Las copas de la facción de supervivientes se habían levantado, brindando bajo el deseo de que los monstruos no logren separarlos. En la mesa, Juan agarró un bollo de pan, y sostuvo una punta para que su compañero lo parta del otro lado. Sus pedazos fueron repartidos por toda la mesa de esa misma forma, hasta que todos tenían uno que comer. Bajo esa ceremonia, que pareciera ser tradicional, aunque algo improvisada, se selló la unión de todos los miembros como una mente sola, con el fin de acabar con el desastre que algo desconocido estaba causando. El vino daba vueltas por todos lados. Al parecer había una reserva muy amplia por ahí, la cual no se echaría a perder debido a sus propiedades. Leo vio que su ex se hallaba al otro lado de la mesa, pero tampoco siguió prestando más atención que esa en absoluto.
—Bien —dijo Juan— ¿Tenemos suficientes generadores para mantener la electricidad del lugar?
—Sí —replicó Musa—, tenemos acá a alguien que sabe del tema. Necesitaremos que mañana haya alguien que se atreva a salir a las fábricas de los materiales. —Señaló a su alrededor. Juan observó su entorno hasta elegir.
—Sergio —dijo—, irás a buscar los materiales.
Sergio se señaló a sí mismo, con los ojos redondos como dos bolas de ping-pong. En su cara se veía algo de asombro, pero no demasiado; una dosis de desganas, como si se hubiese peleado con la vida y le fuese igual todo, podía reflejarse en la misma. Para Leo, quizás típico para un hombre de su edad con su cierta robustez.
—Yo lo acompaño. —dijo Leo; en el rostro de su ex parecía haberse dibujado una sonrisa. Tras él se levantó Melanie.
—Yo también. —dijo Melanie.
Juan levantó el pulgar con una sonrisa dibujada en su rostro. Leo volteó a ver a Melanie; era una chica muy joven como para arriesgarse así.
—Mel —dijo Leo—, no vayas. Sos muy joven para arriesgarte de ese modo.
—¡Leo! —dijo Melanie— Si me quedo, no me lo perdonaría. —agregó.
Leo cerró los ojos, y dio un respiro hondo.
—Bien —contestó—, iremos los tres.
—Bien —dijo Jorge—, ustedes serán nuestro grupo expedicionario.
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Tren sin destino © ✔️
TerrorAlgo acecha a los pasajeros del tren desde las penumbras tras las ventanillas, y poco a poco ellos observarán a la muerte a los ojos. En el subterráneo de Buenos Aires, Leo volvía a su casa después de una larga jornada de trabajo, cuando por algún m...