𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒 𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐎𝐑 𝐓𝐑𝐈𝐎 | ᴛʀᴀᴅᴜᴄᴄɪᴏ́ɴ

Exploración

La puerta se abrió y dio paso a un vestíbulo con tres puertas, dos a cada lado y una al final. Avanzaron y abrieron las tres puertas a la vez. Una conducía a un laboratorio de informática, la otra a lo que parecía ser una sala de conferencias y, por último, un pequeño gimnasio, por el que empezaron a pasar de uno en uno.

"Sé que es lo normal en esta franquicia tener uno de estos en alguna parte, pero es algo patético". dijo Maki.

Habían dos caminadoras arrimadas a una pared y unas cuantas colchonetas de yoga en el suelo. Una ventana ocupaba la pared derecha y daba al jardín. Unas cuantas pesas se apilaban en un rincón cercano.

"Creo que de verdad nos dejaron en un edificio de oficinas cualquiera esperando que funcionara para un asesinato mutuo". dijo Himiko.

"Probablemente en la sala de conferencias es donde harán los juicios escolares a partir de ahora". Dedujo Shuichi.

"No quiero que haya más de esos..."

Maki puso una mano en el hombro de Himiko, y Shuichi sintió un jalón en su saco. "¿Kiibo?"

"¿Podemos hablar un momento?"

Sin esperar respuesta, una mano mecánica envolvió la suya y Shuichi fue arrastrado al laboratorio de informática. "¿Qué pasa, Kiibo?"

"Todos han estado hablando de lo descuidado que ha sido la organización de este asesinato mutuo. Y estoy de acuerdo. Si han pasado por alto muchas cosas, quizá haya forma de que consigamos enviar una señal de ayuda".

"Ninguna de las computadoras de aquí tiene acceso a internet". Señaló Shuichi, quien de todos modos se acomodó en un asiento y empezó a manipular la computadora.

"No es como si tú pudieras conseguir conectarte". dijo Kiibo.

"¿De qué estás hablando?"

"He pasado los últimos tres años dentro de distintas computadoras, teléfonos móviles y otros artefactos electrónicos. He aprendido bastante sobre su funcionamiento y me preguntaba si podría aprovecharlo para intentar algo que los demás no pueden. Pero necesitaría tu ayuda".

Shuichi tamborileó sus dedos contra su barbilla. "Todavía necesitamos una forma de transferir ese tipo de datos. Y lo más probable es que estos equipos no tengan espacio suficiente para que tu IA tome el control. Pero... supongo que eso no es excusa para no intentarlo".

Los dos empezaron a registrar el laboratorio en busca de piezas de computadoras que pudieran servirles. "Cualquiera que nos viera pensaría que estamos planeando algo." Dijo Shuichi.

"¿No es exactamente eso lo que estamos haciendo?"

"Cierto"

"Pensaba que habría más gente rondando por aquí". Dijo Kiibo, recogiendo un perno del suelo.

"He oído a Fuyoko y Aya hablar de eso. Según parece, la mayoría cree que no vale buscar por aquí, que es sólo para darnos falsas esperanzas. O para destruir las que hubiera".

Al cabo de unos minutos rebuscando, consiguieron unos cuantos cables cortados, varios tornillos y pernos sueltos, y un montón de polvo.

"Bueno. Eso fue..." Inició comentando Kiibo.

"Más o menos lo que esperaba".

"Si no hay forma de acceder a mis datos desde fuera, ¿quizá sí la haya desde dentro?".

"Kiibo, no tenemos herramientas, y si estropeo algo-".

" -Podría contar como un asesinato?" Terminó la frase por él.

"...Sí."

Shuichi dejó escapar un suspiro, y el robot negó con la cabeza. "¡Debemos seguir esforzándonos para encontrar una forma de escapar!". Dijo Kiibo alegremente. "Sólo porque esto no funcionó, no significa que nada más lo hará".

Los dos se reunieron con las chicas en el gimnasio. Maki enarcó una ceja y se encogió de hombros. Todo el grupo se reunió de nuevo en la cocina, con todos los demás tan agotados como el cuarteto.

"¿Alguien encontró algo útil?" Preguntó Takaya, sobándose ligeramente el puente de la nariz.

"Me encontré algo parecido a una de esas estúpidas linternas en el jardín". Dijo Keisuke. "Lo dejé donde estaba, pero estuve pensando en romperlo con una de las pesas del gimnasio".

"No la rompas, podrías hacerla explotar". Advirtió Aya.

"Pero no podemos dejarla ahí". Shuichi dijo. "Aunque no creo que nadie la use, siempre existe la posibilidad de que se tropiecen con ella o hagan algo que la active".

"Hay un montón de agujeros en el jardín de donde Emica desenterró todas esas flores". Sadako dijo. "Tíralo en uno y entiérralo".

El grupo se mostró de acuerdo, y Naoki junto con Hiroto se separaron para hacer lo mismo. "¿Para qué molestarse en ponerlo ahí?" murmuró Aya. " Ya deberían saber que no lo vamos a usar".

"Tengo una idea..." Musitó Maki. "Quizá no la dejaron allí para alterar los recuerdos o como incentivo... ¿A lo mejor la dejaron allí como una posible arma?".

"¿Y cómo funcionaría eso?" Shuichi respondió.

"¿Recuerdas cuando las usaron con nosotros? Siempre nos dejaban bastante aturdidos después de usarlas". Dijo Maki. "Podrías aprovechar fácilmente esos pocos momentos de confusión para matar a alguien".

"Otra razón más para enterrarlo". Dijo Aya. "Dejaré un marcador donde sea que lo entierren, así sabremos si más adelante intentan sacarlo". La abogada dio media vuelta y se reunió con los dos hombres en el jardín. Los demás se acomodaron para lo que sería un tenso almuerzo, acompañado de unos cuantos intentos de conversación fallidos al poco tiempo.

Por último, el cuarteto volvió a quedarse a solas por la tarde.

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