Aislamiento

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Lo primero que Shuichi sintió al despertarse fue que le latía la cabeza. Abrió los ojos y se obligó a hacer memoria sobre lo último que era capaz de recordar.

¡La pelea en el aeropuerto! ¿Eso era gas somnífero...? Espera- Eso significa-

Abrió pesadamente sus ojos entrecerrados y se examinó con la mirada. El conjunto que llevaba había cambiado: era su uniforme de la Academia Definitiva. Le quedaba perfecto, ceñido a sus apenas esbeltas caderas, lo suficientemente justo como para que pareciese ajustado sin llegar a serlo.

Me- me han cambiado de ropa mientras dormía. Pensó, con la bilis subiéndole a la garganta. Me han vuelto a poner esto- Puedo recordar todo lo que ha pasado- ¿Dónde estoy? ¿Es esto otro asesinato mutuo? ¿Dónde están Maki y Himiko?

Intentó ponerse en pie, pero volvió a caer sobre el colchón con un débil golpe. No estaba seguro de si se debía a la conmoción cerebral provocada por los golpes con la pistola o a las drogas que habían utilizado para dejarle inconsciente, pero en su intento por pararse, vio cómo el mundo a su alrededor se tambaleaba.

El agotamiento se apoderó de todo su cuerpo y ansiaba librarse del palpitar constante detrás de sus ojos. Antes de volver a dormirse, un único pensamiento cruzó su mente. Cuando despierte... ¿seguiré siendo yo?

Podrían haber pasado horas o días desde que cerró los ojos hasta que volvió a abrirlos. El dolor de cabeza se había calmado un poco. Junto a la cama había una mesita con un vaso de agua, unas bolas de arroz y una bolsa de grajeas. Cerca había una pequeña nota escrita con una letra extremadamente elegante.

Si te portas bien, luego te traerán algo más sustancioso. Hay algunos libros en tu cajón para que te entretengas. No te preocupes, tu prometida y tu amiga están a salvo. Pórtate bien y quizá puedas verlas pronto.

Dra. Yvonne Sterling

Shuichi se vio tentado de coger la nota y hacerla pedazos. Pero era claramente consciente de que, aunque no pudiera ver las cámaras, estaba siendo observado de alguna manera. Sobre todo después de que el Team Danganronpa los perdiera de vista la primera vez.

"¿Quién sabe lo que significa ser un 'buen chico' para esa sociopática zorra?". Shuichi gruñó en voz baja. Deslizó la nota bajo el plato vacío y apartó el desorden a un lado. Abrió el cajón y miró los libros que la doctora había escogido para él.

Entre ellos había dos novelas de Agatha Christie, una colección de Sherlock Holmes tan gruesa como una biblia y una colección de mangas de Detective Conan. Suspiró. Todo eran historias de detectives y misterios. Probablemente podría recitar de memoria algunas de ellas, sobre todo las de Sherlock Holmes. Recordaba lo listo que se sentía cuando era capaz de descifrar las pistas por sí mismo y cómo le contaba a su tío cuál creía que iba a ser el final antes de que llegasen a él.

Su tío... Había prometido llamarlo una vez que estuvieran en París. Hacerle saber que su plan había funcionado, y que ahora estaban a salvo.

Qué idiota fui. Los sádicos que organizaron este show nunca nos dejarían ir tan fácilmente... Supusimos que porque ganamos contra ellos y huimos una vez, ese sería el final. ¿Todavía es tan temprano que puede pensar que aún estamos en el avión? ¿Ha estado esperando mi llamada? ¿O ha pasado bastante tiempo como para que se haya dado cuenta de que algo ha ido mal?

Antes de que se diera cuenta, una cuantas lágrimas afloraron de sus ojos. Ella mencionó el anillo de compromiso antes de que me desmayara, y llamó a Maki mi prometida. ¿Quién sabe qué van a hacer con eso? ¿Van a hacernos olvidar?- No, es algo demasiado bueno como para que lo desperdicien.

Las náuseas seguían en aumento mientras se preguntaba qué podría hacer el Team Danganronpa con su relación. ¿Una pareja de mentes maestras? ¿Amantes desafortunados con uno de ellos completamente destrozado por la muerte de su pareja? ¿Uno de los dos se acuerda pero el otro no? ¿Triángulos amorosos?

Se levantó cojeando de la cama y se arrastró hasta el inodoro, consiguiéndolo a duras penas y regresando el aperitivo que le habían dejado. Se estremeció antes de tirar de la cadena y forzarse a salir del baño y, al menos, a pisar el suelo enmoquetado. Todo su cuerpo se sentía débil, de una forma que le traía horribles recuerdos de la medicación que le habían obligado a tomar antes.

¿Ese es su plan? ¿Mantenernos sumisos y drogados hasta que decidan qué quieren de nosotros?

Había una expresión que recordaba a medias sobre dejar a tus enemigos una salida en la batalla. No acorralar al enemigo, porque una vez entre la espada y la pared, luchará con más fuerza de la que se imagina.

Bueno... no veo la forma de salir sin pelear... Pero si quieren un All-Star de matanza, no lo van a conseguir tan fácilmente. No soy fuerte, y mucho menos amenazante. Pero tengo coraje y soy terco. Suficiente para llegar a algo. ...Tan pronto como reúna la fuerza suficiente para levantarme.

𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒 𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐎𝐑 𝐓𝐑𝐈𝐎 | ᴛʀᴀᴅᴜᴄᴄɪᴏ́ɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora