Maratón 2/2.
No sabía qué hora era y lo cierto es que no podía dormir, los mosquitos...
¡LOS MOLESTOS MOSQUITOS NO ME DEJABAN DORMIR!
No sabía cuantas veces había rociado el repelente en la carpa que me encontraba, pero nada los espantaban. Era como si su única misión fuese molestarme toda la noche y ya estaba perdiendo la paciencia.
No pude hablar con Jade ya que se negó a hacerlo y estuvo evitándome lo que quedó de la tarde, parecía que el hecho de haber pasado tiempo con Nick lo molestó más. Me preguntaba porqué, aunque en realidad se molestaba cada vez que me veía cerca de cualquier chico, estaba comenzando a pensar algo que seguramente no era cierto y simplemente yo quería que sí fuese cierto.
Ese bombón te tiene mal.
Después de la cena todos —a excepción de Nick y Ralie— nos dirigimos a nuestras respectivas carpas, intenté conseguir un poco de señal para hablar Jessie, pero fue imposible, la señal era pésima y no tenía pensado bajar está montaña para intentarlo, porque principalmente yo no la subí, me subieron y tenía miedo de que saliera un animal salvaje o algo.
Sin tener nada que hacer decidí salir y dirigirme al lugar donde hablé con Nick esta tarde, quería ver la ciudad y así calmar un poco mi mal humor, porque sí, estaba de mal humor. El lugar estaba completamente solo y en silencio y eso me tranquilizaba, porque sí oía un solo ruido está segura de que me asustaría mucho, a mi mente lo único que se vino fueron las películas sangrientas que veía con papá.
La vista era completamente hermosa, las luces de la ciudad parecían estrellas. Quedé completamente anonadada mirando el panorama, me encantaba, era tan... perfecto.
Pero claro, lo bueno no dura para siempre, un sonoro "Crack" hizo que me sobresaltara, se escuchaban pisadas acercarse a mí y lo único que repetía mi mente era: ¡Vamos a morir!.
Lo sé, soy muy dramática.
Mi respiración comenzó a acelerarse a medida que los pasos se iban acercando y mi imaginación fue volando. Tal vez era un oso, sí, eso era, estábamos en las montañas y a los osos le gustan las montañas, ¿no?
No tanto como los humanos.
No ayudas conciencia.
Por alguna razón mis pies no reaccionaban, por más que intentara levantarme de mi lugar no podía. Piensa, Arya piensa, ¿qué era lo que hacían en las películas cuando aparecía un oso?
Ya sé.
Sin pensarlo dos veces me tiré en el suelo en posición fetal, cerré mis ojos y comencé a tararear una canción en voz baja. Sí moría al menos sería cantando mi canción favorita. Los pasos se detuvieron cerca de mí, ya no se escuchaban, pero podía sentir la presencia de algo a mi alrededor; no me atreví a abrir los ojos porque estaba segura de que me asustaría. ¿Por qué esto siempre me pasa a mí?
—¿Qué haces? —reconocí esa voz al instante.
Abrí mis ojos lentamente para confirmar que sí era la persona que pensaba: Jade. ¿Por qué los momentos más vergonzosos que ahora me pasaban tenían que ser en presencia de él?
Me levanté muy lentamente de mi lugar, sintiendo como mis mejillas comenzaban a ponerse calientes, cosa que me indicaba que estaba sonrojada. Él estaba de pie con una sonrisa en el rostro.
—Yo...
—¿Estabas en posición fetal? —preguntó divertido, aún cuando sabía la respuesta.
—No... —dije asintiendo.
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¿Odiarnos? [EDITANDO]
Teen FictionElla odia a la gente, él ama ser el centro de atención. Ella ama el silencio, él adora las fiestas. A ella le encanta leer, a él le encanta el arte. Ella adora comer y a él le encanta ejercitarse. Dos personas completamente distintas que solo tiene...