Capítulo 13

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LALI

Llegó el Miércoles y no pude dejar de pensar en lo que pasó con Peter, ¿si esperaba que me acompañara a llegar a Juana al médico? No, pero decidió aparecerse igual y me esperó en la puerta de la entrada con una sonrisa.
Yo lo fulminé con la mirada y elevé mis cejas.
-Ok vamos-¿hacerme la orgullosa? ¿Justo hoy que necesito que me trasladen en auto? ¡Claro que no!
Me subí al auto de Peter y él manejó en silencio, puso la radio hasta que estacionó en la puerta de la clínica.
Bajé con Juana entre brazos, él hizo el ademán de agarrarla y no lo dejé.
Fui hasta el mostrador y me registré para que me llamen por mi hija en el área de pediatría.
-¡Juana Lanzani!-el pediatra salió del consultorio y me puse de pie.

PETER
Me puse de pie, me costó caminar hasta la habitación porque mis piernas de pronto empezaron a pesarme, era cómo si el escuchar mi apellido junto a un nombre nuevo todavía me causase algún efecto, todavía me "pesaba", me impresionaba.
Lali le explicó todo lo que pasó en el último tiempo y vi que el pediatra la revisó, la pesó y después nos sonrió.
-¡Está todo bien papis! ¡Está creciendo sana! Están haciendo un buen trabajo-nos felicitó.
-Gracias-me reí nervioso, volteé mi cara y Lali estaba mirándome y haciendo fuerza para no sonreírme, yo le hice caras y se le escapó, me sonrió y se rió, ¡la escuché!-es un trabajo en equipo-aclaré.
Nos despedimos del pediatra y con Lali fuimos a desayunar los tres, para mala gana mía terminamos en la cafetearía de la cuadra nuestra.
-¿Chocolatada con medias lunas?-me atendió Lola y elevó sus cejas, después volteó su cara y la miró a Lali, la evaluó y sonrió falsamente- es cliente frecuente, ¿queres lo mismo?
-Lo mismo-Lali ignoró la "provocación" de Lola- bebé, ¡primero vas a comer vos!-ella cargó a Juana entre sus brazos y comenzó a darle el pecho- tenes suerte de que tu hija es un encanto y nos deja desayunar tranquilos, ¡no que sos buena con tus papis!-le habló con vocesita tonta y nuestra "hija" se quedó quieta mirando a su mamá a los ojos.
Vi la cara que hizo Lola, revoleó sus ojos y suspiró.
-¡Voy a pedir el desayuno!-se fue dejándome a solas con Lali.
-¡¿Qué hiciste?!-elevé el tono de mi voz.
-¡Te jodo! ¡Así cómo vos me jodes a mi! ¡Hoy desperté con muchas ganas de pelear!-se rió en mis narices y me hizo ojitos-¿esta era tu cita?
-No tiene porqué interesarte-me crucé de brazos.
-¡Me tiene que interesar quién sale con el papá de mi hija! Y te digo algo, no es de celosa ni nada, porque no sos NADA mío, pero me da mala vibra-ella también suspiró, le dio un besito en la frente a Juana que terminó de comer, después se puso una pañuelo en el hombro y le dio golpecios en la espalda a su hija.
-Estas celosa-repetí con énfasis solo para joderla cómo ella decidió joderme a mi- ¡Lola fue mi cita!
-¡Gracias por la info! ¡Ahora sí nos estamos entendiendo!-recostó a Juana en el cochecito y la vi cerrar sus ojos rápidamente, se quedó dormida en el medio de mi discusión absurda con su mamá.
-Estoy empezando a creer que escuchar nuestras discusiones para Juana es cómo escuchar Beatles for babies, la edición canciones de cuna-elevé mis cejas y no pude evitar sonreír, Lali también elevó sus cejas y terminó riéndose conmigo-¿ya terminamos de "discutir" por hoy? Desayunemos en paz-extendió sus brazos para que agarre sus manos con las mías, y por suerte llegó la tal Lola que nos hizo separarnos, nos dejó el pedido.

LALI

-¿Algo más Lanzani y Señora Lanzani?-la pelotuda estaba provocándome, ¡y hoy cualquier persona me podía encontrar!
-¡¿Te dijeron que sos una maleducada?!-me reí con ironía-¡no podes hacerte la confianzuda y mirarme mal!
-Sólo creí que estaban casados.. ¿así que todavía son novios?-Lola se hizo la pobrecita- que digamos no te estaría siendo muy fiel tu novio..
¡Y fue el límite! Me puse de pie y en un ataque de rabia agarré las medias lunas y se las tiré por la cabeza, Peter me agarró del brazo y Juana gracias a Dios no se despertó.
-¡Te vas! ¡Estas loca!-Lola me miró otra vez mal-¡este lugar es mío y de mis socias, fui muy amable al atenderte igual! ¡Sos una loca de m..
-¡BASTA!-Peter se metió en el medio-Mariana disculpate
Me reí con ironía y negué con la cabeza.
-¡Arrodillate y pedime perdón!-miré a Peter desafiante- no se te ocurra nunca más pedirme que me disculpe con una maleducada que por poco me dice loca de mierda
Peter Lanzani se quedó estático, desconcertado, me alejé de ellos y caminé llevando el cochecito conmigo, todavía sentía calor en mi interior, quería putear y seguir peleando, pero iba a intentar calmarme, no era sano ganarme enemigos por todas partes.

Antojo de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora