Nota.
Holaaa, paso rápidamente por aquí para saludar y agradecer por todo el apoyo que le han dado a mi historia.
¡Ya son más de 15k!
Los quiero mucho. El siguiente capítulo lo estaré publicando el miércoles o el jueves. No olviden votar y dejar sus comentarios. Sin más que decir, los dejo para que lean.
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Abrir la puerta, decirle a Jade que no iría y volver a mi habitación.
Sonaba fácil, ¿no?
Solo eran tres cosas que debía hacer. Tres sencillas cosas que resultaron imposibles al abrir la puerta.
Mentiría si dijera que no estaba nerviosa de camino a la puerta. Mis manos estaban temblando cuando hice girar el pomo. Mientras yo temblaba entera, Jade se encontraba ahí, de pie.
Muy tranquilo, el idiota.
Y, sin poder evitarlo —sacando mi lado de hombre sinvergüenzas a la luz— recorrí su cuerpo con la mirada. Llevaba en traje negro entallado, que resaltaba su cuerpo ejercitado. El cabello alborotado le daba un toque de rebeldía a su atuendo. Él esbozó media sonrisa al notar lo que estaba haciendo, pero en lugar de refutar algo, imitó mis acciones. Me admiraba completamente epatado, realmente admirando cada parte de mi cuerpo.
—Buenas noches —fue él el primero en hablar—. Disculpa la tardanza.
—No pasa nada.
Le eché otra ojeada, incapaz de apartar la mirada.
—Si quieres puedo quitarme la ropa, te aseguro que tendrás una mejor vista —murmuró, sugerente—. Solo si quieres —agregó.
¡Sí quiero, sí quiero!
No.
—Baboso —puse los ojos en blanco.
Emitió una risa burlón, acercándose unos pasos hacia mí.
—Si te consuela, yo sí quiero verte sin lo que llevas puesto —susurró en mi oreja y al apartarse de mí me guiñó un ojo.
Pude notar como mis mejillas se enrojecieron al instante y Jade sonreía satisfecho al ver el efecto que tuvieron sus palabras en mí. Idiota. Ya llegaría el momento que en sería él quien se moriría de vergüenza por algo que yo le hiciera.
Tratando de disimular mi enrojecimiento, puse los ojos en blanco y me crucé de brazos.
—¿Apenas has llegado y ya quieres irte? —enarqué una ceja.
—Era lo que quería desde un principio, pero contigo —afirmó.
Ok, eso sí me hizo sonreír.
—¿Ya estás lista? —preguntó, entonces.
Y fue justo en ese momento que recordé lo que realmente iba a hacer y entre en una clase de shock en el que solo escuchaba mis pensamientos y los latidos de mi corazón.
¿Eso era lo que quería hacer? la respuesta era no. Pero ¿Por qué seguía permitiendo que esa etapa de mi vida me siguiera afectando? Me prometí cientos de veces que no volvería a encerrarme y que conocería a más personas —aunque la mayoría de las personas eran insoportables—. ¿Por qué seguía permitiéndolo?
Y sin pensarlo, en un impulso de valentía, asentí.
—Sí —dije en voz baja. Lo miré y volví a asentir y hable más fuerte—. Sí, ya... ya vuelvo.
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¿Odiarnos? [EDITANDO]
Teen FictionElla odia a la gente, él ama ser el centro de atención. Ella ama el silencio, él adora las fiestas. A ella le encanta leer, a él le encanta el arte. Ella adora comer y a él le encanta ejercitarse. Dos personas completamente distintas que solo tiene...