Un nuevo comienzo

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De todo lo que habrían imaginado en todo el año desde que abandonaron la sede del Team Danganronpa, nunca se les había pasado por la cabeza volver a la escuela. O al menos no de forma seria. Himiko había ido por unas semanas, pero el bullying era tan extremo que no duró.

"¿Estás seguro de que estamos preparados para esto?" dijo Maki, estirando su chaqueta incómodamente ajustada.

"Absolutamente no". Shuichi se arregló la corbata por decimocuarta vez, nunca conseguía ponerla del todo bien. Evitó cuidadosamente mirarse en el espejo mientras cruzaba su sucio apartamento. "Dije que podía transferirme a tu escuela, como hizo Himiko".

"Ibas a una de las escuelas más prestigiosas de Aoyama. No vas a dejarlo para ir a una escuela católica".

"Ninguna de las dos son católicas. ¿Por qué vas a St. Anthony en primer lugar?"

"Es donde yo iba antes del juego. Himiko quiso quedarse con nosotros en lugar de volver a vivir con sus padres en Kioto, así que hizo el examen de ingreso. La dejaron entrar como 'estudiante de interés'".

Shuichi se mordió el labio y Maki apartó la mirada de él.

"Me hicieron volver a tomar su examen de ingreso, para asegurarse de que lo que sea que haya hecho el Team Danganronpa no me haya dejado demasiado tonto para su escuela especial". Dijo Shuichi. "Esta vez obtuve una puntuación más alta que la de hace dos años. Se pasaron un rato discutiendo si es porque dispongo de más información que en su momento, o si el Team Danganronpa me hizo más inteligente de alguna manera." Se encogió de hombros. "Yo sólo quería que me dijeran si me habían readmitido o no".

"Va a ser raro, ser mayores que nuestros compañeros de clase... Al menos Himiko tendrá la misma edad que los demás de primer año".

"Ya tendríamos que estar en el último año."

"Desaparecimos en junio, así que sólo fuimos durante dos meses. Y luego pasamos un año ocultos. Tiene sentido que no nos dejen saltar de grado así sin más".

"Eso no significa que me tenga que gustar". Maki dejó escapar un suspiro. "...¿Crees que alguna de las personas de allí nos conoce?"

"Probablemente, pero ya que están en los cursos superiores, podemos evitarlos en su mayoría. Lo que más me preocupa es precisamente que todo el mundo en la escuela haya visto cómo nos matábamos".

Maki trató de tocar una de sus coletas pero retiró la mano cuando recordó que se las había cortado. "Yo- La gente va a preguntar sobre mí, eso de ser una asesina. Aunque no fuese real. Y por qué maté a Kokichi y a Kaito".

"¿No dijo la escuela que estaba prohibido hablar de Danganronpa mientras estuvieras allí? Recuerdo haber leído que la iglesia católica está en contra de los juegos de asesinato desde que Danganronpa saltó a la fama."

"¿De verdad crees que eso va a funcionar?"

"Por supuesto que no."

"Pues ahí tienes tu respuesta. ¿Qué hay de ti?"

Shuichi volvió a atarse la corbata y dejó escapar un profundo suspiro. "Yo... no lo sé. Habrá gente que se preguntará cómo lo hice, quién era ese psicópata que decía querer ser uno de los culpables..." Shuichi cerró los ojos, y Maki apartó la mirada. "¡Pero la cuestión es que ni siquiera sé las respuestas a esas preguntas! Y aunque las supiera, ¡no querría decírselas a unos desconocidos!"

"¡Maki Roll! Shumai, ¡vamos a llegar tarde!" Himiko salió rebotando de su habitación con una versión más pequeña del uniforme de Maki, y comenzó a intentar empujar a ambos hasta la puerta de su apartamento. "No sabemos cómo nos va a ir hasta que no vayamos realmente a la escuela... Así que tenemos que irnos".

Con eso, los otros dos cogieron sus bolsos y salieron rápidamente de su apartamento. Los demás vecinos del edificio ya se habían acostumbrado a la presencia de estas celebridades y fueron ignorados hasta que salieron a la calle. Se metieron rápidamente en el metro, intentando evitar que ojos curiosos los reconocieran.

"Bueno... Tú te diriges a Aoyama, y nosotros a Ginza... Así que supongo que es hora de separarnos". Dijo Maki de mala gana.

"Los veré esta noche".

"¡Nos vemos esta noche!" dijo Himiko, adelantándose para dar un fuerte abrazo a Shuichi. Maki puso los ojos en blanco, pero se unió al abrazo grupal de todos modos. Podían sentir las miradas de los fans de Danganronpa y de los paparazzi quemándoles la nuca, pero de alguna manera, hoy parecía ser menos tóxicos.

"Adiós, Shuichi".

"¡Adiós!"

𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒 𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐎𝐑 𝐓𝐑𝐈𝐎 | ᴛʀᴀᴅᴜᴄᴄɪᴏ́ɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora