Capítulo 13

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Miro aquella escena que tengo ante mis ojos con pavor.

El cuerpo de la chica que se encontraba teniendo sexo con Mich ahora estaba tirado en el suelo desangrándose frente a él. De su cuello, sangre brotando como ríos; empapando el suelo bajo ésta.

Mi estómago se revuelca al ver aquello.

¿Qué carajos había pasado?

¿Acaso Ash se había vuelto loca?

¿Cómo es que le cortó la garganta así de la nada a esa chica?

Mis ojos casi saliéndoseme de las cuencas.

—¿Qué mierdas Ash? —Dice el hermano de ésta mientras todos se le quedan fijamente mirando a la chica, perplejos. Las demás chicas inmóviles... conmocionadas.

—¡Todos, aléjense ahora mismo de ellas! —Grita Ash apuntando su navaja hacia las demás chicas... a la defensiva.

De pronto, veo como la chica que está sentada sobre mi regazo se pone en pie rápidamente, para acto seguido soltar un grito desgarrador el cual provoca que todos nos tapemos los oídos inmediatamente.

Unas botellas de cristal con ron en su interior que habían en el suelo explotan repentinamente a causa del sonido provocado por aquel grito.

Mis oídos comienzan a dolerme.

Mientras tapo mis oídos y entrecierro los ojos por el molesto chirrido, observo como las demás chicas también se alejan de los muchachos inmediatamente.

Sus ojos en aquella mujer muerta tirada en el suelo.

En ése instante, veo como las mujeres comienzan a cambiar de aspecto repentinamente. Éstas tornándose la verdad muy horrorosas.

Las observo, las uñas de sus manos se tornaron en garras muy largas y afiladas. Sus rostros ahora eran toscos y sus expresiones bruscas. Su piel llena de escamas... espera, ¿de escamas?

—¡Sirenas! —Grita Benny y le veo sacar la espada del cinturón de su pantalón. Todos los demás hacen los mismo, yo tomo mi navaja de sobre la caja en la cual la había puesto hace un rato atrás.

Lo sé, soy el único sin espada para defenderme ya que la había dejado en mi habitación. También lo sé, ¿para qué la dejé allá? Lo siento, no sabía que sería atacado por sirenas locas asesinas y devoradoras de hombres. Aunque puedo admitir que me sabía defender muy bien con mi vieja amiga la navaja, por lo que no estaba muy preocupado que digamos... bueno sí, puede que solo un poco.

Rápidamente, y sin pensarlo dos veces, corro hacia la sirena de cabello rojizo que me había seducido y trato de apuñalarle por la espalda, pero como si supiera lo que iba a hacer, ésta se voltea repentinamente y me sujeta fuerte del brazo.

Yo inmediatamente trato de zafarme, pero no podía. La fuerza con la cual ésta me sujetaba de la muñeca era descomunal. Podría decir que era hasta más fuerte que un hombre fornido, y eso era mucho que decir.

Agarrándome fuertemente de la mano, la sirena me hala con fuerza y me lanza por los aires sin problema alguno. Yo salgo disparado y caigo sobre unos barriles de ron los cuales explotan con el peso e impacto de mi cuerpo.

Siento un mareo momentáneo al internar pararme de aquel lugar. Toco mi cabeza con mi mano libre y me tomo un minuto.

¡Maldita desgraciada!

Luego de aquellos momentos intensos que pasamos juntos. Noten mi sarcasmo... solo quiero arrancarle la cabeza a esa desgraciada.

Miro hacia donde estaban los demás, estos luchando contra esas criaturas horrendas. Veo como Ash se le tira encima a una para luego clavarle su puñal en el pecho y asesinarla. La sirena inmediatamente cae muerta al suelo y Ash le retira el puñal del cuerpo.

Medusa ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora