El juego de los supervivientes

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Shuichi siguió al hombre hasta una amplia habitación. Había unas diez personas más allí, entre ellas-

"¡Shuichi!" gritó Himiko antes de que él pudiera procesar algo, rodeándolo con un abrazo. Shuichi le correspondió y observó a los demás. Maki no estaba. Unos instantes después, apareció un rostro conocido, acompañada por otros dos miembros de seguridad. Sin embargo, no le vio mucho sentido a lo de los guardias, ya que estaba alejada de ellos por una gran pantalla de plexiglás que dividía la sala en dos.

"¡Es un placer volver a verlos a todos! Ha pasado bastante tiempo". Canturreó la doctora. Shuichi empujó a Himiko detrás de él y la abrazó todo lo que pudo.

"¿Qué demonios haces aquí? ¿No se supone que sólo eras algo así como un terapeuta?" dijo uno de los presentes. Los ojos de la mujer se entrecerraron y una sonrisa se dibujó en sus labios.

"Lo soy, hasta cierto punto. Mi trabajo consiste en evitar que causen demasiados problemas a la empresa cuando terminen sus respectivos juegos de asesinato. Así que les proporcionamos tratamiento psicológico y los regresamos al agujero del que salieron. Sigue así por un tiempo, hasta que se estabilicen. Si todos hubieran seguido las reglas del juego y sólo hubieran desaparecido durante unos años, olvidados por el público en general, y luego se hubieran suicidado como ya es costumbre, no estarían aquí ahora".

La rabia estalló en la sala. Un hombre corpulento y alto atravesó la sala e intentó golpear la pared con el puño. El golpe rebotó sin abollar la pantalla y el hombre siseó de dolor.

"No sé qué esperabas conseguir allí. Naturalmente no van a dejar que ninguno de ustedes se me acerque, podrían matarme". Dijo con indiferencia. "Ahora, si todos me hacen el favor de ser tan educados, les ofrezco responder algunas preguntas".

"¿Dónde está Maki?" Shuichi gruñó.

"No me gusta tu tono, jovencito".

"Por favor, ¿puede decirnos dónde está Maki Roll? ¿Y no necesita 16 personas para un asesinato mutuo? Sólo somos 10..." Dijo Himiko. Habló con su voz dulce y pausada, pero su cara no reflejaba su tono. Estaba fruncida, como si hubiera olido algo asqueroso. Pero aquello le bastó a la doctora para satisfacer su ego.

"Así está mejor. Buena chica".

Himiko se mordió el labio pero no dijo nada.

"Bueno, el dónde está tu amiga y por qué sólo hay diez de ustedes tiene mucho que ver". Ella dijo. "Los diez tienen talentos no violentos. Pero nuestra Asesina Definitiva y algunos otros están retenidos en otro lugar. En un sitio un poco más seguro. No queremos que nadie salga herido".

"Usted está a cargo de un maldito asesinato mutuo". Murmuró una mujer detrás de él. "¡Mentira que no quiera que nadie salga herido!"

"No son 'nadie' cariño, son personajes. Es diferente en su caso".

"Hablas como Tsumugi". Murmuró Himiko.

"Oh, ¿te cayó bien? Me alegro de que tuviera tanto éxito".

Shuichi se tragó la bilis. "...¿Cuánto tiempo va a pasar hasta tu nuevo juego de asesinatos?"

"Como si fuera a decírtelo. Eso sólo te daría una fecha límite para prepararte. Además, ¿no es la vida más divertida cuando está llena de sorpresas?".

"Sólo cuando son sorpresas divertidas". Dijo Himiko.

"Es muy divertido para nuestro público. Muchos de ellos no pueden esperar a que alguno de ustedes reciba lo que se merece. De todos modos, tengo que hacer algunos preparativos más antes de que podamos empezar a rodar. Así que, ¿por qué no se toman un tiempo para conocerse?".

Les dedicó una sonrisa enfermizamente dulce que hizo que a Shuichi le entraran ganas de darle un puñetazo al cristal, y el hombre que lo hizo también se lo estaba pensando sin duda. Se adelantó para hacerlo, pero fue detenido por una joven delgada que le puso una mano en el brazo. Pronto se quedaron en completo silencio.

A nadie le apetecía presentarse. Se agruparon con cualquiera que conocieran de sus respectivas temporadas e intentaron pensar en planes de escape. Algunos podrían haber sido factibles si no supieran que estaban siendo vigilados y grabados, como por ejemplo intentar fabricar una radio o un celular con partes que pudieran rescatar desarmando objetos como el microondas o las alarmas de incendio. Algunos eran claramente absurdos, como perforar el edificio con un Exisal, que no sólo no había visto ninguno de ellos, sino que probablemente no estaría guardado en lo que parecía un centro de eventos reacondicionado.

Esto no irá a ninguna parte si ni siquiera podemos entendernos. pensó Shuichi, desconectandose de su conversación con Himiko sobre el uso de la magia para hacer un agujero en la pared. Se estremeció, respiró hondo y se levantó. "Si queremos salir vivos de aquí, no podemos dividirnos en grupos. Tenemos que trabajar en equipo para encontrar a los otros seis y salir de aquí".

"¿Alguna idea de cómo hacer eso, Sr. Detective?"

"...En absoluto. Pero no vamos a llegar más lejos si-"

"...No hay nada que podamos hacer." Dijo una mujer joven. Se dio cuenta de que era la misma que calmó al hombre de antes. "Si los haces enojar, lo único que va a pasar es que te den un rol de mierda, como el Asesino del Caso Tres o la Mente Maestra. ...Aunque teniendo en cuenta que eres tú, probablemente iban a hacer eso de todos modos".

"¿Por qué piensas eso?"

"Porque sé lo que pasa cuando la gente se sale de la línea". Dijo ella. "Probablemente hayas oído hablar de mí por esos chicos de DICE con los que estuviste hace un tiempo. Soy Aya Ichijou".

"¿El otro superviviente de la Temporada 47 no murió en un accidente?" Dijo Himiko.

"La mataron. No lo llames accidente. Es lo que le pasa a los que no siguen las reglas. ... Callé y me alejé después de eso. Pero parece que no fue suficiente. La mayoría de nosotros no nos hemos pronunciado en años. Pero ustedes no paraban de hacerlo, e intentaron dejar el país cuando ya no pudieron soportar. ... Por ustedes estamos aquí. No pretendan sacarnos del infierno cuando son los que nos metieron en este lío en primer lugar. Si nos unimos, especialmente cerca tuyo, sólo nos destruirán. Es lo que quieren".

Shuichi y Himiko miraron a los demás. La mayoría se veían derrotados, encogiéndose de hombros cada que hacían contacto visual. Unos pocos asentían junto con Aya. Shuichi se sentó.

Los ánimos de todos ya se habían quebrado, era inútil intentar conseguir ayuda externa.

"Supongo que... estamos por nuestra cuenta" susurró Shuichi.

"Vamos a salvarlos a todos, y a Maki Roll también, ¿verdad?" Dijo Himiko.

"...Vamos a intentarlo hasta que nos maten."

𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒 𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐎𝐑 𝐓𝐑𝐈𝐎 | ᴛʀᴀᴅᴜᴄᴄɪᴏ́ɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora