El dolor de no tenerte

1.1K 97 3
                                    


(VC)

Lo único que tengo ahora son los recuerdos de cada momento que pasé a tu lado. Recuerdos que logran arrancarme una sonrisa por momentos, pero que luego me dejan en un mar de lágrimas por saber que no volverán a repetirse.



Flashback

Iba manejando mi moto, camino al mismo bar en el que paso casi todas las noches. Greta me estaba esperando para presentarme a una chica, porque sí, soy lesbiana desde que tengo uso de razón. Nunca he tenido una relación formal, de hecho, nunca he pasado más de una noche con alguna "conquista". Lo cual debo admitir me ha traído problemas en más de una ocasión.

Aunque siempre supe que me gustaban las chicas, no lo acepté ante nadie hasta que tuve 16 años y me ilusioné mucho con una compañera de colegio. Decidí escribirle una carta diciéndole que me gustaba y expresándole todo lo que me hacía sentir. La dejé en su sitio durante el receso y cuando la encontró la leyó, se acercó a mi preguntándome si lo que había escrito era cierto y algo tímida le dije que sí. Sin apartar la mirada de mí y aprovechando que aún no había llegado el profesor de la última clase la leyó delante de todos, pausando en cada párrafo para burlarse de lo que decía. No espere a que termine de leerla antes de salir corriendo del salón, ese día decidí cerrar mi corazón a sentimientos sin sentido, terminé de aceptar mi orientación delante de todos y comencé a disfrutar de la compañía de las chicas que conocía por ahí.

El semáforo estaba en rojo y aproveché para mirar al rededor. Las calles estaban vacías, pero media cuadra más allá pude observar la figura de una mujer que caminaba algo desorientada y un hombre de dudoso aspecto que caminaba en su dirección. No pasaron muchos segundos más cuando vi que aquel hombre intentaba quitarle la cartera, a la cual ella se aferró con todas sus fuerzas logrando así que la arrastraran por el pavimento. No esperé a que el semáforo cambie de color para acelerar en su dirección, gritando con todas mis fuerzas que la suelte y haciendo así que el hombre salga corriendo por un pasaje que se encontraba a unos pasos del lugar.

- ¿Estás bien? - le pregunté a la chica mientras le ayudaba a pararse. Tenía una preciosa cabellera negra y un cuerpo delgado con las curvas bien marcadas. Quedé embobada cuando alzó la mirada y me perdí en el café de sus ojos.

- Si, estoy bien, solo tengo un par de rasguños - me dijo sacándome así de mis pensamientos.

- ¿Qué haces caminando sola por estas calles? - le pregunté con curiosidad.

- Necesitaba tomar algo de aire, estuve caminando por horas sin un rumbo y cuando me di cuenta estaba perdida. - me respondió algo avergonzada. Se notaba triste, y el motivo no parecía ser el intento de robo que acababa de pasar. Sentí una extraña necesidad de consolarla y de cuidarla, por lo que decidí ofrecerme a llevarla.

- Déjame llevarte a tu casa, estas calles son peligrosas y no puedo dejar que te vayas sola. - Quedé atenta esperando que aceptara, ella me miraba con algo de duda - Tranquila que no muerdo - agregué levantando una ceja y tratando de borrar su desconfianza.

- No quiero desviarte de tu ruta, puedo pedir un taxi, no te preocupes que estaré bien. Solo acompáñame mientras lo pido - me dijo intentando mostrar calma, pero lo cierto es que seguía temblando por lo sucedido.

- Por favor, déjame llevarte, no me quedaría tranquila dejando que vayas en un taxi - insistí, yo insistiendo eso sí que era nuevo para mí.

- Nunca he subido a una moto antes - me dijo mirándome con algo de pena, lo cual me llenó de ternura.

¿Quién eres? (Juliantina AU)- AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora