Capitulo 9

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Mi respiración se aceleró por la cercanía de nuestros labios, mi mente no quedó completamente en blanco. Acarició ligeramente mi nuca con su pulgar, el simple tacto de él ocasionaba que sintiera un ligero cosquilleo en la punta de mis dedos. Nuestras miradas estaban tan conectadas que por un momento sentí que solo estábamos él y yo.

Bajó su mirada a mis labios por unos segundos y después volvió a mis ojos, mi corazón empezó a latir desbocadamente. Nunca antes me había sentido así con nadie, fue extraño, pero de alguna manera se sentía bien.

-¿Estás saliendo con él sí o no? -preguntó en un susurró, el cual hizo que mis piernas temblaran.

Podía jurar que estaba sonrojada, porque mis mejillas ardían tanto como el sol.

-No... -logré formular.

No sabía qué se aproximaba después de eso, pensé que respondiendo a su pregunta me dejaría ir, eso quería, creo...

Subió la mano con la que tenía mi muñeca agarrada, hasta mi cintura, solté un poco de aire por la boca, sin saber muy bien por qué no lograba reaccionar. Se relamió los labios y cerré los ojos por inercia esperando el beso...

-¿Arya?

Me alejé de Jade como si quemara al escuchar la voz de Marian. Tenía una pequeña sonrisa en su rostro.

-¿Interrumpo algo? -preguntó después de varios minutos en silencio.

-Si...

-No -interrumpí a Jade, fulminándolo con la mirada-. Me quiero ir, ya es tarde.

No esperé la respuesta de Marian, la tomé del brazo obligándola a caminar. Pude sentir la mirada de Jade en mi espalda mientras me alejaba, ni siquiera me despedí y no me importó -de igual forma nunca lo hacía- lo único que quería era huir de allí lo antes posible. ¡Iba a besar a Jade! ¡iba a besar al ese idiota!

Como si no quisieras.

¡No!, yo no quería eso.

Una vez adentro de la gran casa nos detuvimos por un momento. Marian me miraba con una mezcla de diversión e intriga al mismo tiempo.

Uhg, ya sabía qué iba a preguntar.

-¿Qué estaban...?

Lo sabía.

-No fue nada, ahora, ¿nos podemos ir? -espeté, interrumpiéndola.

-Yo no tengo la culpa, no la pagues conmigo.

Respiré hondo. ¿Por qué de pronto estaba tan molesta? Ella tenía razón, no tenía la culpa.

-Vale, lo siento -me disculpé-. ¿Podemos irnos?

Asintió con la cabeza y nos dirigimos a donde estaban Alex y Nick, ambos me sonrieron, pero al ver la mala cara que tenía borraron la sonrisa. Sí, era de ese tipo de persona que no le importaba qué tan mal le afectaría su mala actitud a los demás cuando estaba molesta. Sabía que ellos no tenían la culpa de nada, incluso intenté no mostrarme de tan mal humor, pero creo que para disimular no era buena.

Al salir Alex entró a su auto, al igual que mi mejor amiga y yo, el viaje estuvo en completo silencio, un poco incómodo para mí. Al llegar al departamento me despedí de Alex y Marian me dijo que después me alcanzaba, se quedó con su novio unos minutos. Subí las escaleras a toda velocidad y una vez estuve en mi piso, me adentré en el departamento. Sentía una sensación extraña, no supe a qué venía mi mal humor, solo estaba molesta porque sí.

Los raros y sus cosas.

Fui a darme una ducha rápida para poder dormir, no quería que Marian subiera, ya que tendría que hablar con ella -y no quería hacerlo, claro estaba- ya bañada, me puse mi pijama y me acosté en mi cama para poder dormirme. No supe cuánto tiempo pasé despierta, no podía conciliar el sueño, solo estaba en mi cama pensando lo que iba a suceder en esa fiesta. ¡¿Qué mierda le importaba a Jade si salía con Jareth o no?! ¡No era su problema!

¿Odiarnos? [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora