Destino forzado

Capítulo 22

Narrador omnisciente

Las miradas de todos están fijas en la puerta de la oficina de la cual recien salió el abogado dejando a la parejita que no temen ser el foco de atención para muchos.

Nada les importa cuando se tienen el uno al otro, aún en una encrucijada tan poco común como la situación que sobrepasan.

No sólo se trata de ellos y lo están notando cuando las piedras en el collar y la argolla están pasando de morado a un color más azul, el tono va cambiando de acuerdo a lo que hacen y permitir soltar lo que habían reprimido es un paso grande.

Poco a poco las cosas van en un rumbo que puede en menos tiempo arreglar lo que fue cambiado de lugar. Aproximándose su destino esperado o ansiado.

El abogado golpea la puerta unos minutos después, ya con la cara fresca. No sabía como se sentía su hija, nunca se esforzó por saberlo y en ese momento tan solo quiere encontrar una forma para repararlo. Solo que su hija no está dispuesta a darle todo con facilidad.

Sabe lo que vale, cuanto puede lograr con un carácter firme y no piensa dar marcha atrás.

__ Pase. - es la voz de Nick la que habla pero este se encuentra leyendo unas revistas en uno de los muebles. Solo es un espectador en uno de los tantos traspasos que verá hasta el día de su cumpleaños, que no está tan lejos.

El abogado entra, con la corbata apretando mucho más que antes su cuello, avergonzado y con un impulso por ir con su hija para explicar todo. En cambio, lo que ve es solo a su cliente observarlo con un rostro apacible y el documento firmado, a unos pasos la chiquilla ignorando por completo su presencia.

__ Tu documento. - extiende a quien ve como Nickolas - Firmado, con la única testigo que importa.

__ Quiero ofrecer una disculpa por mi...

__ No tienes que disculparte por decir lo que piensas. - exclama incorporándose - Dijiste lo que piensas, y aunque no es lo que creo de mí mismo puedo hacer uso de mi tolerancia.

__ No quise expresarme de ese modo.

Su vergüenza no le da para continuar

__ No importa, Jackson. Eres mi abogado solamente. Eso no quiere decir que debes pensar que soy lo mejor del mundo - alega su hija dando su punto de vista para que el mismo Nick la escuche - No soy lo mejor del mundo, pero según tu hija sí lo soy para ella.

Este entiende lo que quiso decir y no evita que la risa le gane con ese mensaje subliminal de la chica.

__ Meredith, ¿me puedes regalar unos minutos?

__ No soy dueña del tiempo - suelta con sarcasmo. Alguien se aclara la garganta - Pero puedo escucharte.

__ Lo agradezco. ¿Puedes venir a casa a cenar? - ofrece este con temor.

__ ¿Con la hipócrita? - Meredith vuelve a toser - Digo, ¿con Lucía? No me soporta.

__ Julia quiere verte. Dijo que le prometiste ir a acampar juntas. - le recuerda.

__ Yo no...

__ Sí irá. - se adelanta ella al ver que Nick iba a hacer un desaire a su hermana. No le ilusiona cenar con un padre que estuvo ausente toda su vida o una mujer que la trató como alguien sin importancia, pero sí el volver a ver a su hermana.

Julia es la única que la quiso desde el inicio, nunca la vio como una hermanastra, sino una hermana en su totalidad.

__ Prometo que no te arrepentirás. - toma el fólder con lo que vino a buscar, cersiorandose que la firma esté donde debe.