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El gran templo se había abierto nuevamente. Dentro albergaban los doce líderes en su disputa para saber cómo reaccionar contra aquellos seres que estaban invadiendo el planeta. Así como Juan, uno de los líderes que bebía Monster Energy, el resto estaban discutiendo de una forma muy pacífica por su nueva estrategia para ganarle a la niña araña. Todos se habían sentado en unas bancas bajo el vallado que llevaba hasta una silla en el oriente, y se volvieron a reencontrar después de tiempo sin verse. Juan se sintió muy a gusto acerca de la situación en la que estaba, y sabía que muy pronto tendrían que ponerse en acción. Enviarían tropas a hacer algo, pero la acción iba a estar presente.

Así como revisaron si no había ningún lugar por donde las arañas podían entrar, revisaron que no haya ninguna dentro del palacio. Bajaron la escalera principal para verificar en el vestíbulo, así como también observaron por debajo de una escalera en espirar que llevaba a otro pasillo. No había señal de ningún arácnido, así que comenzaron la reunión.

—Muy bien —dijo Juan— ¿qué debemos hacer? Estamos frente a una demonio que puede transformar personas en seres del inframundo, y un ejército de los mismos. ¿Deberíamos atacar a la demonio?

—¿No crees que es peligroso? Sabiendo bien que la misma tiene algún tipo de poderes, no puedo asegurar que salgamos a salvo de esa. —replicó Antelo.

Juan volvió a darle otro sorbo a su bebida, y la dejó en la mesada cuadrada que se hallaba frente a él.

—Puede que lo sea —convino Juan—, pero puede que sea la respuesta a nuestro problema —agregó, hizo una pausa y prosiguió—. Bien, por la experiencia de mis enviados a expedición de toda la ciudad, tengo entendido que los bichos esos funcionan a través de una consciencia colectiva. Sus mentes lograron unirse en una sola, la cual es la niña demonio, o como la llaman ellos: Reina.

—¿Y si no es ella la que tiene el centro de la consciencia colectiva?

—Algo haremos, pero por ahora elijo creer esa hipótesis —repuso Juan— Al menos por ahora...

Tren sin destino © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora