Capítulo 7

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Oficialmente los preparativos para nuestra expedición habían comenzado.

La tripulación y yo nos encargamos de asegurarnos que hubiera comida suficiente para todos como para medio año, o tal vez un poco más. Comida enlatada junto con algunas cabras sería lo que nos mantendría alimentados y sin hambre por ese periodo de tiempo.

Agua potable y ron fueron subidos también al barco en grandes barriles de madera. Puedo decir que más ron que agua.

También, Ash y Mich habían traído algunas medicinas y hierbas de una botánica del pueblo, sin mencionar las armas que usaríamos en contra de la criatura Medusa una vez llegáramos a su palacio.

Pistolas, hachas, arcos con flechas y bastantes espadas.

Nos encargamos también de subir artículos de primera necesidad, como algunas mudas de ropa, jabón y demás. Bueno, todos trajimos pocos artículos, todos menos Ash quien al parecer había empacado la mitad de su armario en unas cuantas maletas.

—¿De verdad necesitas todo eso? —La observo cargar aquella maleta con dificultad.

Yo no la ayudaría, que lo hiciera ella sola. Lo lamento, pero la caballerosidad simplemente no me corría por las venas.

—¡Quítate del medio si no vas a ayudar! —Me empuja para seguir su camino. Yo doy dos pasos hacia atrás sonriendo, viéndola luchar.

Eso es lo que obtiene por traer tanto trapo a la travesía.

Mientras todos cooperamos y subimos cajas de comida y barriles con agua y ron a la embarcación, veo como el barco de aquel equipo que antes se había burlado de nosotros zarpa de primero.

Frunzo los labios al ver que ya nos habían tomado la delantera.

—¡Muevan sus traseros apestoso y sudados, que los demás nos ganarán la recompensa! —Grita Benny y todos comienzan a acelerar el paso.

Tras algunos 15 minutos más, finalmente terminamos de cargar todo el aquello y de guardarlo en su lugar.

—¡Suban el ancla, icen las velas! —Grita Benny, quien era el que más conocía de barcos. Todos rápidamente se movilizan.

—Sí, suban las velas, icen el ancla. —Digo y noto como éste me mira con mala cara.

—Es al revés Konor. —Benny tratando de disimular aquella sonrisa que se le quiere formar en los labios.

—Sí, ya lo sabía. —Bufo encogiéndome de hombros. El hombre mueve la cabeza de lado a lado.

Luego de algunos minutos, percibo como el barco comienza a moverse. Un frío se me aloja en el corazón al sentir alegría ante ello. Esta era la primera vez que vería al El Embajador navegar, o tan siquiera moverse un centímetro.

Solo espero que todos aquellos arreglos y reparaciones que le había hecho a la embarcación la mantuvieran a flote, sino, seríamos el hazme reír de todos por un buen tiempo.

De pronto, veo como los dos guardias que me habían arrestado llegan al muelle a toda prisa. Mi corazón se para por un segundo al verles.

—¡Konor Levoitt, estás bajo arresto por robo y escape de una prisión! —Grita uno de los guardias mientras corre en dirección al barco. —¡Baja ahora mismo de esa nave! —Se detiene a la orilla del muelle y me señala con el dedo índice.

Yo camino hacia la parte posterior del barco y me asomo. Una sonrisa se dibuja en mi rostro al ver como nos alejamos del muelle dejando atrás a aquellos guardias.

Medusa ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora