La primera clase del día había terminado y ya estaba agotada, ni siquiera presté atención a una sola palabra de lo que habían dicho, tenía un nuevo profesor y no me había tomado la molestia de dar una buena impresión. No logré dormir en toda la noche pensando en lo que había pasado, mi mente no dejaba de imaginar escenarios en los que discutía con ya saben quién. Siempre solía hacer eso, debía ser prevenida por si surgía una discusión futura.
Loca.
Después de la primera clase tenía treinta minutos de descanso los cuales aprovecharía para descansar un poco; ¿en qué lugar? no lo sabía, pero lo haría.
Recogí mis cosas y mientras intentaba salir (ya que estaba en los últimos puestos porque había llegado tarde) mi celular vibró anunciando que tenía un nuevo mensaje y era de Marian.
-Marian, la mejor amiga de todas, la chica más perfecta que he conocido y sobre todo hermosa: Estoy en la cafetería, ven.
El número de Marian lo había registrado ella, por eso decía así.
Di una larga exaltación pensando en qué excusa podía poner para no ir. Y no era por falta de hambre, no, no, el hambre siempre habitaba en mí; era falta de dinero. Mi situación económica no estaba muy bien que digamos, el dinero de la beca solo alcanzaba para cubrir los gastos de la universidad y para pagar el departamento en el que vivía. Necesitaba conseguir un empleo. Mis padres no sabían nada de eso, no quería decirles, ya era suficiente con lo que estaban haciendo por mí enviando lo básico, no quería preocuparlos.
Y como si Marian me estuviera leyendo la mente, me envió otro mensaje:
-Marian, la mejor amiga de todas, la chica más perfecta que he conocido y sobre todo hermosa: Yo invito, no te preocupes.
Esbocé una sonrisa.
-Yo: Por eso te amo<3
Y justo cuando iba a enviar el mensaje me tropecé con alguien haciendo que se le cayeran unos papeles que llevaba en la mano.
—Lo siento, de verdad lo siento —me agaché para ayudarle a recoger lo que había tirado.
Él hizo lo mismo.
—Eso me pasa por no prestar atención mientras camino —me levanté cuando ya tenía todo—, ten...
Me quedé paralizada al ver a la persona que tenía enfrente, impactada.
—¿T-tú eres... Jareth Bristol? —mi voz salió muy aguda.
Él asintió muy lentamente con la cabeza.
—No lo puedo creer —no podía evitar el tono de emoción—. Eres increíble, tu trabajo es increíble, soy súper fan de lo que haces, eres mi ejemplo a seguir.
—Gracias —esbozó media sonrisa.
Por un lapso corto de tiempo esa sonrisa se me hizo conocida y, parecería loco, pero me recordó al idiota de Jade.
Estás mal, amiga.
Jareth Bristol era uno de los escritores del momento, se había hecho famoso por sus cuentos —sí, escribía cuentos— principalmente por: "Duerme, soledad"; aunque yo lo seguía desde antes de que publicara ese libro; otra de las razones de su fama era su padre, otro gran escritor y empresario famosísimo. Conocía casi todo sobre él, como a qué edad comenzó a escribir, quiénes eran sus padres, sus primeros libros, incluso las carreras que estudiaba, literatura era una de ellas, estaba cursando tercer año; también estudiaba negocios internacionales. Era un sueño hecho realidad, estaba que me desmayaba.
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¿Odiarnos? [EDITANDO]
Teen FictionElla odia a la gente, él ama ser el centro de atención. Ella ama el silencio, él adora las fiestas. A ella le encanta leer, a él le encanta el arte. Ella adora comer y a él le encanta ejercitarse. Dos personas completamente distintas que solo tiene...