprender, junto con su memoria. Esto al menos lo redujo a algo con lo que podían trabajar. Eso era todavía casi demasiado para caber en la laptop incluso después de purgar casi todas las demás aplicaciones, pero les dio un comienzo.

"Ahora que tenemos esto... ¿Podemos ejecutarlo como un archivo .exe?" preguntó Maki.

"Podemos intentarlo. Pero no creo que sea tan sencillo. Espera... Tengo una idea".

"¿Qué es?"

"¿Sabes que la mayoría de las computadoras y teléfonos vienen con una IA incorporada? ¿Como Siri o Alexa?"

"¿Sí?"

"Tal vez podría intentar usar lo que tenemos de Kiibo para reemplazar la que está incorporada en el mío. Tendría todo el acceso de administrador que tiene la IA, junto con la mayoría de sus habilidades".

"Vale la pena intentarlo..."

Después de algunas confusas pruebas y errores, Shuichi finalmente ejecutó el bot en su laptop y habló por el micrófono. "¿Puedes oírme?"

"¿Shuichi? ¿Eres tú?"

La habitación se quedó en silencio durante un minuto antes de que una gran sonrisa estallara en la cara de Shuichi, y Himiko rompiera a llorar. "Sí Kiibo, soy yo. Bienvenido de nuevo".