𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒 𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐎𝐑 𝐓𝐑𝐈𝐎 | ᴛʀᴀᴅᴜᴄᴄɪᴏ́ɴ

Tiempo Libre III

"Saihara."

"Tachibana."

Ambos permanecieron mirándose fijamente durante unos instantes, quedando cierta tensión en el aire.

"¿Querías decirme algo?" dijo Shuichi.

Takaya se detuvo un momento, bien pensándose lo que iba a decir o simplemente para dejar al otro inmerso en un tenso silencio. "Creo que deberíamos hablar de lo ocurrido durante el caso de Emica".

"¿Qué cosa?"

"¿Por qué intentaste matar a todos?".

"Si estás aquí para soltarme un discurso sobre que hay más cosas por las que vivir, guárdatelo. Eso me lo podía dar una galleta de la fortuna u otra sesión de "terapia" con la doctora".

"No es eso. Sinceramente, si todos los que ya se han rendido deciden suicidarse, por mí perfecto."

"Entonces, ¿por qué quieres que hablemos en primer lugar?"

"Porque quería saber por qué estabas tratando de arrastrar a los demás contigo. Hay un montón de mierda aquí con la que te puedes matar. Veneno, cuchillos, qué sé yo. ¿Qué hay con ese teatrito de hacer que todos los demás mueran con tu payasada?"

"Así se termina el juego y el Team Danganronpa pierde tiempo y dinero. Todos dejamos de sufrir, ellos pierden lo que hayan invertido en esto".

"Si eso es lo que realmente piensas, ¿cómo demonios has sobrevivido tanto tiempo?"

Shuichi podía sentir sus ojos empezando a arder y todo su cuerpo tensarse. "Porque se acabó. Sobrevivimos. Fue horrible, lo que pasó me atormentaba a cada segundo que pasaba con vida- Se suponía que no debía volver a pasar. Esa regla se rompió, me cansé de ser el entretenimiento de alguien más. ¿Por qué seguir viviendo si la única vida que me espera es ser el mono de circo del Team Danganronpa? Incluso si salimos- Esta es otra prueba de que nunca terminará. Somos juguetes. Muñecos. Animales- Como quieras llamarlo, ya no somos personas para nadie".

Takaya soltó un bufido. "Vaya. Sí que arruinaron a sus protagonistas".

"¿Cómo dices?"

"Dices toda esta mierda como si se aplicara para todos. Como si el resto se odiara tanto a sí mismo que apenas se considerara humano. Tú te odias a ti mismo. Quieres morir. Crees que nunca acabará. Pero, ¿y el resto de nosotros que queríamos salir vivos de ese juicio, y seguimos intentando encontrar alguna forma de escapar? Tú y tus secuaces suicidas nos habrían condenado a todos si les hubieran dado tiempo suficiente para planearlo. Sólo se preocupan por sí mismos y de su pretencioso gesto hacia el Team Danganronpa, en lugar de hacer algo proactivo".

"No debí esperar nada mejor de alguien como tú". Dijo Shuichi, sus ojos endureciéndose. "¿Quieres hacer algo proactivo? ¿Quieres matar a alguien, pasar por todo el numerito del juicio, ser descubierto inevitablemente, ser ejecutado y tener una muerte insignificante? ¿O vas a volver a enviar a otras quince personas a su muerte? ¿Cuál es?"

"¡Tú no sabes lo que pasó en ese caso!"

"Mataste a quince personas para salvar tu pellejo. No necesito saber más que eso".

Shuichi vio que la cara del hombre empezaba a enrojecer, y pudo sentir cómo sus propias manos se cerraban en puños. Una sola idea cruzó su mente mientras estaban uno frente al otro. Estamos los dos solos-

Sintió que algo impactaba en un lado de su cara, antes de caer al suelo con un suave golpe. Takaya empezó a hablar, pero las palabras no llegaron a sus oídos. Se agarró del borde de la mesa para estabilizarse, antes de darle un codazo en el estómago. Takaya perdió el equilibrio, pero se agarró a un lado de la-

"¡Shuichi! ¡Shuichi! ¡Para, por favor!".

La voz de Himiko lo hizo volver a la realidad. Un segundo después, sintió los brazos de alguien rodeándole el torso y arrastrándolo con fuerza.

Mis manos están húmedas...

"¿Acaso quieren matarse ustedes dos?" Otra voz gritó.

"¡La violencia entre nosotros podría escalar! ¡Lo sabes!" Era vagamente consciente de los gritos de Kiibo.

Me duele la cabeza... También tengo la cara mojada...

Maki empujó al detective a una silla, y por el rabillo del ojo pudo ver a Keisuke levantando del suelo al Sacerdote Definitivo. La sangre le goteaba por la cara, brotando de su nariz y de algunos cortes en la cara y los brazos.

"Dos horas. Te dejé sólo dos horas". Dijo Maki, frotándose la nariz. "...¿Qué demonios pasó?"

Intentando aliviar el punzante dolor de su cráneo, Shuichi dejó caer la cabeza sobre la parte superior de la mesa. "Él me golpeó primero".

"Ya me lo imaginaba. Lo que quiero saber es por qué lo atacabas como un perro rabioso".

"De verdad, de verdad odio a ese tipo".

"También lo supuse". Maki dejó escapar un suspiro, antes de levantarlo de la silla. "Vamos a que te limpies y luego nos explicas lo que ha pasado".

Kiibo y Himiko se levantaron para seguirles, cuando-

DING DONG DONG DING

"¡Se ha descubierto un cadáver! Por favor, reúnanse en el jardín, bajo el árbol de cerezos".