Ya he estado aquí antes

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(VC)

Tener que despedirme de Juliana fue muy difícil, no había nada que deseara más que dormir a su lado, abrazada a ella. Bastó con cruzar la puerta de la casa de Perlita para comenzar a extrañarla. Quería regresar y decirle que no soportaba estar lejos de ella, pero sé que debo tener paciencia.

Llegué a mi casa y comencé a guardar todas las fotografías en las que aparece Juliana. Mientras lo hacía no pude evitar sentir nostalgia al recordar cada uno de los momentos que pasamos juntas. Tenía tantas ganas de volver en el tiempo para revivir todos esos momentos, pero traté de pensar en positivo y creer que en el futuro podríamos construir muchos nuevos recuerdos. "Tienes que recordar mi amor" repetía en mi mente.

Terminé de alistar toda la casa para la visita de Juliana de mañana, y tomé una pastilla para el dolor de cuerpo que me seguía matando. Decidí ir a dormir para descansar el cuerpo y poder amanecer mejor, no quería que Juliana se sintiera culpable por mi malestar.

A la mañana siguiente desperté bastante mejor. Tenía un pequeño rezago del malestar pero era algo soportable. Tomé un desayuno rápido y me dirigí a recoger a Juliana. No resistía más tiempo sin verla. Toqué la puerta de casa de Perlita y a los pocos minutos la puerta se abrió.

- Buenos días Valentina, Barbara está terminando de cambiarse, en un momento sale. Pasa por favor - Me recibió Perlita de forma muy amable.

- Buenos días Perlita, gracias.

- Fue una excelente idea la que tuviste de llevarla a su casa, frecuentar lugares de su pasado le ayudará mucho con su recuperación - dijo en un volumen de voz que sólo yo pudiera escuchar.

- Eso espero Perlita, que pueda recordar pronto. No sabes la falta que me hace mi esposa - le respondí en tono bajo también,

- Paciencia Valentina, verás que sólo es cuestión de tiempo.

Escuchamos la puerta de la habitación de Juliana abrirse e hicimos como si estuviéramos hablando de otro tema.

- Buenos días Valentina - dijo Juliana con una hermosa sonrisa.

- Buenos días... Barbara - le respondí, aún me era difícil llamarla así. Me paré del mueble y me acerqué a ella para abrazarla y dejar un beso en su mejilla - Estas preciosa... ¿nos vamos?

- Si, vamos - dice sonrojada por mi comentario - Nos vemos más tarde Perlita - dijo acercándose a despedirse de ella.

- Hasta luego chicas, cuídense mucho.

- Hasta luego Perlita - me despido para luego abrir la puerta y salir de su casa.

Abrí la puerta de copiloto para Juliana, y luego rodeé el auto para subir. El viaje fue tranquilo, fuimos conversando sobre cómo se había sentido, si había tenido algún malestar, y me dijo que todo estaba bien lo cual me dejó más tranquila. Llegamos y bajé lo más rápido que pude del auto para poder abrirle la puerta para que bajara. Luego abrí la puerta principal de la casa y la invité a pasar.

- Bienvenida, ven te muestro el estudio - le dije tomando su mano. Entramos al estudio y los ojos de Juliana se abrieron gigantes.

- Wow, este lugar es... hermoso... - dijo mientras recorría el lugar con la mirada - Perlita tenía razón, acá hay más materiales de los que tengo en casa.

- Puedes usar todo lo que necesites - le dije. Si supiera que todo eso es suyo.

- Muchas gracias Valentina, no sabes cuánto significa todo esto para mí. Dejó un beso en mi mejilla y luego cogió un lienzo en blanco para comenzar a pintar. Me quedé viéndola un momento hasta que volteó a verme y preguntó.

- ¿Tú también pintas?

- No - le respondí. Su pregunta me desconcertó un poco.

- Entonces, ¿por qué tienes un estudio en casa? - continuó preguntando. No sabía cómo responderle y mucho menos quería inventarle una mentira.

- Hay cosas que no te puedo responder en este momento, pero poco a poco, más adelante lo sabrás - Juliana me miró algo extrañada, al parecer mi respuesta no la terminó de convencer, pero asintió con la cabeza aceptándola y continuó pintando.

- Dejaré que pintes tranquila bonita. Iré preparando el almuerzo, cualquier cosa me avisas.

Fui a la cocina y comencé a preparar unas ricas pastas, sus favoritas, cuando todo estuvo listo decidí esperar un poco más antes de llamarla, aún era muy temprano para almorzar y no quería interrumpirla. Saber que estaba con ella en nuestra casa me hacía sentir completa, ella es mi hogar.

Al ser una hora prudente para comer decidí ir al estudio a buscarla. Cuando entré no podía creer lo que estaba viendo, Juliana había dibujado nuestra laguna, nuestro lugar secreto, aquel lugar donde le pedí que fuese mi novia.

- Te quedó... perfecto - logré balbucear.

- ¿En serio te gusta? - dijo volteando a verme con una enorme sonrisa - Siempre pintaba cosas que veía en la tele o revistas. Pero esta vez fue diferente, no sé de donde salió esta imagen, solo fue viniendo a mi mente mientras pintaba - No pude evitar ilusionarme con sus palabras y su dibujo, ¿sería posible que ella comenzara a recordar?

- Me encanta, pintas hermoso. Y ese no es un lugar inventado, tu mente te lo recordó, te prometo que pronto iremos ahí - le dije señalando su dibujo.

- ¿Yo conozco ese lugar? - dijo con total sorpresa.

- Si bebé, lo conoces.

- Es uno de los primeros recuerdos que he tenido desde que desperté - dijo emocionada lanzándose a mis brazos - No lo recuerdo del todo, pero lo dibujé, y eso significa que está grabado en algún lugar de mi mente.

- Y poco a poco todos tus recuerdos irán volviendo - le dije abrazándola con fuerza. Me separé sólo un poco de ella para poder mirarla a los ojos.

- Eres muy hermosa - le dije sin apartar la mirada, ella se ruborizó, acaricié su mejilla, nuestras miradas se conectaron, me acerqué para darle un tierno beso en la frente, luego de eso y sin poder evitarlo terminé besando tiernamente sus labios. Ella correspondió al beso de forma tímida, y a los pocos segundos se separó tomando su cabeza entre sus manos.

- B... Barbara discúlpame, yo... no debí, lo siento - "Maldición, debo aprender a controlarme" me dije mentalmente.

- Yo... yo ya he estado aquí antes - dijo aún sin soltar su cabeza.

- ¿Recordaste algo? - pregunté extrañada por su comentario.

- Sentí como si esto ya hubiera pasado antes, pero, no tengo ningún recuerdo claro. Ouch - se quejó presionando más su cabeza con sus manos.

- Hey, hey... no te esfuerces, tranquila. No quiero que vuelvas a ponerte mal. Será mejor que te distraigas con otra cosa por ahora, si el dolor de cabeza persiste tendremos que llamar a Perlita.

Decidimos ir a comer para que pueda distraerse un rato, y ya no tocar el tema para que no exija mucho a su mente. Más tarde iríamos a ver a Perlita, por precaución, para asegurarnos de que todo estuviera bien.


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By –DeaDos-

¿Quién eres? (Juliantina AU)- AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora