𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒 𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐎𝐑 𝐓𝐑𝐈𝐎 | ᴛʀᴀᴅᴜᴄᴄɪᴏ́ɴ

Los Supervivientes, Parte 1

Shuichi había olvidado una cosa respecto al anterior juego de asesinato.

Estar en uno podría ser realmente muy aburrido.

¿Ya vamos a empezar o no?. Pensó Shuichi. Eso parecía, no podía evitar pensarlo. No habría razón para mantenerlos a todos juntos de esta manera si no fuera el caso. Especialmente si de todos modos les iban a borrar la memoria.

Nunca olvidaría el horror, el terror y el miedo constante a la muerte. (A no ser que usaran la Linterna del Recuerdo-) Pero había olvidado los ratos transcurridos entre uno y otro, aquellos momentos en los que, por lo general, intentaba olvidar la realidad o idear un plan de escape con alguno de sus compañeros. Ese tiempo en el que no pasaba nada, que sólo existía para darles una falsa sensación de seguridad.

Kokichi era el único que había comentado que estaba aburrido, lo cual siempre le había parecido extraño. Sobre todo porque sólo lo decía en momentos que ni de lejos eran aburridos. Momentos en los que el estrés y el miedo a la muerte los mantenían tan llenos de adrenalina que el aburrirse era imposible.

Pero esta quietud. La espera junto a ocho extraños y Himiko estaba empezando a volverlo loco de aburrimiento. El subidón de adrenalina sólo se puede mantener durante un tiempo.

Suspiró y se preguntó si "aburrido" era realmente la palabra adecuada. ¿Agotador? ¿Vacío? ¿Hueco? ¿Tedioso?

Ninguna parecía encajar. Recorrió la pequeña zona que les habían preparado por milésima vez, con la esperanza de haber encontrado una manera de escapar o tener algo que hacer. Todo lo que pudo identificar fueron los separadores de plástico que lo separaban a él y a los demás concursantes de sus captores del Team Danganronpa, una pequeña zona común y circular con cocina, y diez habitaciones que la rodeaban. Había una especie de jardín adyacente, pero estaba completamente encapsulado, al igual que en la Academia Definitiva.

Él ni siquiera se había molestado en gritar en busca de ayuda, ni tampoco Himiko. Había visto a otros intentarlo. Debieron saber que era inútil, ¿no? Nunca nos pondrían en un lugar donde nos pudiesen ayudar.

Como siempre, sus pensamientos se desviaron hacia Maki. ¿Dónde la tenían a ella y a los demás participantes con talentos violentos?

Soltó un suspiro y hundió la cabeza entre sus manos, tratando de ignorar la situación en la que se encontraban. Al rato, sintió unos toques en el hombro. "¿Qué pasa Himi-?"

"Lo siento, no soy tu amiguita la maga". Giró la cabeza al oír la voz y vio a un hombre alto. "¿Te importa si me pongo a tu lado?"

"Adelante".

"...¿No eres el tipo que intentó golpear la barrera antes?".

"Sí. Debería haber sabido que no funcionaría, pero tenía muchas ganas de partirle la cara a esa zorra".

Shuichi soltó un pequeño bufido. "Entiendo el sentimiento".

"Creo que todos lo hacemos. Ella ha estado trabajando para ellos desde hace mucho tiempo. En fin, esta es la parte en la que quieren que nos presentemos, así que mejor lo hago ahora. Takaya Tachibana. Ex Sacerdote Definitivo, participé en su primer intento de grabación de la Temporada 50".

"...¿Perdón? ¿Sacerdote Definitivo? ¿Primer intento?"

"Oh, ¿no has oído hablar de ese desastre? Arruiné todo su plan para su especial del 50 aniversario. Fue una de sus ideas más tontas. Probablemente hayas oído que a la Iglesia no le gusta mucho Danganronpa".

"Sí, lo he oído."

"Planeaban ridiculizarlos poniendo a uno de sus oponentes políticos a asesinar a alguien. ...Aunque no esperaban que de verdad lo consiguiera".

"Espera... ¡¿Qué?!" Dijo Shuichi, levantándose de su asiento. "Hasta donde sé, que gane el culpable es algo que no pasa. Siempre se arregla para que el protagonista acierte quién es al final..."

"Sí, así es como suele ser. Esa temporada nunca llegó a emitirse, porque ¿quién quiere ver ganar al culpable en el Primer Caso?".

Shuichi se estremeció, y Takaya frunció el ceño. "Cierto, me había olvidado de tu noviecita. ...Uf, no se suponía que lo dijera así. Te lo estaba contando por una razón".

"¿Puedes saltarte esa parte?"

"Bien. Que yo haya sido capaz de acabar con el protagonista en el Caso 1 y ganar el juicio debería decirte algo interesante. Eres inteligente, apuesto a que puedes averiguarlo".

"Quienquiera que haya sido la mente maestra en tu temporada, ¿no sabía hacer trampa? ¿Hizo que mataran a 15 personas sin motivo?"

"...Ambas cosas son correctas, pero no es eso. Esta gente no tiene tanto control como te quieren hacer creer. Puede que tengan un desliz. Y no eres sólo una marioneta colgando de un hilo, a no ser que elijas rendirte y actuar como si ellos controlaran todo".

"Nos secuestraron en el aeropuerto más grande de Japón y están a punto de hacer que nos matemos otra vez. ¿En qué universo no controlan todo?"

"¿Cómo demonios sobreviviste al asesinato mutuo con esa actitud?"

"¡Eso es algo que me he preguntado todos los días durante cuatro años!".

El hombre puso los ojos en blanco. "Por el amor de Dios. Antes intentaste unificar a todo el mundo, pero parece que ya te has rendido. Si ya te das por vencido, ¿por qué alguien seguiría con lo que dices?".

"Ya me han dejado claro que no quieren que los una". A Shuichi le empezaba a doler la cabeza intentando seguir la lógica de aquel hombre, y su paciencia se iba con él. ¿Acaso todos los religiosos son así de exasperantes? "¿Siquiera tienes alguna idea clara sobre cómo podemos escapar, o te vas a pasar insistiendo en que tengo que esforzarme más?".

"Bueno, te diré una cosa. ¿Sabes que muchas temporadas de Danganronpa tienen ciertos arquetipos en los que caen ciertas personas? ¿Antagonista, Mente Maestra Falsa, cosas así?"

"¿Qué hay con eso?"

"Pues, uno que ha disminuido mucho en las últimas temporadas es el traidor. Alguien que no es la mente maestra, o el que controla el juego, pero que por una razón u otra está trabajando junto a ellos. Nunca se sabe cuándo van a volver ciertos tropos".

"Es una afirmación muy disparatada, a menos que tengas una sospecha en mente".

"Algunos lo están comentando. En esta situación, tiene sentido que todo el mundo esté paranoico". La sonrisa se le borró de la cara y su expresión se ensombreció. "Cuida tu espalda, amigo mío".

Se fue tan rápido como vino, con esas crípticas palabras dando vueltas en la cabeza de Shuichi. Volvió a apoyar la cabeza en la mesa, y sólo consiguió llegar a una conclusión. No acercarse a Takaya.