XVIII: La araña vive dentro de ti

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Peter no se había hecho una idea de lo acostumbrado que estaba a la presencia de Wade hasta que llegó el día de su partida y se encontró a sí mismo sin ganas de mensajear con nadie más que él. No quería ser dramático, pero se sentía como si Wilson llevara lejos mucho más tiempo que 48 horas.

—quita esa cara larga. Ya verás como en menos de nada Wade está de regreso—dijo Mary Jane cuando lo pilló mirando la pantalla de su celular por quinta vez en los últimos treinta minutos. Tanto la pelirroja como los vengadores creían que Wilson se encontraba de visita donde un pariente lejano, que había enfermado de gravedad—Hasta entonces, sabes que cuentas con nosotros para distraerte. ¿No es así, H?

El ojiverde asintió, llevándose la malteada de chocolate a los labios. El trio de amigos había salido desde temprano al centro comercial para celebrar que Peter tenía permitido abandonar la torre, lo que hubiera sido una excelente noticia para el castaño si no tuviera tres guardaespaldas pisándole los talones.

—por supuesto, Pete. Ten por seguro que aprovecharemos cada minuto como si fuera el último—asintió Osborn, bajándose los lentes de sol hasta el puente de la nariz—Aquí entre nos, encontré un lugar que les encantara. Nos la pasaremos de maravilla.

—no lo sé, H. Los lugares a los que nos sueles llevar no siempre son tan geniales como los pintas—Peter le miró por el rabillo del ojo antes de volverse hacía la ventana. Una de las cosas que Wade le aconsejó antes de irse fue a chequear su perímetro constantemente, puesto que en cualquier momento podía volverse el punto de mira de alguien—Además, mis papás siguen paranoicos con la idea de que todos quieren secuestrarme y, odio admitirlo, pero no están exagerando del todo. Hasta ahora, ninguno de nuestros visitantes ha estado del lado de Spiderman.

—¿Qué hay del hombre de arena?—preguntó Mary Jane, llevándose una papa a la francesa a la boca—Nos dijiste que te ayudó a huir de electro.

—si, pero escuche a Steve decir que desde hace unos días se estaba comportando de manera errática. Al parecer, intentó atacar a Bruce cuando le estaba haciendo unos exámenes.

—¿provocó a Hulk?—Harry sonrió igual al gato de Cheshire. 

Peter asintió.

—Tony tuvo que usar a Verónica para calmarlo. Por suerte, Strange los envió a la dimensión espejo antes de que Hulk pudiera romper algo.

—o sea que Strange está devuelta—MJ celebró—¿Por qué no envían a todos a su universo, entonces?

—porque Strange no tiene el poder para hacerlo. Al parecer, solo América Chávez puede hacerlo sin dañar la estructura espacio-tiempo.

—¿Quién es América Chavéz?—preguntó Harry, igual de confundido que Peter cuando le contaron la noticia por primera vez. El castaño encogió los hombros—Suena a nombre de primera dama.

Tanto la pelirroja como Peter rieron y por el resto de la tarde no volvieron a tocar el tema de ninguna variante o el hecho de que por cada día que pasaba el cielo parecía más cerca de romperse debido a los retazos grisáceos y morados que se abrían en el lugar donde normalmente solo habían nubes.

Peter no les contó sobre la pelea con su variante, pues sabía que ninguno aprobaría su comportamiento, pero no perdió la oportunidad de contarle a Happy todo lo ocurrido en los últimos días apenas se subió en el auto del conductor de confianza de Tony Stark y amigo intimo de la familia.

—tu sabes que no apruebo la violencia, Peter—dijo apenas el castaño terminó la historia—pero me alegra que hayas podido resolver lo que sea que estuviera pasando con el otro Peter.

Aunque "resuelto" no era la palabra para describir su relación con el arácnido, el castaño sentía que desde el encuentro en su habitación, algo había cambiado. Ya no sentía la necesidad de retar a Parker a toda hora, pues ahora conocía lo que escondían todas esas capaz de optimismo y educación que el hombre araña se esforzaba por mantener y podía afirmar con toda confianza que no era algo bonito de ver.

The red means I love you  (I) • SpideypoolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora