(JV)
Perlita nos dijo que había sido normal el dolor de cabeza y me dio algunas pastillas por si se repetía el episodio. Me pidió que hiciera reposo cuando tuviera cualquier malestar y que si persistía fuera al hospital a que me hagan chequeos de descarte.
Valentina se quedó conversando un momento con Perlita, no sabía que tenían que hablar que yo no pudiera escuchar pero preferí no preguntar y dejarlas solas. Estaba esperando afuera del consultorio y me encontré con Wendy, quien para variar se mostró súper coqueta y pegajosa. Justo me estaba dando un abrazo para despedirse cuando la puerta del consultorio se abrió y Valentina salió para encontrarse con la escena. Su expresión cambió y se puso seria soltando un suspiro, cerró los ojos unos segundos, como tratando de controlarse, y luego habló.
- Barbara, es hora de irnos, debes descansar - dijo con total seriedad.
- Si, vamos - dije ya sin siquiera despedirme de Wendy.
Caminamos hacia el auto sin decir palabra alguna y Valentina me abrió la puerta del auto. Subí y luego subió ella, manejo hasta mi casa y me volvió a abrir la puerta para bajar. Todo el camino había sido callado, Valentina evitaba que nuestras miradas se crucen. Abrí la puerta de la casa y ambas entramos.
- Perlita dijo que debías descansar, será mejor que te recuestes un rato. Yo voy a preparar una sopa para que puedas tomar.
- Valentina, ya no estés molesta por favor.
- No estoy molesta.
- ¡Vamos! No necesito tener memoria para saber que estás molesta - Valentina sólo bajó la mirada - Valentina mírame por favor - le dije tomando su mentón y haciéndola levantar el rostro - Nada pasó, pasa ni pasará con Wendy. Sólo se estaba despidiendo de mí.
- Lo siento, sé que no debería reaccionar así, pero es muy frustrante saber que no me recuerdas y que en cualquier momento podría aparecer alguien más para ganarse tu corazón - soltó mientras una lágrima escapaba de sus hermosos ojos. ¿Quién podría aparecer si ella ocupaba todos mis pensamientos?
- Eso no va a pasar - le dije limpiando la lágrima que caía por su mejilla - Sé que mi mente no tiene recuerdos, pero cada vez que te veo mi corazón se acelera, y mi cuerpo deja de hacer caso a las órdenes de mi mente. No sé qué es lo que me pasa contigo, pero quiero pasar todo el tiempo a tu lado, y me atrevería a decir que me he vuelto adicta a tus besos - le dije dándole un piquito - Todo esto es muy extraño para mí ya que desde mi perspectiva eres una "desconocida" - dije haciendo las comillas con mis manos - Sólo necesito que me tengas paciencia para poder poner orden en mi mente, y aunque en estos momentos no pueda ofrecerte más, quiero conocerte Valentina, o volver a conocerte, o recordarte, y también quiero que tengas seguridad de una cosa, no va a aparecer nadie más, te lo prometo.
- Eso es todo lo que necesitaba escuchar - dijo abrazándome - Yo por ti esperaría toda mi vida.
Luego de aquel momento en que ambas expusimos nuestros temores y a la vez nos dimos la seguridad que necesitábamos, fui a mi habitación para descansar mientras Valentina preparaba una deliciosa sopa. Pasamos tiempo juntas conversando, yo aprendiendo a conocerla, y aunque pensé que no era posible me embobaba cada vez más con ella.
Así pasaron un par de semanas en las que no hubo día que no nos viéramos, yo iba a su casa o ella venía a la mía, pero tratábamos de pasar el mayor tiempo posible juntas. En ocasiones también me había llevado a su galería, la cual aún no tenía fecha definida de inauguración. Siempre nos saludábamos y despedíamos con un tierno beso en los labios, y aunque no había ninguna etiqueta entre nosotras se sobreentendía que teníamos algo, ¿qué?... sinceramente aún no podría definirlo, pero ya no imaginaba mis días sin ella.
Hoy vine a pintar un rato en el estudio de su casa, luego de pasar toda la mañana en ello, Valentina y yo decidimos que era hora de almorzar.
- Espérame un momento aquí en la sala, sólo me pondré algo más cómodo y nos vamos - me dijo.
- Claro, te espero - le dije tomando asiento en uno de los muebles.
Estaba perdida en mis pensamientos cuando escuché el timbre de la casa sonar. Decidí ir a abrir la puerta, y al hacerlo vi un hermoso arreglo de rosas y un señor detrás.
- Disculpe señorita, ¿aquí vive la señora Valentina Carvajal? - preguntó.
- Si, aquí vive - le respondí.
- Esto es para ella - dijo estirando el arreglo hacia mí - ¿se encuentra ella en casa? ¿Ud. Podría recibirlo?
- Si, yo lo recibo - le dije tomándolo en mis manos, y fui hacia la mesa para dejarlo ahí mientras firmaba el cargo de recepción.
Me despedí del señor y me quedé mirando el arreglo por unos segundos. Por un momento sentí una pequeña alegría al pensar que ella lo había comprado para mí, pero al acercarme pude notar una pequeña tarjeta.
No tenía sobre, así que pude leer lo que decía. Sentí cómo mi corazón se partía en mil pedazos y las lágrimas comenzaban a correr por mi rostro. Mi respiración se entrecortó y no soporté estar ahí ni un segundo más. Salí corriendo y tiré un portazo, tuve la suerte de encontrar un taxi en la esquina y me subí sin pensarlo dos veces. Mientras avanzaba pude ver a Valentina que salía del edificio corriendo y gritando cosas que no alcancé a escuchar.
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By –DeaDos-
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¿Quién eres? (Juliantina AU)- Adaptación
FanfictionValentina y Juliana deberán enfrentar muchos obstáculos para poder estar juntas. Esta historia NO me pertenece es una adaptación, se está realizando con AUTORIZACION de sus autoras -DeaDos- • Titulo original: ¿Quién eres? • Autoras: -DeaDos- • Shipp...