Capítulo 17

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Saliendo de mi camerino mientras dejo a Ash aún inconsciente sobre mi cama, me dirijo hacia las afueras para ver como se encontraban los demás.

Al salir, veo como ya el cielo se había aclarando y la niebla se había esfumado.

Seguramente ya habíamos salido de la Boca de la Bestia.

Observo mi alrededor y mi pecho se arruga al ver aquello. Todo era caos y destrucción. El barco estaba deshecho, al igual que su tripulación.

Camino por la embarcación entretanto mis ojos escanean el lugar. Veo como la mayoría de las velas, y las principales, están rotas; los palos en el suelo. Varios agujeros en las paredes del navío como también en el suelo. Madera y pedazos del barco por doquier.

Mientras camino entre escombros, logro ver a Benny junto con Fran, ambos recogiendo escombros.

—¿Cómo están? —Pregunto al acercarme a ellos. Estos inmediatamente dejan de hacer lo que estaban haciendo y voltean a verme.

—Nada que no podamos sobrevivir. —Dice Benny. Noto como su ceja derecha y labio inferior le sangran.

—Vimos lo que pasó con Mich. —Fran baja la mirada al suelo y suspira. —Fue un gran marinero. —Desenfunda su espada y la sube al aire. Acto seguido Benny hace lo mismo, uniendo espada con espada.

—¡Por Mich! —Saco mi espada de su funda y me uno al tributo.

—¡Por Mich! —Escucho la voz de Tyson en la lejanía. Al voltear el rostro observo como éste tiene su espada en el aire desde detrás del timón. —Quien dio su vida por salvarnos a todos. —Hace una pequeña pausa. —Sin su sacrificio, seguramente estaríamos en el fondo Del Mar ahora mismo. —Dice y yo asiento.

En ese momento, todos bajamos nuestras espadas y las guardamos nuevamente.

—Iré a ver como vamos en cuestión a la ruta. —Le digo a los chicos, estos asienten para luego poner manos a la obra y continuar limpiando este desastre.

Dirigiéndome hacia el área del timón, subo las escaleras y me paro justo al lado de Tyson.

—¿Cómo vamos? —Miro el horizonte, solo logro ver agua y más agua.

—Atrasados, pero en ruta. —Saca la brújula del bolsillo delantero de su pantalón y le hecha un vistazo.

—No creo que la nave aguante algo más, Tyson. Estamos en muy mal estado. Perdimos un hombre hoy. —Le miro, el chico asiente.

—Según el mapa, la Boca de la Bestia era lo último que debíamos pasar antes de llegar al templo de Medusa. —Guarda la brújula nuevamente en el bolsillo de su pantalón. —El lugar debe estar a unos tres días de aquí, si es que el viento nos sigue favoreciendo. Pero, como perdimos las velas principales, puede que tardemos un poco más en llegar. —Voltea el rostro y me observa. Yo exhalo.

—Espero que lleguemos pronto. Tengo pensado que luego que la matemos, quedarnos unos días en su templo para hacerle los arreglos pertinentes a la embarcación, sino, nunca llegaremos de vuelta a Pueblo Artero. —Subo una de mis manos y la paso por mi cabello despeinado. —Y eso sería una desgracia. —Bufo.

—Tienes razón. —Asiente mientras navega. —Tenemos suerte de que el Kraken no dañara el timón, sino ahí sí estaríamos fritos. —Sonríe.

—¿Mich? —Escuchó la voz de Ash llamando el nombre de su hermano y la piel se me eriza. —¿Dónde estás? —Inmediatamente me acerco al barandal, a un lado del timón, y la observo salir de mi camerino con una mano sobre su cabeza mientras camina a paso lento por la embarcación.

Medusa ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora