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Para nuestra mala suerte, Katsuki terminó pariendo a la par de mi, cuando me vino a ver mi querido esposo, Eijiro, parecía que iba a explotar.

No entendía por qué, hasta que me comentó la situación, me lo esperaba, pero es una pena no poder verlo.

Como era de esperarse, ambos bebés estaban en incubadoras, el embarazo masculino no es algo natural, era obvio que habrían complicaciones de algún tipo.

Cuando me dieron de alta lo primero que hice fue ir y comprarme un café, necesitaba cafeína.

A veces pienso que la adicción al café no es mas que una broma, sin embargo, me doy cuenta de que sin cafeína, mi cuerpo no logra funcionar en todos sus sentidos.

Eijiro, a pesar de ser el menos afectado en toda esta situación, era el mas nervioso, tal vez por la impotencia de no poder hacer nada.

Katsuki salió de alta un día despúes que yo, casi asesinó a las enfermeras porque no le dejaban ver a su hijo.

Pasada ya una semana, por fin, pudimos hacernos cargo de nuestros respectivos enanos, por fin estaban en casa.

Casa la cual, Eijiro, se encargó de cambiar.Sin previo aviso compró una mas grande y alejada de la ciudad, era mas apta para los tres.

Tenía puntos altos como puntos bajos, uno de los puntos bajos era la ubicación, aunque dependía bastante de la situación.

Que la casa esté alejada es un gran punto a favor al momento de el fanatismo, fans locos ya sea por Katsuki, Eijiro o por mi, nadie sabría como llegar, y si llegaban, les costaría ingresar siquiera al patio.

Por otro lado, cuando alguno de nosotros tenía hora al médico, o quería comprar algo mas que nada pasajero, tenía que viajar por lo menos 30 minutos, con tráfico serían 50 minutos.

La casa era grande, tenía cuartos extras, un gran jardín y un patio trasero.

Katsuki no estaba muy contento con la nueva casa, no le gustaba que fuera tan grande, dice que siente la necesidad de agregar mas cosas a la casa y gastar mas (no le gustan los espacios vacíos)

A mi me daba exactamente igual, solo quería estar lejos de fans tóxicos o de las personas en general.

La crianza no era algo tan malo, de hecho yo estaba bastante feliz, al que no le veía contento, sino, estresado, era a Katsuki.

Para todo se estresaba, era un gran padre pero se estresaba mucho cuando su bebé lloraba, reía, o hacía emisión de cualquier sonido vocal.

Lo he estado ayudando aunque sea en lo mas minímo, ambos estábamos igual de copados.

Ser padres no era fácil, te llevaba a insomnios, sustos enormes, estrés...todo tipo de emociones mentales que te agotaban.

¿Pero como podríamos quejarnos?, los tres queríamos una familia numerosa.

El tiempo pasa mas rápido de lo que uno puede contar, los críos crecen, uno envejece, ¿acaso me he puesto melancólico?

_Si...te estas poniendo melancólico...._Me observó Katsuki_Quedamos en que contaríamos una historia a los niños para que descansen...no toda nuestra vida y el como nos conocimos...ni tampoco esos detalles..._

_Están peques...no lo entenderían...._Sonreí.

Odio las despedidas, pero esta historia de como fue mi adolescencia, o al menos parte de ella, fue una de las mejores, ¡ya me encariñé con ustedes!

Espero poder vernos más adelante, esta fue mi historia, la historia del gran trío, el trío de Ret Riot, Dinamite y su servidor.

Nos vemos, pequeños héroes.

En el medio (Krbk x Male Reader) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora