Capítulo 25

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Perspectiva Medusa

Escondida tras una de las columnas de piedra de mi jardín frutal, pienso en lo que había pasado en mi habitación hace tan solo un minuto atrás.

¿Qué fue eso?

¿Por qué Konor... me besó?

Mi mente no para de procesar las sensaciones que mi cuerpo experimentó. Las sensaciones que emergieron de mi corazón al sentirlo así.

Esta era la primera vez en la que mis labios estaban en contacto con otros, la primera vez que alguien... me besaba.

Recostando mi cabeza de la columna de piedra a mis espaldas, exhalo entretanto trato de calmar mi corazón el cual quiere al parecer saltar de mi pecho y salir corriendo.

Escucho pasos en las escaleras, por lo que rápidamente me escondo bien tras la columna y me quedo quieta.

No quiero verle, no ahora que mi mente no parece procesar lo ocurrido.

Percibo el sonido de sus pasos acercándose por el jardín. Mis manos comienzan a tornarse inquietas al igual que mis piernas. Los nervios invadiéndome por alguna extraña razón.

No le miraré, no quiero correr el riesgo de tomarlo desapercibido y convertirlo en piedra si es que no tiene su espejo.

¿Pero que estoy diciendo?

Soy la reina de las víboras, no puedo solo no querer lastimarlo. Se supone que yo soy la maldad hecha carne y hueso. La mujer maldita que jamás debe tener contacto con un humano.

Me siento aliviada al escuchar la puerta del jardín y saber que el chico se había marchado.

Realmente no puedo comprender el porqué este joven era diferente a los demás. El porqué no quería hacerle daño.

Su presencia me hacía sentir sensaciones las cuales jamás en mi existencia había experimentado. Mi corazón solía acelerarse cuando sabía que éste venía; pero lo intentaba ocultar y disimular lo más que podía.

Ahora que Konor me ha besado, puedo admitir que aquello que mi pecho experimentaba cuando le veía había sido intensificado grandemente.

Ese frío en el estómago, esa sensación de escalofrío por todo el cuerpo... definitivamente creo que me estaba enfermando.

¿Qué lo hace especial a él?

¿Por qué no puedo evitar no desear estar ante su presencia?

Quiero sentirle una vez más, quiero percibir su calor cerca de mí.

¡No!

Esto debe parar. No puedo seguir viviendo de esta manera. No puedo permitirme tener una debilidad como él.

Tenía que ponerle fin a este asunto, y eso solo lo lograría matándole.

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Caminando de lado a lado en la cocina. Pienso en que el chico llegaría pronto. Usualmente esta era la hora en la que él se colaba a mi cocina para robarme algo de comida.

Medusa ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora