Meredith
Siempre he sido de pensar mucho antes de realizar una acción si sé es decisiva, para proponer algo a alguien más debía discutirlo con mi almohada asegurándome con cada posible resultado. Si quería comprar algo, veía las posibilidades que no lo usara o necesitara tanto
Pero ahora emprendí un viaje con un sujeto que conozco desde hace unas semanas pero es lo suficientemente confiable para saber que no me hará daño
Lo que pasó en la noche aún no lo proceso, me parece irreal, un acto de mi mente nada más porque si fue real...
__ ¿Agua, soda, cerveza o whisky? - pregunta con una bolsa en las manos - De todos modos solo compré soda y agua
__ Eres un tonto, King - agarro la bolsa para sacar un bote con agua el cual me empino cuando echa a andar el vehículo - No puedes comprar licor, te lo recuerdo.
__ Le quitas lo divertido a la vida, florista. - menciona girando el volante para sacarnos de la gasolinera. - Eres una aburrida, pero no te preocupes. Un tipo con mi buen humor a lado de una chica con el genio como el tuyo aún pueden sobrevivir en la carretera.
__ Eres nefasto ¿sabías? - bebo mi agua viéndolo conducir por varios minutos en los que me pierdo en mi imagen, posee mi cuerpo pero anoche no lo vi así. Sentí que era yo nuevamente, que ya no estaba en el cuerpo de un sujeto de casi dos metros.
Me vi bailando, en ese momento era Meredith físicamente también. El beso, mis mejillas se tornan calientes cuando recuerdo que estuve besando al hombre que confunde mis sentidos.
Es complicado lo que siento cuando lo veo, lo tengo cerca y dejo de pensar. Me gusta creer que solo es confusión debido a lo que ocurre con los dos, pero sé que es algo más. No sólo se trata de verlo todo el tiempo, que tenga que estar cerca por si sucede algo con él o conmigo. Alguien que no conozco puede acercarse y cometer un error que puede dañarlo, o en su defecto lo mismo pero en mi caso.
Descansamos para comer en un establecimiento, en su celular nos indica que aún nos quedan varias horas de camino para llegar al hotel que reservamos en la noche.
Desde que salimos de ese compromiso, empacamos, la única que sabe que estoy fuera de la ciudad es Olivia y la señora Rita, a la cual Nick le avisó cuando fuimos por su maleta. Esta sabe que si no buscamos una solución antes que el cumpleaños de este llegue, podría cometer algún fallo que lo lleve a perder lo que por derecho le corresponde.
__ Otra foto. - con la boca llena de comida me quedo quieta cuando escucho el obturador sonar por la fotografía que este captura. - Mi vieja quiere que envíe pruebas de que no nos hemos matado.
__ Yo no me suicidaría. - repelo bebiendo soda.
__ Aunque suena bien, yo tampoco. - lo miro mal. - Dije que no.
__ Dijiste que sonaba bien. - se encoge de hombros - Nick, tú.
__ No. - me corta. - Lo pensé y bromeo con eso, más no me atrevería a hacer algo en mi contra. No soy egoísta de dejar a la humanidad sin verme.
__ Eres un ególatra.
__ No me desmentiste. - suelta riendo - ¿Ves? También lo piensas.
__ No he dicho eso. - saco billetes de la cartera que guardo en el bolsillo, hemos tenido cuidado hasta con esos detalles. - Come que no quiero llegar para la madrugada al hostal
__ Dije que sería mejor en un avión. - me hace caso
__ Pero tú idea me ponía a mí en la cabina del piloto. - le recuerdo - Querías que murieramos.
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Destino forzado
FantasyCuando dos almas puras de corazón , que están dispuestas a perder aquello que tanto han cuidado , anhelan o tienen se encuentren , podrán regresar a ser ellos mismos. Meredith , confía y desconfía en quienes no debe. Una chica tranquila y con una v...