¿Quién eres? (Juliantina AU)- Adaptación

No puede ser

(VC)

Faltan sólo unos días para la inauguración del nuevo local, eso me emociona ya que tengo muchas expectativas de lo exitoso que será; sin embargo, no puedo evitar sentir una profunda tristeza por no poder vivir esta experiencia con Juliana.

Imagino lo feliz que sería mi esposa en estos momentos, estaría revisando cada detalle de los cuadros, colocándolos de forma estratégica para llamar la atención de la gente o buscando que más pintar antes del gran día.

Flashback

Sé que amo a Juliana desde que nuestras miradas se cruzaron por primera vez, aunque en algún momento haya tratado de luchar contra lo que sentía, era algo inevitable. Aceptar que tenía sentimientos por ella fue el primer temor que tuve que enfrentar, y desde ese entonces he ido enfrentando uno a uno todos mis miedos para ser la mejor versión de mí para ella.

A pesar de ello, las palabras "te amo" siempre se habían quedado atoradas en mi garganta. No sólo nunca se las había dicho a ninguna chica, yo jamás se las había dicho literalmente a nadie. Mi relación con mi familia siempre fue algo complicada, y mi amistad más cercana era Greta con quien el trato era todo lo contrario a cariñoso.

Hoy, luego de la hermosa sorpresa que me preparó Juliana, por primera vez en toda mi vida logré pronunciar esas palabras. Ya no había temor, ya no había miedo, sólo una inmensa necesidad por decirle lo mucho que la amaba. Sólo necesite decir el primer "te amo" para que todos los que tenía guardados comenzaran a fluir, y escucharla decir que ella también me amaba estalló mi corazón de felicidad. Sabía que ella nunca se lo había dicho a nadie en una connotación romántica y ser la primera me estremecía por completo.

Aunque ambas siempre supimos lo que sentíamos la una por la otra, el decirnos "te amo" en voz alta terminó de sellar esto tan bonito que venimos construyendo en este tiempo.

Desde que cumplimos el primer mes no habíamos vuelto a hablar sobre hacerlo ni mucho menos intenté propiciar una situación así. Yo quería que Juliana se sienta segura conmigo, y que no se sienta presionada hasta que estuviera lista. Y ahora, la tenía desabotonándome la blusa y besándome el cuello, haciéndome perder la cordura por completo.

Si de por sí no concebía un futuro sin ella, yo estaba segura que una vez que hiciéramos el amor me sería imposible volver a apartarme de su lado, ella no era una chica más, ni siquiera una simple "primera novia", ella era el amor de mi vida.

Aún no sé de dónde saqué fuerza de voluntad, pero la aparte suavemente.

- Juls, mi amor, espera - dije de forma entrecortada tratando de recuperar el aliento y la cordura.

- ¿Hice algo mal? - preguntó algo tímida. ¿En serio me estaba haciendo esa pregunta?

- Tú jamás podrías hacer algo mal bebé, no tienes idea de todo lo que me estabas haciendo sentir - le dije acariciando su mejilla y arrodillándome en la alfombra para quedar justo frente a ella - Pero quiero que tu primera vez sea especial, como siempre lo soñaste.

- Tú eres lo que siempre soñé Val, por quien yo esperaba - dijo dándome un tierno beso en los labios. Mi corazón estaba por salirse de mi pecho. En ese momento traje a mi memoria cada una de las palabras que me había dicho hace meses, y cómo me habló de la historia de amor con la que siempre soñaba. Yo quería eso para ella, quería eso para nosotras.

- Bebé, una vez que hagamos el amor ya no podré alejarme de ti nunca más. De por sí me cuesta despedirme cada noche, porque no hay nada que desee más en este mundo que dormir a tu lado, abrazada a ti. Tú eres el amor de mi vida Juliana, y quiero que nuestra historia de amor sea como la que te contaban de pequeña, como la que tanto soñaste en tu adolescencia, porque el amor que siento por ti no es de esta época, es un amor que no se rompe con nada, un amor completamente sincero. Mi amor, quiero que nuestra primera vez sea contigo como mi esposa, y no necesito esperar años para saber que quiero pasar el resto de mi vida contigo. Sé que estoy rompiendo con todo tipo de protocolo, pero nada me haría más feliz en este mundo que... aceptaras casarte conmigo.

No sé en qué momento solté todas esas palabras, y aunque todas eran ciertas, tenía miedo de haberme apresurado. Juliana estaba como en shock, todos los miedos comenzaron a volver a mí, y los nervios tomaron control de mi boca.

- Bebé, discúlpame si me precipité, por favor, no quiero que te sientas presionada. Yo sé que es muy pronto y entiendo si no quieres... - dije de forma atropellada hasta que me calló con un largo beso. Le correspondí de inmediato hasta que me di cuenta que lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.

- Me podrías dejar responder a mí - dijo terminando el beso y dedicándome una gran sonrisa que me devolvió el alma al cuerpo, ya que sus lágrimas eran de felicidad - no existe nada que desee más en este mundo que ser tu esposa Valentina, y tampoco necesito que pase más tiempo para estar segura de eso. Me sorprendiste, por eso tarde en responder, pensé que tú no creías en el matrimonio, y por un momento tuve miedo de estar soñando - limpié sus lágrimas y volví a besarla.

- Tienes razón, no creía, así como no creía en el amor hasta que te conocí. Tú rompes todos mis esquemas, y me haces soñar y desear cosas que jamás imaginé - le dije y comencé a llenar todo su rostro de besos. Luego de un rato de besos y palabras de amor, comenzamos a planificar nuestra próxima boda.

Fin del Flashback

Estaba terminando de colgar algunos cuadros cuando escuché la puerta abrirse. Era Perlita que me buscaba con la mirada por el local.

- Hola Perlita, pasa - le dije desde donde me encontraba.

- Hola Valentina, disculpa que me aparezca sin avisar, sólo quería saber cuándo será la inauguración, ayer se me olvidó consultarte por la emoción - dijo algo avergonzada.

- Ohh, cierto Perlita, lo siento, que tonta - le dije llevando una mano a mi frente - la inauguración será en dos días. Obviamente tú y tu sobrina están más que invitadas. Ven, te mostraré la ubicación de sus cuadros - dije comenzando a caminar para que me siguiera. Los cuadros de su sobrina estaban en la mejor ubicación de la galería.

- Wow, aún no puedo creer que esto esté pasado - me dijo emocionada mientras veía atentamente los cuadros colgados.

- Por cierto, necesito el nombre completo de tu sobrina para ponerlo aquí - le dije señalando el espacio vacío donde debía ir ese dato. Ella se quedó pensándolo por un momento, hasta que por fin habló.

- Crees que por el momento lo podamos mantener como anónimo por favor, no quisiera que mi sobrina se convierta en un foco de atención - dijo algo dudosa. Sinceramente no entendí qué razones podría tener para eso, no hay nada mejor para un artista que hacer su nombre conocido, pero no podía obligarla.

- Si así lo quiere ella no hay problema, así será - dije con algo de pena porque intuí que tampoco vendría a la inauguración y luego de ver sus cuadros tenía mucha curiosidad por conocerla.

- Si, es lo mejor - terminó de decir - disculpa, ¿puedo usar los servicios por favor?

- Claro, adelante - le dije señalando hacia donde se encontraba el baño.

Me quedé parada frente a los cuadros de la sobrina de Perlita, perdida en mis pensamientos, tan concentrada que no sentí que alguien había entrado a la galería.

- Disculpe, ¿es usted la dueña? - escuché justo detrás mío. Mi cuerpo se tensó por completo, la respiración se me dificultó, "no puede ser, esa voz" dije en mi mente, y las manos y piernas me comenzaron a temblar mientras giraba muy lentamente para dirigir mi mirada hacia aquella persona.

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By –DeaDos-