XXIV. Un poco de netflix pero nada de chill

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Peter entrelazó las manos bajo su nuca a la par que estiraba las piernas a lo largo de la telaraña que Parker había tejido en la azotea de la torre. A su lado, Wade levantó el brazo, señalando una constelación mientras con su otra mano picaba el bol de palomitas en medio de ambos.

—¿Cuál es esa?—preguntó, emocionado.

—esa es un avión.

—¿seguro?

—se está moviendo, Wade.

—podría ser una nave espacial—hizo un puchero que se le quitó tan pronto divisó un conjunto de estrellas—¿Qué hay de esa?

—Andrómeda y si te fijas a la derecha está Casiopea.

—Casiopea—repitió en medio de un suspiro—Si tuviera una hija, le llamaría de ese modo y le diría Cassie.

Tomó tres segundos para que Peter procesara lo que Wade acababa de implicar.

—¿quieres tener hijos?—sorprendido, se giró hacía el mayor, que seguía de cara al cielo. A pesar de la oscuridad, Peter distinguió una sonrisa risueña en su rostro.

—siempre quise una niña—chasqueó la lengua—Sería un desastre, pero creo que podría ser un papá medianamente decente. Claro, si no matara gente por dinero, pero esos son solo detalles, ¿verdad?

Ser un mercenario no era "solo detalles", pero Peter fácilmente podía imaginarse a Wade cargando a una niña en sus hombros, hablándole animadamente de todo y nada a la vez.

—serías un padre excelente, Wade—reconoció con honestidad antes de volver su atención al cielo. Uno de los motivos por los que se encontraban acostados en una telaraña gigante era la exagerada cantidad de estrellas que había en el firmamento esa noche. Ninguno de los dos se pudo resistir a acampar, aunque el frio de la madrugada comenzase a pasarles factura y la telaraña fuera tan cómoda como una hamaca deshilachada—No me imagino siendo el papá de nadie, mucho menos de una niña. Este mundo está demasiado jodido para traer más gente.

—podrías adoptar.

—sí, claro—escupió con sarcasmo.

—¿por qué no?

—¿bromeas, verdad?—esperó un momento con la esperanza de que Wade le confirmara que se trataba de una broma y cambiara de tema, pero lo único que recibió a cambio fue un profundo silencio. De haber sido cualquier otra persona, Peter le habría insultado al instante, pero era Wade y Peter sentía debilidad por sus ojos cafés, que le observaban con curiosidad—¿y después qué? ¿Le llevo a terapia porque alguien intentó lastimarle por estar relacionado conmigo?—resopló en voz alta, negando con la cabeza—¿Siquiera te das cuenta de lo injusto que sería eso? No solo sería irresponsable y egoísta de mi parte, sino que le estaría quitando la oportunidad a ese niño de tener una vida normal—volvió a negar, ofuscado. No se dio cuenta de lo mucho que le había afectado la pregunta hasta que sintió sus manos temblar de la colera—Adoptar jamás será una opción para mí. No importa cuanto lo desee, si es que algún día llego a desearlo, simplemente no sucederá.

Wade expulsó un suspiro, que sonó a que tenía más de una cosa que decir al respecto, pero que prefería guardárselo para evitar iniciar un debate del que ninguno saldría victorioso, cosa que Peter agradeció. Estaba pasando un rato agradable y odiaría arruinarlo con algo así. Era obvio que ambos tenían opiniones diferentes en cuanto a lo adopción y no le veía el caso a echar a perder lo que podría considerarse como la cita perfecta con estupideces como esa.

—nunca imagine que ser un nepobaby pudiera ser tan complicado, pero tú le das un nuevo significado a la palabra—resopló al cabo de un minuto, escondiendo ambas manos bajo su cabeza en una posición similar a la del castaño—¿a qué crees que se refería el duende al decir que te tenía un regalo?

The red means I love you  (I) • SpideypoolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora