Capítulo 30

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Narrador omnisciente

Una noche fría, dos personas alejadas y angustiadas. Cada pieza está cayendo en su lugar y cada acción conlleva consecuencias que no se lograrán evitar.

Daniel debatiéndose entre la vida y la muerte en un quirófano mientras su hermano ruega por no perderlo. Por primera vez Nick reconoce el afecto hacia este, tocando las fibras que se rompen al no saber si quedarse ahí por él o salir corriendo en búsqueda del amor de su vida.

Con las mano juntas en su barbilla espera noticias, pero el olor a sangre le avisa que pueden ser devastadoras.

Tiene el impulso de irse, sus pies tiemblan siendo detenidos por él mismo al saber que puede perder a su hermano cuando apenas empezaba a recuperarlo.

El que algunas enfermeras pasen a toda prisa lo alarma poniéndolo a pedir informes sobre Daniel, obteniendo nada más que evasiones.

__ ¿Donde está Daniel? - pregunta un alterado Alexander atropellando su hombro. - ¿Está bien?

__ No hay noticias aún. - contesta simplemente.

__ ¿Que le pasó a mi sobrino? - reclama Greta junto a Zulema, con gestos similares. Aterradas, solo que una miente y ahora Nick lo sabe. Ella al parecer no, porque no muestra ninguna intención de huir.

__ Lo atacaron. - contesta Nick sin dejar de ver a Zulema que siente que algo cambió. - Quizá unos asaltantes.

__ ¿Que hacía allí? ¿Que hacías tú ahí? - pregunta Greta de nuevo. - La policía dijo que era la bodega de la constructora antigua de papá. - le dice a Alexander - Él no tenía porqué estar ahí.

__ Algún modo de despedida. Dijo que se iría y quizá era su método de quedarse con recuerdos de su abuelo. - menciona Zulema calmando a Greta, quien siente angustia de perder a su sobrino favorito. - Podemos revisar sus mensajes tal vez, pudo ser una cita o algo relacionado con...

__ No tenía teléfono. - miente Nick ganando que ella lo mire, simula no notarlo en lo que esconde el aparato en su bolsillo. El mensaje salió de un número que no era el suyo, aunque dijera que se trataba de él. Puede desenmascararla desde ahí.

Necesita pruebas, porque ahora está sin nada más que lo que sabe, sin justificación de acusar a Zulema pues todos estarían de su lado y sería tomado como loco al ponerse en evidencia.

Los minutos pasan y solo Alexander se sienta a lado de su sobrino, quien no entiende como cayeron en tanto. Todo de golpe, simulando una tormenta cernirse sobre él una vez más.

Se ve en ese mismo lugar años atrás cuando su abuelo sufrió un paro cardíaco y tuvieron que hospitalizarlo, recibiendo la noticia de su muerte casi de inmediato. Las mismas personas, las mismas acusaciones. Esos gestos de desprecio siendo completadas por Robert y Sonia, los cuales traen caras de haber estado en una acalorada discusión. Nada alejado de la realidad.

__ ¿Murió? - pregunta Sonia sin pensarlo. Saca un labial para retocar sus labios. - ¿Se tiene que salir a dar la noticia a los medios?

__ ¿Que clase de pregunta es esa? - reclama Alexander con enojo.

__ Se trata de no dejar que se vengan encima, si no ser estratégicos para no dar una mala imagen. Que no suene...

__ ¡Me vale una mierda como se vea en los medios o si no vienes maquillada para verte bien en la fotografía para la nota periodística! - escupe Nickolas harto de las sandeces que escucha de quién debería mostrar un poco de preocupación al menos, siendo quien es. - ¡Es tu hijo, Sonia! ¿O tan maldita eres como para pensar en como te verán los medios y no en tu hijo que está luchando por vivir?

Destino forzadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora