Capitulo 16

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Nota.

Holiiiii, espero estén bien. Al parecer mi inspiración llega de repente jsjsjsja.

Es solo para informarles que estamos a solo seis capítulos de terminar la historia:')

Estoy muy emocionada por esto y quería agradecerles por todo el apoyo que me han brindado y, calma, sí habrá una parejita feliz, el detalle está en ¿quién sería?, ¿Jade y Arya? o ¿Jareth y Arya?

No lo sé, últimamente me vienen ideas muy locas a la cabeza. Bueno, sin más que decir, los dejo para que lean. Los quiero ❤️

—¡No fue lo que pensaste! —dije por enésima vez.

Le estaba explicando a Marian lo que en realidad había sucedido el fin de semana en esa montaña, omitiendo algunas partes. Ya habían pasado dos días desde entonces, después de mi charla con Jade no quise volver a hablar con él, principalmente por lo último que me dijo. Al parecer me había afectado más de lo que creí.

—Bien, te creo —aceptó al fin—. Pero tendré mis ojos puestos sobre ti. Ahora pregunto, ¿estás mejor?

—Algo —me encogí de hombros, restándole importancia—. Creo que tengo un poco de fiebre, pero ya se me pasará.

Después de volver del "campamento" me enfermé, primero tenía un poco de gripe, pensé que no era nada grave pero no, todo agravó, ahora tengo fiebre y la noche anterior vomité —eso no se lo dije a Marian— mi mejor amiga estuvo toda la noche pendiente de mí y estoy segura de que no descansó bien.

Decidí no ir a clases ya que tenía miedo de votar mi comida por la boca en la universidad, eso sería demasiado vergonzoso para mí, Marian decidió quedarse conmigo para asegurarse de que estuviese bien. No entiendo por qué se preocupa tanto.

Porque te quiere.

Bueno, eso es cierto.

No me dejaba ni un minuto sola, apreciaba eso, pero a la vez me sentía agobiada de que no me dejara hacer nada. Me sentía inútil.

¿Qué te hace pensar que no lo eres?

Ay, no empieces.

—¿Quieres una pastilla? —inquirió de inmediato, preocupada—. Solo dime y la buscaré. No, mejor la busco de una vez...

—No es para tanto —intenté calmarla.

—¿Que no es para tanto? Arya, la fiebre es muy peligrosa y no estoy dispuesta a quedarme sin mejor amiga —en ese momento su teléfono timbró—. Espera un momento.

Fue a atender la llamada y yo aproveché para quejarme de dolor, de dolía mucho la cabeza, el dolor era insoportable pero tenía que fingir en frente de Marian, no quería seguir preocupándola. Ya no tenía ni fuerzas para levantarme de la cama, cosa que me molestaba mucho, odiaba enfermarme tanto como el hígado.

Dirigí mi vista a Marian, quien ahora su cara de preocupación había empeorado.

—¿Qué sucede? —susurré.

Ella parecía estar en otro mundo.

—Es mi... abuelo —dijo después de colgar la llamada—. Está en el hospital.

—¿Qué sucedió? —pregunté preocupada.

Sí, ahora era yo la preocupada.

—Él... está mal, Arya —parecía querer llorar—. No sé exactamente qué tiene, mamá no quiso decirme, yo... —Rompió en llanto, dejando la frase a medias.

¿Odiarnos? [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora