Como una boba

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(VC)

Desde que ocurrió el accidente mis padres han estado muy al pendiente de mí, lo cual es muy raro en ellos. Con bastante frecuencia me llaman o visitan, sobre todo mi madre. Mi relación con ellos no era nada buena, siempre estuvieron en contra de mi orientación y eso hizo que tuviéramos constantes discusiones. Sobre todo, cuando comencé a salir con Juliana, ya que eso malograba los planes que ellos tenían para mí. Pero a pesar de sus grandes esfuerzos, no lograron separarme de su lado, no ellos al menos.

Estaba en la galería, era aún de día y a esa hora no venía mucha gente. Ya había conseguido suficientes cuadros como para abrir diariamente y en turnos tarde y noche. Estaba comenzando a pensar en contratar a alguien para que me apoye, ya que no me estaba dando a basto y la chica que trabajaba con nosotras tuvo que buscar un nuevo trabajo mientras la galería estuvo cerrada.



Flashback

Llegó el día de la inauguración. Juliana está súper nerviosa, en estos días estuve yendo a ayudarla para llevar a la galería los últimos cuadros que había pintado y dejar todo listo. Los cuadros de Juliana me dejaron maravillada, eran verdaderamente hermosos, transmitían mucha paz, alegría, esperanza, tenía un estilo muy peculiar. Tenía una gran variedad de cuadros, desde paisajes hasta figuras abstractas. Sabía que su galería sería un gran éxito y estaba muy feliz por ella.

Habíamos quedado que pasaría por su casa para ir caminando juntas, ya que la galería estaba a sólo unas cuadras de ahí. Estuve muy puntual en su puerta, estaba igual de emocionada que ella, sabía lo importante que era este día para Juliana. Abrió la puerta y me regaló esa preciosa sonrisa que me dejaba siempre como una boba.

- Val llegaste! Estoy súper nerviosa - dijo dándome un abrazo que me desarmó por un momento - de hoy depende el futuro de la galería.

- Tranquila Juls - le dije con total ternura correspondiendo a su abrazo. No sé de dónde saque el "Juls" pero me gustó como sonaba - te irá excelente, he visto tus cuadros y son geniales, verás como se pelean por comprarlos hoy.

- Gracias por ayudarme estos días y por estar aquí hoy Valentina - me dijo aún pegada a mi - no sabes lo mucho que significa para mi - se fue despegando lentamente y dejó un tierno beso en mi mejilla, por un momento pensé que me desmayaría, pero logré mantener la compostura.

- No tienes nada que agradecer, yo soy feliz de estar aquí contigo - le dije acariciando su mejilla. Juliana me miró fijamente con una sonrisa dibujada en su rostro. Quité mi mano de su mejilla y comenzamos a caminar en dirección a la galería.

- ¿Sabes Val? Me hubiera encantado que mi abuelo esté aquí hoy - dijo con la mirada fija en el suelo sin dejar de caminar - mientras estudiaba siempre hablábamos de cómo sería este día, y ahora que llegó no está aquí para acompañarme - su tono de voz se escuchaba cada vez más triste, y logré ver cómo una lágrima escapaba de sus ojos. Detuve un momento la caminata y la giré hacia mí, verla así me partía el corazón, limpié la lágrima que había logrado escapar.

- Lo imagino Juls, sé cuánto lo querías y lo importante que era para ti. Donde este, debe estar más que orgulloso de ti. Ya no estés triste, estoy segura de que tu abuelito quería que irradies felicidad en este día y en cada uno de tus días. Sabes que, aunque ya no este físicamente, él siempre te acompañará y se alegrará por cada uno de tus logros - ví como volvía la preciosa sonrisa a su rostro y me sentí una triunfadora. Retomamos el camino y a los pocos minutos ya estábamos en la galería.

Ayudé a Juliana a abrir y dejar todo listo. Tenía un total de 50 cuadros en exhibición, lo cual llenaba el espacio más grande de la galería. Había otro espacio más pequeño para 30 cuadros que no estaría habilitado ese día. Juliana no se daba abasto para pintar tantos cuadros.

La gente comenzó a llegar de a pocos, conforme pasaban los minutos la galería comenzaba a llenarse. Podía escuchar a algunas personas llamando a familiares o amigos para que vinieran también. Todos estaban fascinados con los cuadros de Juliana. Para el final del día se habían vendido un total de 30 cuadros, lo cual era un gran récord para ser su primer día. Juliana estaba completamente feliz, no podía creer la acogida que había tenido.

Me quedé acompañándola hasta que despachó al último de los clientes. La ayudé a ordenar todo y cerrar la galería. Me pidió que le ayude a trasladar algunas cosas a su casa, y gustosa acepté. Comenzamos a caminar en dirección a su casa y Juliana parecía una niña que salía feliz de un parque de diversiones.

- Escuchaste lo que decían de los cuadros Val, no puedo creer que se haya vendido más de la mitad en la 1era exhibición - decía casi brincando de la emoción - no sé cómo haré para pintar tantos cuadros para la próxima semana.

- Sabia que les encantarían tus cuadros, eres una gran artista Juls - Llegamos a la puerta de su casa, yo aún tenía las cosas que le había ayudado a cargar en las manos.

- Val, si no es mucha molestia, podrías ayudarme a llevar las cosas a mi estudio - era la primera vez que entraría a su casa, hasta ahora en todas las oportunidades siempre la había dejado en la puerta o la había esperado afuera para que saliera.

- Claro, no hay problema, tu dime dónde quieres que las deje - la seguí hasta su estudio, el cual era una habitación de tamaño mediano que se encontraba lleno de lienzos, algunos cubiertos con sábanas. Me señaló una mesa para que dejara las cosas y las dejé ahí mientras inspeccionaba el lugar con la vista.

- Gracias por ayudarme Val - me dijo con una gran sonrisa, a la cual por primera vez no pude quedarme mirando embobada porque un retrato a medio tapar justo detrás de donde estaba parada Juliana llamó mucho mi atención.

- ¿Y eso? - alcancé a preguntar mientras Juliana volteaba a donde se encontraba fija mi vista e iba casi corriendo para terminar de cubrirlo.

Fin del Flashback



Llego mi madre a la galería, era su única forma de encontrarme últimamente.

- Hija ¿cómo estás? - preguntó entrando al lugar.

- Bien madre, ¿qué haces por aquí? - pregunté algo seca. A pesar de todo el "apoyo" que me habían dado en este tiempo, yo seguía algo resentida por cómo rechazaron a Juliana en su momento.

- ¿Acaso tiene que haber un motivo para venir a visitar a mi hija? - preguntó algo indignada.

- Madre no estoy de humor para tus escenas, estoy bien, gracias por venir a preguntar - de nada serviría hablar con ella sobre cómo me sentía, jamás entendería por lo que estoy pasando.

- De acuerdo - dijo molesta - pero tu padre y yo estamos muy preocupados por ti Valentina, no nos gusta que estés metida todo el día en este lugar, sabes que no tienes necesidad.

- No comiences con eso por favor, este es mi trabajo y no necesito nada de ustedes.

Me miró algo furiosa y salió de la galería. Los quiero, son mis padres, pero sé cuáles son sus intenciones y no estoy dispuesta a pelear con ellos por lo mismo otra vez.


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By –DeaDos-

¿Quién eres? (Juliantina AU)- AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora