¿Quién eres tú?

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En cuanto entraron en el recinto del Team Danganronpa, se les proporcionó agua por primera vez desde hacía más de un día. Los tres se mostraban aprensivos mientras miraban las botellas, esperando que estuvieran drogadas o envenenadas.

"Hm. Los tres son realmente desconfiados". Dijo la mujer que había atendido sus heridas en el helicóptero. Sacó un pequeño vaso que tenía, y vertió un sorbo de cada botella en él, uno tras otro, antes de beberlo. Al cabo de unos instantes y sin que ella cayera muerta, los tres se lo bebieron con avidez.

"Como si nos hubieras dado una razón para confiar en ti". siseó Maki una vez que se hubo vaciado la botella.

"Oh, entendemos tu desconfianza. Teniendo en cuenta la cantidad de traumas que acaban de experimentar, es de esperar. Realmente me gustaría disculparme por el duro trato que les han dado mis socios, les dije que fueran amables. Después de todo, ustedes son niños".

"Nyeh... Que fuéramos niños no les importó antes"

La comisura de su boca tembló, mas su sonrisa se mantuvo intacta. "De todos modos, estoy segura de que tienen muchas preguntas. Soy su psiquiatra, la Dra. Yvonne Sterling. Soy una psiquiatra europea contratada por el Team Danganronpa para atender las necesidades psicológicas de los sobrevivientes. Cualquier cosa que deseen saber, pueden preguntarme. Aunque no puedo garantizar que se me autorice contestar".

"¿Dónde están nuestras familias? ¿Cuándo podremos volver a casa?" gritó Himiko.

"Oh, querida... ¿No has escuchado a Shirogane-chan? Sus hogares y familias no existen. Basándome en los perfiles psiquiátricos que me dieron de sus personalidades antes del juego, parece que todos ustedes, excluyendo a Shirogane-chan y Kiibo-kun, por supuesto, tuvieron una infancia dura. Pero eso es de esperar, dado que audicionaron a un juego de matar en primer lugar".

"¡Debemos tener familias en algún lugar, y hogares también!"

La Dra. Sterling se encogió de hombros. "Puede que sí, puede que no. El Team Danganronpa tiene información sobre sus vidas anteriores en alguna parte, pero no es algo que se me haya comunicado. Y desde luego no van a proporcionarles esa información mientras las heridas sean recientes".

"Pero quiero saber..."

"Himiko. Es suficiente". Dijo Maki. "...Así que lo que me estás diciendo es que si aceptamos todo lo que pretenden hacer con nosotros, tarde o temprano nos contarán y nos dejarán marchar".

"Suponiendo que sigas tu régimen de tratamiento y cumplas con tu itinerario de rehabilitación, podrías irte en unos meses. Hay muchos sobrevivientes en Japón, e incluso en otros países, que llevan una vida plena después del Juego de Asesinato. De todos modos, los tres tienen habitaciones en el ala sur. Sabrás cuál es la de cada uno en base a la placa de identificación. Habrá más cosas de las que hablar más tarde, pero por ahora, deberían tratar de adaptarse. Ah, y me he tomado la libertad de poner unos cuantos bocadillos de los que les gustan, solo porque seguramente hace tiempo que no comen".

Los tres se juntaron, revisando cada habitación en grupo. Cada cuarto tenía un estilo de color diferente. La de Shuichi era de un azul oscuro, en un tono que le recordaba demasiado a su antiguo dormitorio. En el centro de la habitación había una gran cesta llena de bolsas de té de todo tipo, y unos cuantos caramelos variados.

El trío descendió hacia la cesta y rebuscaron la comida que había en su interior. "Sabes... Comer y beber cualquier cosa que nos den es una mala idea". Dijo Maki mientras se metía una bolita de gelatina en la boca.

"Creo que no he comido en más de... ¿Cuándo fue la última vez que comí?" Murmuró Shuichi. "Creo que fue antes de que Kokichi nos dijera que era la mente maestra".

"Yo también... No me importaba lo suficiente como para comer después de eso, y estaba demasiado nerviosa el día anterior cuando íbamos a ir a salvar a Kaito... Y después de eso..."

Maki sacudió la cabeza. "No es de extrañar que nos hayan capturado tan fácilmente".

"¿Qué hacemos ahora?"

La pregunta quedó suspendida en el aire, y se quedó sin respuesta mientras recorrían rápidamente las otras dos habitaciones, con la de Maki hecha de rojos vibrantes y la de Himiko llena de rosas y morados oscuros. Las cestas también fueron arrastradas a la habitación de Shuichi, donde la pregunta seguía rondando por encima de ellas.

"Nuestras opciones ahora mismo son... limitadas". Dijo Shuichi. "No sabemos dónde estamos, tienen armas, y ni siquiera sabemos lo grande que es este complejo".

"Deberíamos tratar de averiguar todo esto lo más rápido posible". Dijo Maki. "Pero por ahora, creo que nuestra única opción es sonreír y hacer lo que dicen".

"Es como el juego... Que nos digan a dónde ir y qué hacer..."

"No es como el juego". Dijo Shuichi. "Sabemos que hay confianza entre nosotros, y al menos, lo más probable es que no intenten que nos dañemos mutuamente. Esta situación es horrible, y no hay mucho que podamos hacer al respecto... Pero no es el juego de asesinatos".

"Si no es el juego de asesinatos, entonces ¿qué es?"

"Yo... no lo sé. Ni siquiera sé si conozco otra cosa que no sea el juego de la muerte". Shuichi murmuró. "...Tal vez la terapia no sea lo peor del mundo , con tal que nos ayude a...lidiar con este tipo de cosas."

"¿Crees que cualquier cosa que nos hagan puede ayudar realmente? Ellos son los culpables de esto".

"Tal vez- Si esto ha durado cincuenta y tres temporadas- ...No".

"Puede que tengan algún método para ayudar a los sobrevivientes. Probablemente es más un lavado de cerebro con esas linternas". Dijo Maki.

"Si las usaran con nosotros, recordaríamos quiénes somos y de dónde venimos, pero- ¿Y si fuéramos como...?" Himiko miró la cara de Shuichi antes de ocultar la suya tras su sombrero. Miró al suelo, la imagen de esa persona con el rostro babeante por la muerte pasando por su cabeza.

"¿Quiénes somos, realmente?"

𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒 𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐎𝐑 𝐓𝐑𝐈𝐎 | ᴛʀᴀᴅᴜᴄᴄɪᴏ́ɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora