(JV)
Desperté pensando que todo lo del día anterior había sido un sueño, pero al notar que estaba en el hospital supe que no era así. Volteé a mirar hacia la silla donde Valentina estuvo sentada el día anterior, y no podía creer que ella seguía aún ahí, se había quedado dormida en esa incómoda silla toda la noche, al verla me causaba mucha ternura y no pude evitar sonreír como una tonta. Debía estar con dolor en el cuerpo por la incomodidad, y sobre todo muriendo de frío. Me levanté sin hacer ruido y con mucho cuidado la cubrí con una manta.
No podía dejar de mirarla mientras dormía. Aún no podía creer que el día anterior me había dicho que me ama. ¿Podría ser eso cierto? ¿De verdad una mujer tan hermosa como ella estaba enamorada de mí? ¿Por qué pensó que no me volvería a ver? ¿Acaso terminamos en malos términos? ¿Estuvimos juntas alguna vez?
Comenzó a moverse ligeramente y poco a poco abrió sus hermosos ojos azules. Estaba tan perdida prestando atención a cada movimiento que hacía que no me di cuenta que estaba sentada en la cama, justo frente a ella. Al verme una preciosa sonrisa se dibujó en su rostro y no pude evitar sonrojarme por haber sido tan obvia.
- Buenos días - dijo acomodándose en la silla. Se notaba que tenía cierto dolor, seguro por haber dormido en una posición tan incómoda.
- Buenos días. ¿Estas bien? - pregunté algo preocupada - No debiste dormir en esa silla, te debe estar doliendo todo el cuerpo.
- No te preocupes. Créeme, este es el mejor amanecer que he tenido en mucho tiempo. El dolor se irá en el transcurso del día - dijo con una sonrisa para darme tranquilidad.
- Gracias por quedarte acompañándome.
- Te dije que nada podría moverme de tu lado.
No podía evitar perderme en su mirada. Valentina se paró de la silla y se sentó a mi costado en la cama. Con algo de temor pasó su brazo por mi hombro, y me atrajo hacia su pecho. Su cercanía me ponía nerviosa, pero mi cuerpo deja de hacer caso a mi mente cuando la tengo cerca, como una niña chiquita me abrace a ella. Al ver que no rechace su abrazo me pegó más a ella con ambos brazos y me dio un tierno beso en la cabeza. Estuvimos así por unos minutos, sin decir nada, hasta que escuchamos la puerta abriéndose.
- Buenos días Barbara, ¿cómo amaneciste? - entró preguntando Perlita. Como un resorte me solté del abrazo.
- Bien Perlita, con muchas ganas de ir a casa.
- Ya se está tramitando tu alta, en un momento podremos irnos.
Terminó de decir eso y la puerta se volvió a abrir. Era Wendy, una enfermera que me atiende desde que desperté hace meses aquí.
- Barbara, ya está todo tramitado para tu alta. Sólo necesitamos que Perlita firme aquí y serás libre de ir a casa - dijo extendiendo el documento hacia Perlita, pero sin dejar de mirarme con una enorme sonrisa. Noté que el rostro de Valentina se puso algo serio.
- Gracias Wendy.
- Te esperamos para tu próximo control - dijo guiñándome un ojo. Al ver que eso terminó de enfurecer a Valentina, decidí tomarle la mano para que se tranquilizara. Se sorprendió un poco por el gesto, pero no dudó en entrelazar sus dedos con los míos y una enorme sonrisa se dibujó en su rostro.
- Bueno, yo me retiro - dijo Wendy recibiendo el documento que Perlita acababa de firmar y saliendo de la habitación. Se notaba que le había incomodado verme tomar la mano de Valentina, pero sinceramente no me importaba. Nunca me había gustado la actitud de Wendy, y esperaba que eso le haya dejado claro que no quería nada con ella.
La pregunta es, ¿quiero algo con Valentina? Es innegable que tengo una mezcla de sentimientos encontrados por ella, pero no sé si podré vivir sin saber qué fue lo que sucedió en el pasado.
Me cambié de ropa y no mucho tiempo después ya estábamos en la puerta del hospital. Valentina nos llevó en su auto hasta la casa, y la invitamos a pasar para comer algo ya que ninguna había desayunado.
Estuvimos conversando por horas, lo que sería un desayuno terminó siendo desayuno, almuerzo y cena. Aproveché para mostrarle a Valentina más de mis cuadros y le encantaron. Me dijo que en su casa hay un pequeño estudio con materiales para que pueda pintar mayor variedad de cuadros y que cuando quiera podía ir a utilizarlo.
- ¿Qué te parece si mañana paso a recogerte y te llevo a conocer el estudio?
- Eso suena genial Barbara, sabes que las cosas que te he comprado son sólo las básicas, estoy segura que con mejores materiales podrías hacer magia - agregó Perlita.
- Está bien, vamos mañana a conocerlo - terminé aceptando, aún con algo de duda ya que me daba nervios estar a solas con Valentina.
- ¡Genial!, entonces mañana paso por ti. Creo que ya es algo tarde, será mejor que me retire para que puedan descansar - dijo poniéndose de pie aún con algo de dificultad por el dolor de cuerpo que tenía.
- Gracias por todo - le dije acercándome a abrazarla.
- No fue nada bebé - dijo pegándome más a ella y dejando un beso en mi frente.
- Gracias por todo Valentina - dijo Perlita poniéndose de pie para despedirse también.
- Gracias a ti Perlita - le respondió.
Se fue a su casa y sentí un pequeño vacío. Sólo había pasado un par de días, pero me había acostumbrado a su presencia. Decidí ir a mi habitación para descansar, lo cierto es que ya quería que amanezca.
Al estar sola, ya acostada en mi cama, saqué el cuaderno que tengo escondido debajo. Miraba los dibujos y no podía creer que hasta hace sólo unos minutos ella había estado ahí conmigo, que la pude abrazar, y que el día anterior me había besado. Mi ángel de hermosos ojos azules ya tenía nombre. "Buenas noches, Valentina"
_______________
By –DeaDos-
ESTÁS LEYENDO
¿Quién eres? (Juliantina AU)- Adaptación
FanfictionValentina y Juliana deberán enfrentar muchos obstáculos para poder estar juntas. Esta historia NO me pertenece es una adaptación, se está realizando con AUTORIZACION de sus autoras -DeaDos- • Titulo original: ¿Quién eres? • Autoras: -DeaDos- • Shipp...